El Programa ESI fue desmantelado
En los primeros dos años y medio de gestión macrista se perdió la oportunidad de avanzar en la incorporación a las aulas en todo el país de la Educación Sexual Integral, una herramienta federal que apunta a construir una sociedad más igualitaria e inclusiva, y a prevenir el bullyng, el abuso sexual en la infancia, los embarazos no planificados y la violencia en los noviazgos, entre otros objetivos. Hoy solo alcanza a unas 1500 escuelas del NOA, NEA y conurbano bonaerense.
Por Mariana Carbajal para Página 12
En 2016 y 2017 el Programa Nacional de Educación Sexual Integral, que depende del Ministerio de Educación, sufrió una política de desmantelamiento, con grandes recortes presupuestarios y la suspensión de las capacitaciones masivas a docentes que venían realizándose durante el último tramo del kirchnerismo. Recién después del debate por el aborto, donde legisladores verdes y celestes coincidieron en la necesidad de garantizar la ESI en las escuelas, se reanudaron las capacitaciones, con acciones que efectivamente están llegando a las aulas, en el marco del Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en Adolescentes (ENIA), una política que debería tener continuidad y que articula a distintos ministerios. De todas formas, se está aplicando recién en 11 provincias, aquellas con indicadores más preocupantes. Y por el momento, solo alcanza a unas 1500 escuelas de las regiones NOA, NEA y conurbano de la provincia de Buenos Aires.
En Argentina 109.000 adolescentes y 3.000 niñas menores de 15 años tienen un hijo o hija cada año, lo cual representa el 15% de los nacimientos anuales. En los últimos 5 años este porcentaje se mantuvo estable.
• 7 de cada 10 embarazos en adolescentes de entre 15 y 19 años no son intencionales.
• 8 de cada 10 embarazos de niñas menores de 15 años no son intencionales y la mayoría es consecuencia de situaciones de abuso sexual y violación.
• 30% de las jóvenes que abandonaron el secundario, lo hicieron por embarazo o maternidad.
• 67% de las/los adolescentes y jóvenes que no estudian, no trabajan y no buscan trabajo son mujeres que cuidan niñas/os en sus hogares.
El Plan ENIA contempla consejería en escuelas medias, además de distribución de anticonceptivos en centros de salud, entre otros ejes. Natalia Gherardi, coordinadora del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género, destacó como un “aspecto sumamente positivo” el diseño y puesta en marcha del Plan ENIA. “Es una política que debe continuarse y profundizarse, mejorando el compromiso de las provincias para hacer la implementación efectiva, que es parte de sus competencias y llegando a más provincias”, indicó Gherardi. También Mariela Belsky, de Amnistía Internacional, coincidió en la necesidad de darle continuidad en el próximo Gobierno.
Pero la ESI no debería llegar solo a escuelas medias, como prevé el Plan ENIA. La ley 26.150 prevé que se dicte desde el nivel inicial y hasta la formación docente, y en forma transversal en los distintos contenidos curriculares.
Mientras que entre 2012 y 2015, las escuelas que participaron de capacitaciones, para que su personal docente estuviera más preparado para dar la ESI, fueron 44 mil, desde que llegó el macrismo al Gobierno y los primeros meses de 2018, apenas llegaron a 600, de acuerdo con un monitoreo del Instituto Marina Vitte, de la Ctera.
Por otra parte, desde Nación no se dio financiamiento específico para ESI en los fondos derivados a las provincias: recién en 2019 volvieron esos aportes, según informaron a Página 12 referentes de distintas juridiscciones.
Por Mariana Carbajal para Página 12. Imagen de portada: Colectivo Manifiesto