Lo que nos dejó el verano – Primera Entrega

Lo que nos dejó el verano – Primera Entrega
17 febrero, 2020 por Redacción La tinta

Las violencias no se toman descanso, la resistencia y la agenda feminista tampoco. Es verano, un tiempo en que parece el calor lo detiene todo. Sin embargo, enero fue un torbellino de noticias relacionadas directamente (¿qué no está relacionado?) con cuestiones de géneros y feminismos. Compartimos la primera parte de un repaso de lo que nos dejaron estos primeros 47 días de 2020. Lo que nos trajo y abrió el comienzo de año.

Por Redacción La tinta

En el ajeno tiempo gregoriano que seguimos, diciembre tiene en nuestros calendarios la marca de los cierres. En los cuerpos, se entraman los cansancios del año, en nuestra historia reciente, una memoria de calle y cacerolas, también de violencias y sangre. El fin del 2019 fue intenso para Argentina y la región. El verano llegó y enero vino con todo para y en la agenda feminista. Intentaremos plasmar aquí temas que adelantan debates o ejes de lo que será este año.

Nos encontramos

Si antes el Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales y No Binaries era el momento de convocarnos desde los diversos feminismos, hace años se desarrollan otros espacios más específicos, donde desplegamos la furia encuentrera.

Desde el 26 al 29 de diciembre, se desarrolló, en tierras zapatista, el 2do Encuentro Internacional de Mujeres que Luchan, con más de 3500 mujeres y niñes, de 49 países de los cinco continentes, pensando que “la diferencia es fuerza poderosa si hay respeto y hay acuerdo de luchar juntas, pero no revueltas”, en palabras de las anfitrionas.

La tinta estuvo presente, pudimos habitar la propuesta de las compañeras zapatistas que pusieron como prioridad y único tema la violencia de género.

DENUNCIAR. El día uno de micrófono abierto para narrar en primera persona las violencias machistas vividas a lo largo de nuestras vidas, una trama diversa de realidades puestas a circular en el aire y entre nuestros corazones, para acompañar, para abrazar, para sanar. ORGANIZARNOS. El segundo día, rondas para pensar estrategias y acuerdos que nos permitan seguir organizadas y resistiendo, paralelamente fueron surgiendo talleres y espacios donde compartir experiencias de cada unos de los territorios de donde veníamos. SANAR. El cierre dedicado al arte, a la música, al teatro, al fútbol, a los malabares. Todos los días estuvimos abrazadas por el cuidado de las compañeras milicianas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y de cada una de las compañeras de las bases zapatistas que dispusieron todo para que nos encontremos, ellas convidaron sus tierras, sus saberes y la convicción de que otro mundo es posible.

Mexico mujeres zapatistas EZLN la-tinta
(Imagen: Colectivo Manifiesto)

En Catamarca, se realizó el 2do Encuentro Plurinacional Feministas Antiextractivistas del Sur. Los días 10, 11 y 12 de enero se convocaron a compañeres de los diversos territorios en lucha y defensa de la vida. El llamado fue abierto para conversar y abrazarse con quienes se enfrentan cotidianamente a la voracidad del extractivismo y el patriarcado capitalista colonial, entendiendo la defensa de la madre tierra y del cuerpo de las mujeres como parte de la misma lucha. Marianela Gamboa, activista ambiental y una de las organizadoras del encuentro, nos contó que llegaron compañeras de diversos territorios con quienes compartieron reflexiones centradas en “los dolores y las memorias corporales, las heridas en los cuerpos y también de sanar y pensar el linaje materno, femenino”.

Si bien el encuentro no se centró en lo acontecido en Mendoza con la lucha por la defensa del agua en diciembre pasado, las compañeras que fueron desde allí llevaron “relatos que nos llenaron de esperanza, que suman a pensar formas de organización, que aportan a analizar cómo se vienen dando las resistencias cuando parece que todo está perdido y no pasa nada, y de pronto hay un estallido”.

“Fue un espacio muy sanador que permitió recorrer nuestras historias de largo tiempo, que se entrelazaron con las luchas de los pueblos diaguitas calchaquíes que habitan y habitaron la tierra que nos estaba abrazando en Famatanca y también nuestras historias y memorias como parte de otros pueblos y naciones indígenas, como migrantes, como mujeres no blancas y blanqueadas también”, explicó Marianela.

