¡Volvió el fútbol… por cable!
Presionados por el gobierno, los mismos dirigentes que dilapidaron la participación del Estado en el fútbol y despreciaron la mayor política popular, cedieron los derechos televisivos a las extranjeras Fox y Turner. Ahora, ya ni siquiera contar con el abono básico del servicio, que el Grupo Clarín monopoliza, será suficiente para ver un partido en vivo. Otra noventosa experiencia.
Por Anibal Abt para La tinta
Fue sencillo imaginarse a miles de personas en la misma situación. Viernes 25 de agosto, pasadas las siete de la tarde: haciendo un rabioso zapping para encontrar la bendita señal de TNT Sport que pase Tigre – Vélez. Ni que hablar un rato después, cuando los cordobeses fueron tras el Fox Sports Premium, a cargo de llevar las alternativas del debut de Belgrano en Buenos Aires.
Ese es el marco de la mentada Superliga. La «renovación» llega en una dirigencia que encabeza Claudio Tapia, el que paradójicamente llegó con apoyo del ascenso, pese a ser parte del sector metropolitano, que nuclea a poco más de sesenta clubes y casi desconoce la realidad de más de las doscientas ligas que buscan subsistir a lo largo y ancho del país.
Detrás de Tapia, su suegro Hugo Moyano y Daniel Angelici, el mismo que fuera tesorero en la gestión de Mauricio Macri en Boca Juniors. Atrás quedó el novedoso y solidario reclamo de futbolistas, que este año demoró más de un mes el regreso del fútbol oficial: el secretario general del gremio, Sergio Marchi, aparece como aliado conformándose con nuevas exigencias a asociaciones civiles (con directivos irresponsables) para que le paguen a sus afiliados.
Llevar adelante una idea que intentó implementar Armando Pérez durante su interinato en AFA y recurrir a descontarle a los clubes deudores de los pagos de los derechos televisivos no fue tan novedoso como exigir tener las cuentas al día con el sindicato. Para el actual presidente, fue “histórico” que Newell’s pague sobre la hora y pueda jugar la primera fecha.
En eso sí fracasó el Fútbol Para Todos, escogido en su momento por la dirigencia porque el acuerdo fue por el triple de lo que cobraba de Clarín y sus aliados. Una de las premisas del FPT era sanear las economías de las instituciones. Terminó tendenciosamente investigado pero con la certeza de que los cheques del Estado aparecían en cuevas de cambio.
Que la ciudadanía argentina naturalice lo justo que es tener que pagar para ver el producto fútbol no resultó una misión tan difícil en el neoliberal proceso actual. Sólo fue comparable a dar vuelta una Ley de Medios que ponía a la información como un derecho universal y validaba la financiación para la comunicación comunitaria. Tal vez, en todo caso, resultó más fácil empezar a mirar por el retrovisor una política de Derechos Humanos reconocida a nivel internacional, con un desaparecido a cuestas que no logró inmutar a nadie del Gabinete. Al lado de esto, el fútbol parece lo que es: un juego.
El intento por retomar la idea de las Sociedades Anónimas Deportivas que el propio Macri había llevado a la AFA hace quince años incluyó anuncios de la AFIP de falsas deudas de clubes y el Estado hasta demoró pagos que tenía comprometidos bajo contrato. A cambio reapareció el grupo de Héctor Magnetto, disfrazado…
Porque Turner es Time-Warner. Time Warner es AT&A. AT&T es DirecTV. DirecTV es Torneos. Torneos es TSC. TSC es TyC Sports. TyC Sports es Clarín. De hecho, para que Fox-Turner sean adjudicatarios, Clarín prometió no continuar con el juicio que había iniciado contra la AFA por la rescisión unilateral del contrato en 2009.
Pero de eso más vale no acordarse. Hoy, hay que arreglárselas para buscar una nueva changa que nos ayude a pagar. Sea el cable, el “plus” o la cerveza del bar cada fin de semana. Adivinen quién monopoliza tales servicios.
Después de ocho años, el final del Fútbol Para Todos demarcó la necesidad de empezar a indagar en la grilla del cable antes de reconocer que River, Boca y Racing son los que más invirtieron en el mercado de pases.
Que muchos equipos, los cordobeses incluidos, perdieron más valores futbolísticos que los que incorporaron, o que el boom de los jugadores que regresan, en muchos casos desde Europa, ya no es una condición para que “rindan” en el país.
Eso sí: los dirigentes, al sepultar Fútbol Para Todos, lograron que un campeonato con 28 equipos no sea lo único inédito.
* Por Anibal Abt para La tinta