«Hoy duele, pero volveré a caminar conmigo»

«Hoy duele, pero volveré a caminar conmigo»
21 octubre, 2016 por Redacción La tinta

«Violación»+»Nueva Córdoba»+»Estudiante». Al margen de la excitación del periodismo mediocre por el show del morbo, prevalece -o debería hacerlo- el relato en primera persona de una mujer que tuvo que soportar sobre su cuerpo todo el peso del machismo y la violencia. Como no respetaron su silencio, ella ahora habla. El crimen y su después. Lo que se hizo con ese crimen. Los sentimientos. Lo que se hace con ellos.

Por Redacción La tinta

Soy yo. Hasta hace cinco días atrás estaba convencida de que caminaba conmigo, que mi cuerpo y yo estábamos tan entrelazados que nada que no quisiera podría suceder, o por lo menos nada en mi cuerpo, no habría nada que desuniera esa conexión tan profunda que había logrado, interna, de mujer, tan hermosa como un abrazo al terminar una zamba enamorada.

Hoy, me siento suspendida, observando, alguien que mira desde afuera a un cuerpo inerte, sin sentires, que mira de frente a un cuerpo forzado intentando escaparse, un cuerpo que intentaba seguir gritando, salir corriendo, un cuerpo que buscaba a otros cuerpos que pasaran cerca y lo ayudaran a desprenderse de esos brazos opresivos. Pero no pudo, no pudo más porque ese cuerpo sintió que hay fuerzas -y esto es solo literal- que son mayores a la propia. Entonces tenía que elegir, sin pensarlo, priorizar como algo instintivo. Ese cuerpo quería y necesitaba seguir respirando, entonces fue que eligió aflojarse, a modo de autoprotección, de cuidado. Decir tantas veces pudo “tranquilo, tranquilo” para que esa fuerza que lo estaba lastimando, comprimiendo, obligando, no lo haga tanto, para que ese cuerpo no quedara solo en un cuerpo.

Y entonces, después. Después de cinco días sólo hay preguntas: ¿Qué queda del cuerpo? ¿Cuánto dolor habita? ¿Cómo se sigue? ¿Qué se fue?

Sólo me respondo en medio de tantas preguntas que me queda esta vida y el apoyo. La vida y los abrazos, el amor, las danzas, esta vida. Vivir de encuentros, con familia, amigas y amigos hermanados que me completan en existencia, que me hacen sentir que vale la pena, que la vida sigue siendo maravillosa. Compartir con cada uno de estos seres que me acompañan me desborda el corazón.

Ahora me desprendieron, lastimaron este lazo tan hermoso entre este cuerpo que ahora observo y yo, este cuerpo ahora tan intoxicado de sustancias para prevención de enfermedades.

Igual sigo convencida de que en el camino voy a volver a encontrarme, abrazarme, unirme de nuevo conmigo, porque es tanto el amor que siento al lado que pronto volverán los sueños.

Necesitamos hacernos presentes; aquí, ahora y juntos, exigiendo justicia, acompañándonos en encuentros colectivos, marchando, nutriéndonos para seguir caminando con fortaleza, expandiendo nuestros sentires para que sean escuchados, respirando. No camino sola. Somos un solo cuerpo que avanza en tribu, queremos fusionarnos entre nuestros sueños de mujeres libres y despertar sabiéndolos realidad.

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Carta a una compañera

Amiga, hay algo que quiero que conversemos. Además de todo lo que te pasó y lo que tenés que empezar a transitar de ahora en adelante, hay algo que sentimos cuando vivimos estas cosas, la culpa. Es lo primero que tenemos que soltar, para después deshacernos de todo lo demás, de todo lo que nos marca, nos atraviesa y nos determina.

dsc_2486Aunque no lo digas y aunque inclusive vos creas que no, sé que la sentís. Sé que hay un lugar en vos que la siente. Porque mirás para atrás y pensás en todo lo que hiciste y cómo llegaste a esa situación y te parece que vos tendrías que haber hecho algo distinto. Que si te hubieras ido con alguien, que si no hubieras caminado ese tramo, que quizás podrías haber hecho más fuerza para defenderte, que capaz estabas vestida provocativa, que miraste de alguna forma en particular.

 Nada, absolutamente nada, de lo que te pasó es tu culpa. Estamos acostumbradas a que nos manipulen haciéndonos responsables de las cosas que como mujeres, nos hacen pasar.  ¿Por qué tendríamos la culpa? ¿Por elegir vivir? ¿Por no quedarnos encerradas? ¿Por disfrutar de nosotras, de encontrarnos con otras? ¿Por salir de noche? ¿Por no atarnos a ningún hombre? ¿Por sentirnos libres y autónomas? ¿Por saber que nuestro cuerpo y nuestra vida es completamente nuestra?

El capitalismo, el patriarcado, el machismo acérrimo y su misoginia, son los culpables y responsables de esto. Nosotras estamos expuestas todo el tiempo y condenadas solo por ser mujeres. Nos tratan como objetos, determinan nuestro deseo, nuestros cuerpos, nos imponen un proyecto de vida, nos condenan, nos desprecian, nos esclavizan y nos matan. Amiga, nunca, bajo ningún punto de vista, la culpable sos vos.

Cómplices por un click

Por razones evidentes, desde la Unidad Judicial de la Mujer se recomendó expresamente que el tema no llegara a los medios para no interrumpir la investigación. Que los medios de comunicación relataran -o intentaran hacerlo- lo sucedido, pondría en alerta al sádico atacante, dificultando su aprehensión.

whatsapp-image-2016-10-21-at-08-53-11El diario Día a Día intentó averiguar información en la zona y se le comunicó enfáticamente que no publiquen la nota ya que por razones evidentes, colaborarían con alertar al violador, entorpeciendo todo el trabajo que se había realizado hasta ahora para detenerlo.

La nota no salió en ese diario, pero sí ocupó toda la contratapa del diario La Voz del Interior, periódico de la misma compañía (Grupo Clarín). El artículo contaba con información que indudablemente salió del núcleo de la investigación de la Justicia o la Policía.

En sólo cuestión de horas, la noticia ocupó las primeras planas de prácticamente todos los medios de Córdoba. «Violación»+»Nueva Córdoba»+»Estudiante»; palabras tentadoras para los mercenarios de las noticias de diferentes medios como Cadena 3, Canal 8, Canal 12, Canal 10 y el propio Día a Día que -igual de enfermizos y nocivos- levantaron la noticia sin cuestionamientos.

La voracidad y falta de escrúpulos para publicar notas en búsqueda de más lectores; la morbosidad para tratar el tema con datos innecesarios; y la falta de profesionalismo, primero para publicar algo que se había solicitado no se publique y segundo para hacerlo con información errónea y sin confirmación de la fuente; hacen a estos medios, cómplices de la violencia de género, violentando nuevamente.

Para decir  #VivasNosQueremos  es necesario dejar de consumir y legitimar estos medios que son parte del problema, que permanentemente denigran a la mujer y tratan las temáticas de género de una manera hipócrita, reproduciendo constantemente discursos machistas y misóginos que ponen en riesgo la integridad física y psicológica de las mujeres. Su abordaje además de no ser ético, tiene ánimo de lucro amarillista pues no sólo cosifican y manipulan a la mujer y al público, sino también a la información.

Palabras claves: machismo, Medios de comunicación, Ni una menos, Violaciones

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