En Chile, tras más de 80 días de levantamiento popular, los días 10, 11 y 12 de enero, se realizó el 2do Encuentro Plurinacional de las que Luchan, en la Universidad de Santiago. El movimiento feminista en Chile está en la primera línea del estallido social y, desde la Coordinadora Feminista 8M junto a más de 20 organizaciones y colectivas feministas, organizaron este encuentro que reunió a más de 5.000 mujeres y disidencias sexuales y de género. Con la fuerza, la furia y la resistencia de las calles, se convocó en torno a talleres, ceremonias espirituales, debates y análisis colectivos de contexto, espacios artísticos y culturales, ferias de producciones. Algunas de las propuestas con mayor peso se centraron en la conformación de una Constituyente Feminista y de la creación del Comité Internacionalista, donde más de 100 personas de 25 países intercambiaron con vistas a reencontrarse en Brasil en 2020, en un Primer Encuentro Internacional Feminista.

Chile-migrar-photo-02
(Imagen: Migrar Photo)

Casa Popular Valeria

“Hoy fue uno de los días más tristes de nuestras vidas”, así comenzaba el comunicado emitido desde la Casa Popular Valeria el 4 de enero pasado. Pocas horas antes, se habían enterado del femicidio de Valentina Gallina en manos de su pareja Diego Alejandro Pais. Valentina era hija de Valeria Cazola, otra víctima de la violencia machista, asesinada por su pareja en el 2008, y en cuya memoria la Casa lleva su nombre. Esta Casa popular y autogestiva perteneciente al Movimiento Popular La Dignidad, y según las palabras de las compañeras, fue la posibilidad de transformar el dolor en lucha, tras el femicidio de Valeria. En este espacio de Olavarría, contienen y acompañan a mujeres en situación de violencia de género, desarrollando diversas actividades.

Tras el femicidio de Valentina, lograron que se declare la Emergencia en Violencia de Género en Olavarría, exigiendo acciones concretas en articulación con las organizaciones.

Vivas y libres nos queremos

El Observatorio de las Violencias de Género Ahora que sí nos ven difundió datos dolorosos. Desde 1 al 30 de enero de 2020, se relevaron 34 femicidios en Argentina, lo que implica que una mujer fue asesinada cada 22 horas. Además, desde el mismo espacio, denunciaron que, en el mismo período, se conocieron cinco denuncias de violación grupal. “Donde algunos medios ven una ´violación en manada´, nosotros vemos a varones, seres humanos, hijos sanos del patriarcado, cometiendo esos terribles delitos. Ningunos locos, monstruos ni animales. Grupos de violadores”, afirman desde el Observatorio, instando a que dejen de utilizarse conceptos que alejan y despersonalizan los crímenes sexuales.

En la madrugada del sábado 1 de febrero, Roberta, una mujer trans peruana de 45 años, fue asesinada en La Plata, provincia de Buenos Aires. El 2019, según Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT, hubo un ataque cada 68 horas, siendo el año en que más aumentaron los transfemicidios y las expresiones odiantes y discriminatorias cotidianas contra el colectivo LGBTIQ+ en Argentina.

Hotel-Gondolin-LGBT-trans-travesti-Vicky-Cuomo-04
(Imagen: Vicky Cuomo)

Habemus Ministerio

El miércoles 8 de enero, asumieron las autoridades del nuevo Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad. Es distintivo que la mayoría de las funcionarias tienen una trayectoria de militancia y trabajo territorial ligada a organizaciones feministas y sociales de largo aliento. Las palabras que circularon y los juramentos fueron emotivos y, sobre todo, novedosos y desacartonados, para esos espacios. Pañuelos verdes, juramentos con consignas feministas históricas, nombres e historias de vida, abrazos y afecto puestos en la escena de lo público. La referencia a las ancestras “que nos trajeron hasta acá”, dijo la compañera y secretaria Checha Merchán, y “las jóvenes, que no sabemos a dónde nos van a llevar”. También se invocó a Lohana, Diana y “la resistencia de les compañeres” de la patria transfeminista, en palabras de la militante y subsecretaría de Políticas de la Diversidad Alba Rueda. En este sentido, también son varias las compañeras trans que están ocupando, por primera vez, cargos públicos: Daniela Castro e Ivana Gutiérrez en Provincia de Buenos Aires, Ornella Infante en INADI, entre otras.

