La vuelta al cable: entre el pack y el bar
Este fin de semana se estrenó el “fútbol pago”. Justo una fecha antes del superclásico River-Boca y una después de las elecciones legislativas en las que Cambiemos ganó en Córdoba casi con el 50%. Que Macri y Baldassi hayan llegado de la mano del fútbol, es paradójico si se tiene en cuenta que el final del FPT restringe el acceso a algo que fue gratuito por más de siete años. Ahora, con mil pesos en la mano “sólo tenés que llamar por teléfono y en unas horas te habilitan” el acceso a ese privilegio llamado “pack fútbol”.
Por Anibal Abt para La tinta
A sólo unas horas de que casi un millón de cordobeses renovaran su confianza con Cambiemos, al reelecto diputado Héctor Baldassi le preguntaron si había contratado “el pack fútbol». Fue ahí mismo, en una entrevista radiofónica, donde el ex referí dejó la sensación de que recién en ese instante caía en lo que estaba por pasar. “El presidente había prometido que el Fútbol Para Todos (FPT) seguía”, le susurraron, no casualmente, desde una radio pública.
Llamado a ser “el candidato” del presidente Mauricio Macri para gobernar Córdoba desde 2019, el ex árbitro mundialista intentó en su explicación aducir que se trata de “un tema complejo”. Fue el fútbol quien llevó a ambos a la política, y esa combinación parecía, ya desde 2013, imposible de vencer.
Como cierta parte de los dirigentes del Pro, el legislador nacional suele demostrar que le faltan argumentos para defender ideas. Por eso escogió repetir que el FPT (que por contrato debía extenderse hasta 2019), tenía vicios como “la propaganda oficial” y no era sustentable. Pese a la promesa presidencial de solo cambiar esos defectos, una vez en el poder, fueron esos mismos aspectos los que sirvieron de razones suficientes para que el mandatario y sus socios -Daniel Angelici a la cabeza- lo sepultaran este año. (Ver: Fútbol para Pocos: el primero te lo regalo… hasta después de octubre)
Que la oportunidad que despilfarró el FPT fue histórica, no hay dudas. Porque un gasto menor dentro del presupuesto oficial (lo que ahorra el Gobierno lo pierde con la cancelación de las retenciones a productos agrícolas), generó la oportunidad sin precedentes de poder ver un clásico sin más que un viejo televisor y una antena. El que sea, en Primera División o la B Nacional. Y en casi todo el territorio argentino.
Que los clubes no hayan mejorado sus balances y no hayan sido controlados fue, sin dudas, responsabilidad de la gestión anterior. Pero desde el 10 de diciembre de 2015, las obligaciones, contractuales en este caso, fueron trasladadas. Del mismo modo, no se puede aceptar que cheques provenientes de la Jefatura de Gabinete hayan terminado en cuevas porteñas.
Este Gobierno escogió: no hacerse cargo de un programa con olor a kirchnerismo, presionar a los clubes demorando pagos (lo que no ocurrió en ningún lapso del FPT), hacerlos responsables de su propia decisión de no seguir, e influir para que se produzca la intervención de la Asociación del Fútbol Argentino.
Aquel 2009 juntó a Cristina Fernández y Diego Maradona, entrenador de la selección, para rescindir el contrato que comandaba el grupo Clarín. Los clubes pasaron a ganar el triple. Pero en esa mesa también estaba Julio Grondona. Fallecido después del Mundial de Brasil, el presidente afista dejó un tendal que pareció incluir los derechos televisivos.
Con ellos, también se fueron ilusiones. Esas que no se ven pero se padecen. La imposibilidad de pagar el cable, el pack, la cerveza o el agua en el bar, ahora se incluye entre las tarifas al fútbol.
El cable, el pack y los partidos “liberados”
A nivel mediático, los tres conceptos del subtítulo pueden ser sustituidos, en el paralelo entre un argentino medio y un ferviente creyente religioso, por la “Santísima Trinidad”. O al menos así se plantea desde los medios de comunicación hegemónico que se atreven a hablar de “partidos liberados” (cuatro por fecha) que podrán verse pixelados con “sólo” tener el abono básico de cable de $700 contratado.
Para todo lo demás, existe “el pack fútbol”, que significan otros $300 extras. Su puesta en marcha “coincide” con la fecha previa al River – Boca y una semana después de las elecciones legislativas. TNT, Fox y Clarín rezan para que el regreso al fútbol pago sea un éxito.
Córdoba tiene tres canales de aire, pero en ninguno de sus productos parece advertirse las bondades de que los puedan ver en casi todos lados. De hecho se exponen al aclarar que “en todo el mundo” el fútbol “es pago”. Hasta se encargaron de apurar a los interesados a contratar la novedad: “Sólo tenés que llamar por teléfono a Cablevisión y en unas horas te lo habilitan…”.
¿Más? Obviamente las miles de contrataciones del pack traen “beneficios”. El diario La Nación se atrevió a promocionarlas desde sus páginas deportivas: “más estadísticas, información, datos e intimidad”. Como si alguien les hubiera pedido otra cosa que no sean relatores que se dediquen a narrar o comentaristas que le aten los cordones a Diego Latorre.
La llegada de los “nuevos actores” de la TV en el fútbol generó nuevas plataformas, como canales on line. El botón de muestra es TNT Sports, que tiene en uno de sus programas, que se llama “Halcones y palomas”, su línea editorial. De fútbol, ese que nos gusta, el popular, el juego, la dinámica, lo imprevisible, lo impensado, seguramente habrá poco y nada. Y también, por descarte, menos gente del otro lado.
*Por Anibal Abt para La tinta
*Audio: entrevista a Héctor Baldassi de Nuestra Radio FM102.3
