El impacto del aislamiento en los cuerpos de mujeres, lesbianas, trans y no binaries
Las medidas vinculadas con la cuarentena impactan de manera desigual, evidencian y profundizan estructuras y condiciones de desigualdad de género, y vulnerabilidades ya existentes, por ejemplo. Compartimos algunos datos y recomendaciones fundamentales de un conjunto de instituciones y organizaciones de Córdoba.
Por Redacción La tinta
Cuando entró en vigencia el aislamiento social, preventivo y obligatorio, desde la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), a través del Programa Feminismo, Sexualidades y Derechos, y la Comisión Géneros y Disidencias del Consejo Social conformada por CISCSA – Red Mujer y Hábitat de América Latina y el Caribe, Las Alicias Córdoba Capital- PS, Servicio a La Acción Popular (SeAP) y Católicas por el Derecho a Decidir Argentina, realizaron una consulta virtual: “¿Cómo impactan las medidas de aislamiento social en los cuerpos de mujeres, lesbianas y trans en Córdoba?”. Para relevar información y orientar demandas y propuestas para las autoridades locales, en el diseño y ejecución de las políticas públicas, así como la visibilización de situaciones de vulneración de derechos.
Finalmente, esta semana, publicaron los resultados de dicha consulta que indagó principalmente sobre la situación económica y laboral, las tareas de cuidado, las preocupaciones, la anticoncepción y las situaciones sobre violencias de género.
Desde La tinta, conversamos con Paola Blanes, miembro de CISCSA, quien nos contó que “la consulta surge de la necesidad de contar con información rápida sobre lo que estaba pasando en algunos sectores para realizar recomendaciones a espacios e instituciones gubernamentales, legisladores y quienes están tomando decisiones en este contexto de crisis sanitaria”.
La preocupación desde estas organizaciones feministas está anclada en el conocimiento de lo que pasa en los barrios y en la certeza de que esta pandemia y las medidas de excepción evidencian y agravan las desigualdades y las vulnerabilidades ya existentes, sobre todo, para las mujeres, lesbianas, travestis, trans, bisexuales y no binaries. Al respecto, Paola remarcó que “sabemos que la vuelta a la casa recrudece las situaciones de violencia que muchas feminidades viven ahí. Sabíamos que la crisis de los cuidados era lo primero que iba a estallar, con las dificultades que eso implica en el orden de la convivencia”.
La consulta fue respondida por 436 personas, de más de 40 localidades del territorio provincial. El 85% de las personas se identifican con la categoría mujer y el 15% con lesbianas, trans, no binarias, bisexuales u otras. Las principales urgencias y preocupaciones mencionadas fueron cómo garantizar la comida diaria, no poder ayudar a familiares y amigxs que viven lejos, las situaciones de violencia en la calle/barrio. También aparecen como preocupación cómo acompañar a lxs niñxs con las actividades de la escuela y no saber qué hacer con ellxs.
Las personas trans, travestis, lesbianas y no binaries enfrentan problemáticas relacionadas con lo habitacional, presentan dificultades económicas para sostener los costos de alquiler, en algunos casos, han sido desalojadas o expulsadas de sus viviendas por parte de sus familias o por la convivencia con personas violentas. Más del 70% que contestaron la consulta no tienen ingreso. Están con dificultades para acceder a los circuitos de salud, particularmente, a la medicación y tratamientos hormonales. El mapeo que realizaron también es muy interesante y nos da un pantallazo de lo que muchas personas están atravesando.
La realidad nos muestra que lxs trabajadorxs precarizadxs y del mercado informal fueron lxs que primero sintieron el cimbronazo de la falta de ingresos, en los sectores populares, hay mayor cantidad de hogares monoparentales a cargo de mujeres y con un único ingreso del mercado informal, lo que se ha traducido, por estos días, en familias que no tienen qué comer. Sumado a las exigencias de la escuela en la casa o quienes tienen que realizar teletrabajo, además de realizar las tareas de cuidados.
Paola nos explicó que la consulta fue breve y que quedaron tópicos afuera, pero les interesaba que circulara por WhatsApp y que no demandara mucho tiempo por las condiciones de vida cotidiana, y, sobre todo, por la saturación de pantallas. Al final de la encuesta, incluyeron una opción donde las personas podían dejar su contacto para recibir o ampliar información sobre esos temas. Eso derivó en un equipo de trabajo que se comunicó telefónicamente o por redes sociales, pudiendo brindar una red de apoyo y acompañamiento frente algunas situaciones específicas de violencia.
El informe se presentó con recomendaciones a legisladores de la Comisión de Equidad de género y lucha contra la violencia de la legislatura provincial, y para que el Polo Integral de Atención a la Mujer y el Ministerio de la Mujer puedan considerar lo que surge de este trabajo. Por ejemplo, una de las indicaciones mencionadas fue la autorización para el traslado de niñxs de padres y madres separadxs, que, a dos días de haberse presentado, se autorizó. Esto confirma la importancia del trabajo de organizaciones feministas para la incidencia en las políticas públicas.
Entre las indicaciones que realizaron, explicitaron la necesidad de garantizar la provisión de alimentos en comedores/merenderos/espacios comunitarios y comedores escolares por parte del gobierno provincial y municipal. Además, contemplar en las provisiones y entregas a familias y organizaciones sociales los elementos de higiene personal imprescindibles, que han aumentado sus precios o no están contemplados, como el caso de las toallitas higiénicas/tampones.
Por otro lado, aparece como urgente la necesidad de garantizar la provisión continua de todos los métodos anticonceptivos en los centros de salud, así como el acceso de la población a información sobre los servicios que estén realizando prácticas de ILE en el marco de la pandemia del COVID-19. Y el derecho a la salud y atención de las necesidades particulares de la población trans.
Ponen especial atención en la asistencia de las situaciones de violencia de género, que aumentaron en este contexto, para lo cual recomendaron sostener los canales de difusión de los números telefónicos y otros dispositivos de atención. Avanzar en los ajustes necesarios para minimizar los tiempos de espera, ampliar la accesibilidad y fortalecer los protocolos de atención de los servicios del 0800 y las líneas de WhatsApp del Polo Integral de Atención a la Mujer. Eso sumado a las garantías de condiciones laborales, de seguridad e higiene de las trabajadoras del Polo y las condiciones en las que son recibidas las personas en los lugares de atención.
Paola concluyó: «Los datos no revelan grandes descubrimientos, porque es información que ya sabemos por el trabajo territorial que venimos realizando, pero nos parecía importante insistir con algunos datos que son necesarios que se prioricen y tomen en cuenta».
*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: La tinta.