La existencia de este ministerio es resultado de las luchas históricas amasadas en las calles, al calor de lo que como movimiento feminista supimos disputar y construir. Han sido muchos los anuncios, nos detendremos en uno de los que destaca una deuda histórica y silenciosa de la cotidianeidad: los trabajos de cuidado, de atención y de reproducción de la vida social no remunerados. Se creó un área específica en el tema y se está trabajando en un Mapa Federal de los Cuidados, relevando lo existente en cada territorio que serviría para delinear políticas públicas que atiendan la desigualdad y la falta de reconocimiento de estas tareas, sostenidas a diario por las mujeres, sobre todo, las más empobrecidas.

Las desigualdades que sostiene la división sexual del trabajo tienen su base en el contrato sexual que engarza el sistema mundo capitalista colonial, recrudecido con las políticas neoliberales de los últimos años. Poner en escena esta tarea de cuidados enlazada con los mandatos de género no solo tiene que ver con una batalla cultural, que los feminismos vienen disputando hace tiempo, sino que, para pensar políticas públicas universales, que de verdad desafíen el orden doméstico como lo conocemos, son necesarias voluntad política y presupuesto.

tarea-trabajo-domestico-mujer-limpiar-portada-01

Derechos T

El 5 de febrero, se cumplieron 4 años de la partida de Lohana Berkins, la mariposa que nos revolucionó este mundo de gusanos capitalistas, siendo una voz imprescindible en los feminismos, desde su activismo trans siempre entrelazado con diversas luchas. Siendo impulsora de la Ley de Identidad de Géneros, dijo en un simposio en la UBA en 2011: “Cuando se diseñan políticas públicas, no se piensa en una persona sola, mucho menos se va a considerar beneficiaria a una trava. El imaginario de las políticas públicas se recorta a un concepto limitado de familia: mamá, papá, un montón de niñitos. Todo lo que esté por fuera de esa descripción no existe”.

La Asignación Universal por Hijo (AUH) fue una de las políticas públicas más importantes e inclusivas de los últimos años en Argentina. Sin embargo, para las personas trans y travestis, hubo un largo proceso de lucha en su propia visibilización para acceder, por ejemplo, a este derecho. Roxana tiene 45 años y vive en Concordia con su hijo de 8 años. Es la segunda mujer trans en conseguir, por estos días, que el Estado Argentino la reconozca como la persona que garantiza el bienestar del niñe y, por eso, le otorgaron la AUH. A diferencia de la situación anterior de Georgina Leguizamón, que tuvo que pasar ocho años de trámites para hacer cumplir un derecho, Roxana pudo efectivizar el trámite, no sin extensos requerimientos, en cuatro meses, con apoyo y buena predisposición de los organismos involucrados.

La revolución de las viejas

Comenzó con una convocatoria en ciudad de Buenos Aires, pero se ha extendido a distintos puntos del país. Se trata de una movida surgida entre los mates veraniegos y con la memoria e historia de muchas mujeres que necesitan nombrarse, juntarse, escucharse. Las que quedaron en el camino entre las abuelas y las más jóvenes.
En estos últimos años, asistimos a un sacudón en todos los ámbitos de la mano de los feminismos y particularmente con la marea verde, la revolución de las pibas, hijas y nietas, las que volvieron feministas a sus madres, las que llevaron los debates a las mesas familiares, las que instalaron preguntas en todos lados. En esta masificación del movimiento feminista, aparecen las “viejas”, una generación que desea imaginar y diseñar un futuro junto a otras, pensar nuevos posibles para esa etapa de la vida que genera miedo, segmentada por el mercado en la enfermedad y soledad, estigmatizada socialmente. Ellas dicen que este grupo es una “una invitación a pensar y diseñar la vida después de los 50”, para pensar tramas de mayor autonomía y placer, pero, sobre todo, para demandar políticas públicas al Estado.

Muchas de ellas trabajan, otras se quedaron sin trabajo a la edad que nadie las quiere contratar, otras se están por jubilar, están las que son sostén de hogar, las en parejas, las viudas, las sin parejas, las con familiares a cargo, muchas se nombran feministas con historia de militancia, otras no. Así se reconocen, se encuentran en círculos de conversación sobre distintos temas: tiempo libre, deporte, actividades culturales, pensar modos sustentables de vivir, vivienda, el uso de espacios públicos, la salud, las obras sociales, el derecho a una muerte digna, el cuidado, la autonomía económica, las jubilaciones, las sexualidades. Acá están las viejas, resignificando el modo de nombrarse, jugando con la idea estigmatizada de la vejez, se la reapropian, la ponen a circular soñando, imaginando y deseando ese tiempo.

(Imagen: Colectivo Manifiesto)

Un conflicto que no se tomó vacaciones

Fue un intenso verano de lucha para les trabajadores de Molinos Minetti, quienes continuaron con la toma de la planta tras 3 meses de ocupación en reclamo por sus puestos de trabajo y los 6 meses de sueldos y aportes adeudados. La Comisión de Mujeres de los Trabajadores del Molino Minetti tiene un rol fundamental en la lucha, acompañando las medidas desde el 2015 y retomando acciones en agosto pasado al reanudarse el conflicto. Son esposas, hermanas, madres de los trabajadores, realizan actividades solidarias, bingos, festivales, venta de comida para sostener un fondo de huelga que colabora con las 150 familias afectadas.

El 27 de enero pasado, sitiadas por la policía con orden de desalojar por la fuerza, Natalia, integrante de la Comisión, decía: “En estos momentos, me encuentro en una de las terrazas del molino porque estamos rodeados y sitiados por policía de la provincia de Córdoba, que nos han llevado a esta situación. Solamente queremos trabajar, hace 6 meses que nos deben el sueldo, que no tenemos obra social, que no tenemos aportes jubilatorios, estamos llevando una vida indigna que no nos merecemos, ninguno de los trabajadores que están acá. Es lo único que queremos, trabajar y cobrar lo que nos corresponde». Lejos de resolverse favorablemente el conflicto, los hostigamientos y la persecución por parte de la policía y de la patronal contra las familias han sido sostenidos.

En su visita por Córdoba, Norita Cortiñas visitó a les trabajadores, acompañando la denuncia y la resistencia al desalojo, y se reunió con la comisión de mujeres para demostrar su apoyo. Norita del lado de la vida, reafirmando que no sobra nadie.

Morbo San Valentín

Llegó un 14 de febrero más, rodeado de un halo de creatividad que se materializa en una avalancha de memes y mensajes diversos circulando por redes sociales. El mercado, la publicidad y los grandes medios de comunicación hegemónicos pretendieron ponerse a tono con algunas reflexiones sobre el amor que los feminismos y las disidencias vienen poniendo en discusión. Podemos preguntarnos muchas cosas en un día en que nos obligan a detenernos en alguna expresión sexo afectiva del amor, ¿cómo hablar del amor en tiempos de apps y vidas precarizadas? ¿cómo pensar las relaciones en tiempos de cuestionamientos de lo establecido como amor romántico? ¿cómo celebrar el amor en un contexto de incremento de las relaciones atravesadas por la violencia de género? ¿y el derecho al amor para quienes cruzaron la frontera de la heteronorma? ¿cómo no dejar de creer que algunas formas de amor nos puedan salvar?

De todo lo que podríamos decir, elegimos una noticia que tuvimos que chequear porque los niveles de morbo superan a la ficción. Canal Doce habló de “el peor día de los enamorados: el dolor de la novia de Fernando Báez Sosa”, mientras que Radio Mitre le puso más color aún: “El desgarrador testimonio de la novia de Fernando Báez Sosa tras visitar el cementerio en el Día de los Enamorados”. Sólo dos de las decenas de títulos que recibió la nota levantada por los principales medios masivos del país. No nos da para agregar nada más.

Hasta aquí, un repaso por algunos de los hechos que sucedieron en este comienzo del 2020. Vendrá una segunda entrega porque reunir todo en una se convirtió en un manifiesto interminable que demuestra que, en verano, descansar es un privilegio. 

*Por Redacción La tinta.

Lo que nos dejó el verano – Segunda Entrega

Palabras claves: Asignación Universal por Hijo, chile, Encuentro de Mujeres que luchan México, extractivismo, EZLN, Femicidio, feminismo, Géneros y Diversidad, LGBT, Ministerio de las Mujeres, Molinos Minetti, trans

Compartir:

Un femicidio no es un espectáculo

Un femicidio no es un espectáculo
27 marzo, 2025 por Jazmín Iphar

Néstor Aguilar Soto era el único imputado en la causa por el femicidio de Catalina Gutiérrez y fue condenado a prisión perpetua. En el juicio, había declarado: “Soy un homicida, pero quiero defenderme y no soy un femicida”, y mostró detalles del momento y cómo cometió el asesinato. Esa escena, que ocurrió en la sala donde se desarrollaba el proceso legal, fue replicada por muchos medios locales como Telefé, Canal 12, La Voz, entre otros. ¿Por qué se piensa que es útil la información difundida? En 24 horas, ocurrieron dos femicidios en Córdoba, uno en Río Ceballos y otro en La Granja.

Por Verónika Ferrucci y Jazmín Iphar para La tinta

#ColegasNoSon

El pasado 19 de marzo, culminó el juicio por el femicidio de Catalina Gutiérrez, ocurrido el 17 de julio de 2024, donde el único imputado era Néstor Aguilar Soto, quien fue condenado a prisión perpetua por las autoridades de la Cámara en lo Correccional y Criminal de 11º Nominación de Córdoba, luego de un juicio con jurado popular. La cobertura mediática que vimos fue, al menos, irresponsable.

En la 6° audiencia del juicio, la abogada defensora de Soto, Ángela Burgos, sostuvo la estrategia judicial para que se cambie la carátula y el acusado no sea juzgado por un caso de violencia de género, ya que consideraba que eran “descabellados” esos términos, e insistió en que debía ser sentenciado por «homicidio simple». Ante los jurados populares, el acusado declaró: “Soy un homicida, pero quiero defenderme y no soy un femicida”. Y, durante la audiencia, mostró la mecánica que utilizó para matar a quien era su compañera de facultad, usando a su abogada de víctima en la simulación.

Desde la Organización Feministas en Derecho, que congrega a estudiantes y abogadas de la Facultad de Derecho de la UNC, repudiaron la actuación de la abogada Burgos por incumplimiento de deberes éticos. «Ilustrar gráficamente un femicidio no solo revictimiza a la víctima y a la familia, sino que implica una falta al Código de Ética de los abogados y abogadas en Córdoba. Tal como lo establece el art. 21 de la Ley provincial 5805 del Ejercicio de la Profesión de Abogado: ‘Los abogados son pasibles de algunas de las sanciones establecidas en esta Ley (…) por cualquiera de las siguientes faltas: Inc. 15) Excederse en las necesidades de la defensa formulando juicios o términos ofensivos a la dignidad del colega adversario o que importen violencia impropia o vejación inútil a la parte contraria, magistrados y funcionarios’”. 

Carlos Hairabedián, abogado querellante, había solicitado que se vuelva a incluir el agravante de alevosía en la causa, retornando a la carátula inicial. La fiscalía modificó la carátula del caso y sumó la agravante de criminis causa. Finalmente, la condena contempló como agravantes femicidio y criminis causa. 

¿Por qué se puso en juego la figura del término femicidio?

A tono con la época, la abogada trabajó durante todo el proceso legal para que no sea juzgado por femicidio e hizo su parte en los medios que amplificaron su voz, donde tuvo un protagonismo central. En muchos casos, sin repreguntas, aun cuando se expresaba con gritos y discusiones con quienes les hacían preguntas. Fueron pocos los casos de quienes cuestionaron el posicionamiento de la abogada, entre esos, las panelistas del programa «Mujeres Argentinas» de Canal 13, cuando Burgos dijo que “la víctima podría haber sido un hombre» y que «si sos mujer y matás, te van a juzgar como se les dé la gana”. Ante la contraargumentación, terminó abandonando la entrevista. 

En estos momentos, donde es necesario volver a aclarar no solo los marcos normativos vigentes para los casos de femicidios, también se debe insistir sobre los términos del concepto. Como aclararon las Feministas en Derecho, tomando una cita de Mariana Villarreal: “El femicidio es un término político. Es una denuncia a una sociedad patriarcal que sostiene el ejercicio de violencias como modo para controlar que las mujeres se comporten conforme a los mandatos de género, donde la razón detrás de su muerte es la de asegurar lo que se espera de ellas”.

El scroll por los portales web y redes sociales de noticias locales y nacionales estuvo lleno de las fotos donde Soto muestra la maniobra con que mató a Catalina, junto a titulares que hablan de “relato escalofriante” o “el minuto a minuto del crimen”. Canal 12, La Voz, Telefé: ¿por qué piensan que es útil difundir esa información? ¿En serio nos van a poner a debatir cosas que creíamos saldadas desde 2015?

Este año, se cumple una década del Ni Una Menos y, en enero de 2025, tuvimos 1 femicidio cada 26 horas, según relevó el Observatorio «Ahora que sí nos ven». Mientras tanto, los grandes medios cordobeses parecen ignorar los marcos legales nacionales e internacionales, protocolos de acción, guías de trabajo periodístico, capacitaciones en perspectiva de género y los años de debate e investigaciones que indican con claridad cómo realizar coberturas éticamente responsables y con perspectiva de género. 

Desde el Colectivo Ni Una Menos, detallaron: «Ilustrar gráficamente un femicidio, con un enfoque sensacionalista, más que una cobertura, se parece a una manual de información para posibles agresores. Además, cuando se detallan maniobras, métodos y circunstancias de un femicidio, se revictimiza a la víctima y a su familia. Este tipo de coberturas deshumaniza a la víctima, reduciéndola a un mero objeto de morbo, perpetuando la cultura de la violencia en la que los agresores pueden encontrar justificaciones en la narrativa que se les ofrece”. 

Relatar desde la perspectiva del femicida habilita la justificación del actuar: “Catalina me pegó una cachetada y me agarró del cuello, y ahí se me apagó la tele, arrancó el Néstor loco”. 


Ya lo ha dicho Rita Segato en los comienzos de sus investigaciones y desarrollos teóricos: «Los femicidios se repiten porque se muestran como un espectáculo. La curiosidad morbosa llama a la gente a curiosear. Cuando se informa, se informa para atraer espectadores, por lo tanto, se produce un espectáculo del crimen y, ahí, ese crimen se va a promover. Aunque al agresor se lo muestre como un monstruo, es un monstruo potente y, para muchos hombres, la posición de mostrar potencia es una meta. Entonces, el monstruo potente es éticamente criticado, es inmoral, pero, a pesar de eso, es mostrado como un protagonista de una historia y un protagonista potente de una historia. Y eso es convocante para algunos hombres, por eso, se repite».


La mediatización y espectacularización, el enfoque policial, el relato constante y detallado de cómo se mata a una mujer se transforma en un espectáculo. Lamentablemente, no es novedad la forma en que muchos medios locales abordan los contenidos de las violencias de género en un contexto donde los femicidios y las denuncias por violencias en los hogares aumentan, y la política del Gobierno nacional ha sido el desmantelamiento de las políticas de prevención y asistencia como parte de la batalla cultural contra feministas y diversidades, frente a un nuevo discurso negacionista y odiante propulsado por el presidente Javier Milei.


*Si fuiste víctima de violencia de género, en Córdoba, podés comunicarte con el Polo de la Mujer al 0800-888-9898 las 24 horas del día, todos los días del año. También podés enviar un mensaje de WhatsApp al 3518141400. O acercarte y hacer la denuncia en la Unidad Judicial de Violencia Familiar, ubicada en la calle Entre Ríos n.° 680.

*Por Verónika Ferrucci y Jazmín Iphar para La tinta / Imagen de portada: La tinta.

Suscribite-a-La-tinta

Palabras claves: Catalina Gutiérrez, Femicidio, Néstor Aguilar Soto

Compartir: