Cultura es trabajo: artistas en lucha por sus derechos laborales
Artistas de cine, música, artesanía, teatro y artes visuales comparten experiencias y luchas laborales desde las especificidades de cada disciplina, con notables puntos de coincidencia. Dónde buscar y cómo hacer frente a la pandemia en una situación de precarización que la precede.
Por Julieta Pollo para La tinta
El aislamiento social para contener el contagio del coronavirus nos tiene a (casi) todxs en casa. En este contexto, el sector cultural ha sido uno de los más perjudicados ante la imposición de reunirse con sus públicos: escenarios y museos vacíos, rodajes y grabaciones canceladas, y la imposibilidad de tomar contacto con sus públicos en el espacio público o en cualquier lugar físico que implique la reunión de personas. Si bien el estado ha puesto en marcha algunos planes de contingencia para paliar la situación, sobre todo en el plano del acceso a alimentos, y lxs artistas han trazado estrategias de supervivencia -redes de solidaridad, comercialización de productos por internet, presentaciones por redes sociales- es un sector muy golpeado en este contexto.
Pero la desprotección de lxs artistas no es algo nuevo. Las políticas culturales, imprescindibles para la producción, fomento y democratización de la cultura como derecho, a menudo descuidan al primer eslabón de la cadena de producción cultural: lxs artistas en tanto trabajadorxs de la cultura. Es necesario poner en el centro del debate la regulación de su trabajo y una mejor distribución monetaria, federal y de género de la industria cultural.
La antesala de una pintura, una película o un libro es tiempo y dedicación a la formación, investigación y entrenamiento, inversión en herramientas de trabajo y gestiones interminables para que esa creación llegue a materializarse y a fluir en el mercado, para finalmente llegar a otrxs. “Sólo eso” en el mejor de los casos: la gran mayoría de artistas trabaja de modo autogestivo, que se traduce en un conjunto de tareas extra que van desde producir, gestionar, hacer difusión y redes, hasta repartir entradas a domicilio o coser vestuarios.
Desde La tinta conversamos con artistas del cine, la música, la artesanía, las artes escénicas y las artes visuales, para trazar un panorama de experiencias y luchas desde las especificidades de cada disciplina. También hay puntos de notable coincidencia: la falta de políticas concretas desde la Agencia Córdoba Cultura a casi dos meses del comienzo del aislamiento; la redistribución más equitativa de ingresos; la necesidad de fondos de fomento y de planes de contingencia que no sean concursables sino que alcancen a lxs trabajadorxs en situación de emergencia.
Algunos de lxs entrevitadxs han conformado el Frente de Trabajadores de la Cultura, que reúne a más de 15 colectivos de artistas de diferentes ramas, para establecer un canal de dialogo conjunto con los gobiernos y participar más activamente en las acciones implementadas frente a la emergencia sanitaria. Nicolás Kuitca (Sindicato de Músicxs de Córdoba), Laura Gallo (Teatristas en Acción), Sofía Torres Kosiba (Colectiva de Trabajadoras de las Artes Visuales Córdoba), Romina Primo (Feria Artesanal Paseo de las Artes) y Susana Nieri (Acción Mujeres del Cine), hablan en esta nota sobre sus modos de organización colectiva ante el aislamiento social; las respuestas (y ausencias) de los distintos niveles del Estado para contener a un sector históricamente precarizado; y las luchas que vienen sosteniendo en relación a su situación laboral que se vio agudizada pero precede a la pandemia.
Artesanía | «Lo que no hemos tenido nunca: un fomento a la producción»
Romina Primo es artesana del rubro metal. Coordina la Feria Artesanal Paseo de las Artes y en el Frente de Trabajadores de la Cultura es la interlocutora de las diez ferias que conviven en la zona de Güemes (ferias de artesanías, de plantas, de artes plásticas, de libros, de antigüedades, de los niños, de manjares y dulzuras, y otras).
«Nuestro sector es complejo: tenemos una infraestructura que es una plaza municipal -con un deterioro y abandono histórico-, el ordenamiento entre las distintas ferias, cuestiones de tránsito… somos 500 artesanxs fijxs en Guemes y se hablaba de unos 50.000 alrededor del país. Es una economía popular interna muy importante y muy movilizante, porque las ferias activan… pensemos en Guemes mismo. Las ferias estimulan que haya alimentos, comercios, venta ambulante, artistas y espectáculos. La feria de artesanías es un espacio pluricultural a cielo abierto y genera un intercambio cultural con el resto de la ciudad, es acceso a la cultura de todes.
Romina cuenta que la Municipalidad fue la primera en dar una respuesta al sector artesanal en este contexto, a través del Plan de Compromiso Cultural y de la distribución de algunas partidas de alimentos: “Siempre hubo un diálogo muy directo con la Municipalidad pero prácticamente por primera vez se hizo un plan que abarque a todos los feriantes. Son alrededor de $8.000, no es mucho, pero es un incipiente trabajo de fomento: quien recibe debe dictar un taller que puede ser online ahora o presencial más adelante en parques educativos, CPC, o centros culturales. Si se potenciara un poco más, estaría muy bueno”.
Por su parte, la Agencia Córdoba Cultura de Provincia “brilla por su ausencia” dice Romi. “Estamos esperando que nos responda al menos un mensajito. Tiene un área de artesanía pero ligada a artesanos individuales con programas que son para poner un stand en alguna de las ferias privadas que hace, como Feriar. Pero nunca atendiendo al sector artesanal, nunca un fomento a la producción, una instancia de formación o una revalorización a lo artesanal abocada una feria como la nuestra que concentra una gran población: somos unos 500 artesanxs y feriantes estables, más artesanxs que andan por todo el país viajando y vienen de visita. Lo único que nos han ofrecido desde Agencia Córdoba Cultura es que nos saquemos una foto y ellos la cuelgan en la página web, esa es su política cultural respecto a la artesanía. Y en términos generales todos los sectores de la cultura están así con respecto a provincia”.
«A nivel nacional, han lanzado el IFE y la Beca Sostener Cultura del Fondo Nacional de las Artes que incluye por primera vez nuestro rubro. A través de las redes de artesanxs a nivel nacional, presentamos a la presidencia de la nación un petitorio por alimentos que necesitamos con urgencia y por lo que no hemos tenido nunca: un fomento a la producción que nos ayude a costear los materiales. Se vive muy al día: no abrir la feria es no vender, y no vender es no poder reinvertir en materiales», concluye la artesana.
Artes Visuales | «Es muy difícil posicionarnos como trabajadorxs»
Sofía Torres Kosiba es artista visual, especialista de estudios de performance y docente universitaria. Conforma junto a otras artistas cordobesas el Colectiva de Trabajadoras de las Artes Visuales Córdoba que surgió en principio por una necesidad de alzar la voz y realizar performance ante situaciones de abuso y violencia de género en el sector. A través del feminismo, el grupo comenzó a conversar y problematizar su situación como trabajadorxs del arte.
«Si bien la cuarentena agudizó la situación, el tema con las artes visuales no es de ahora: lxs artistas visuales somos lxs únicos que no tenemos ni asociación, ni sindicato, ni instituto nacional de artes visuales, ni entidad que nos organice… no hay ni un tarifario. Hubo épocas en las que existieron organizaciones pero eran bastante cerradas y elitistas. Es muy difícil posicionarnos como trabajadorxs hacia adentro y hacia afuera. La mayoría somos monotributistas pero facturamos solo tres o cuatro veces al año cuando vendemos una obra… estamos tan desdibujadxs que ni siquiera está contemplado nuestro rubro al inscribirnos al monotributo”, explica Sofía.
En Córdoba existen dos carreras universitarias de artes visuales, talleres y artistas autodidactas, y hay poco más que cinco coleccionistas, que son más apasionados del arte que millonarios, según relata la artista. Tampoco dan abasto los espacios ni de exposición. “La venta de obras no es una cuestión simple porque realmente no existe tal nivel de mercado en nuestro país y tenemos una población de artistas visuales enorme”.
“Lxs artistas son quienes dan sentido a los museos, pero vos hacés una exposición y cobra el director del museo, cobra el curador, cobra el montajista, cobra la señora que se ocupa del mantenimiento… pero la artista nunca cobra. Es ridículo.” A nivel nacional lxs trabajadorxs del sector realizaron una intervención el pasado 1º de mayo para problematizar el hecho de que, en contexto de cuarentena, los museos y centros culturales ofrecen en sus redes recorridos y muestras virtuales sustentados con el contenido visual realizado por lxs artistas, aunque ellxs no perciben ningún tipo de remuneración por esto. “Hay una sensación de que vivimos del aire o que hacemos lo que hacemos por amor al arte”, sintetiza Sofía.
En cuanto a las acciones tomadas por el Estado e este contexto, sostiene: «A través del grupo nacional logramos un canal de diálogo con Chino Sanjurjo, Director Nacional de Industrias Culturales del Ministerio de Cultura de la Nación. Hemos planteado la necesidad de medidas a corto plazo ante la situación de emergencia, como ayudas en alimentación y alquileres, y la posibilidad de acceder a nuestros talleres a trabajar. También revisar las becas y convocatorias que han salido, que en muchos casos no incluyen a artistas visuales o que son convocatorias concursables… consideramos que en este contexto no es momento de competir. A nivel local, Provincia brilla por su ausencia y con la Municipalidad tendremos pronto una reunión. No tenemos mucha claridad de cómo o cuándo van a empezar a funcionar los museos, tal vez se podría armar un protocolo para visitas controladas al ser espacios grandes».
Música | «Necesitamos una distribución justa de la riqueza»
Nicolás Kuitca es músico y forma parte de la Asociación Civil SONAR y del Sindicato de Músicos de Córdoba, entidades que propiciaron la creación del Frente de Trabajadores de la Cultura. “Lamentablemente se da bajo estas circunstancias, pero es una gran noticia que quienes somos trabajadores del arte podamos articular en un Frente más amplio- Hay distintos niveles de organización en las distintas ramas artísticas y a veces ver otras experiencias ayuda a concretar políticas hacia dentro del sector”, asegura Nicolás.
La primera acción que realizaron desde SONAR y el Sindicato de Músicos fue armar un Fondo Solidario para músicxs, a través del cual gestionaron más de 600 pedidos de asistencia alimentaria en toda la provincia. “Este contexto desnuda una falencia estructural de precariedad del sector de la música que es una industria mega millonaria en todo el mundo pero concentrada en poquísimas manos. Por eso son importantes los espacios de organización colectiva: no hay soluciones individuales a problemas colectivos. El sector productivo musical es super amplio: va desde las escuelas y talleres de música -que están teniendo problemas muy serios para poder pagar el alquiler-, a los docentes, pasando por estudios de grabación, salas de ensayo, lugares de música en vivo…”, detalla.
A través del trabajo en red a nivel nacional, se otorgaron dos líneas de fomento de INAMU: “La primera contempló a categorías de monotributo C y D, que habían quedado por fuera de IFE, y después otra para el universo que había quedado por fuera de eso. A nivel provincial, estamos presentando planes por sector”.
Nicolás dice que coincidir en un Frente desde distintas ramas del arte tiene que ver también con una reacción al lobby de los grandes empresarios de la industria cultural cordobesa: “Estos empresarios tienen un montón de beneficios otorgados por el estado que han acrecentado ya su gigantesca ganancia. Por ejemplo, existe en Córdoba la Ley 10.032 de exención impositiva que los exime de pagar ingresos brutos de espectáculos de música y teatro. Estamos hablando de muchísimo dinero y eso no se ha visto reflejado en el sector de los trabajadores. Nos parece bien que el Estado fomente la actividad, pero esa ley no ha sido beneficiosa para el sector de los trabajadores como para el sector empresarial. Necesitamos que haya una distribución justa de la riqueza. Por ejemplo, cuando vino Phil Collins a tocar a Córdoba, mediante esta ley el empresario que lo organizó se abstuvo de pagar 2 millones de pesos sólo en concepto de entradas, sin contar otros rubros. Y el único requisito que tuvo para acceder a ese beneficio es la “participación” -porque en la ley no dice contratación- de un artista cordobés. O sea que puede haber un artista en la boletería vendiendo entradas y ya no pagan ingresos brutos…”, advierte el Kuitca.
Le preguntamos sobre la situación de los músicos de cuarteto despedidos en medio de la pandemia, habiendo un DNU que lo prohíbe de por medio: “La industria del cuarteto es una industria consagrada y está en muy pocas manos. Te diría que un 90% de los músicxs del cuarteto está sin cobrar. Desvincular trabajadores en este contexto es desoír un decreto presidencial”.
Cine | «Pensar en redistribución con cupo federal y cupo de género»
Susana Nieri es cineasta y forma parte de Acción Mujeres del Cine, una agrupación federal integrada por más de 200 mujeres y disidencias de distintas provincias. También integra la Red Argentina de Documentalistas (RAD) y, a nivel provincial, la comisión de género de la Asociación de Productores Audiovisuales de Córdoba (APAC).
«El Frente Audiovisual Federal Feminista se armó hace un año, viendo maneras de articular la transformación de un sector como el cine que es históricamente masculino. INCAA no tiene una política pública de género en relación a concursos, ni jurado, ni a quienes conforman consejos asesores. Tampoco en el Ministerio de Cultura de la Nación, cuando en nuestro país el cupo femenino es un derecho ganado hace rato. Nuestro reclamo desde el sector de mujeres y diversidades es el 50/50″, indica Susana. «Creo que es una oportunidad histórica para el INCAA, para realmente pensar en la redistribución del fondo de fomento teniendo en cuenta dos ejes: cupo federal y cupo de género. Si no es una medida radical, es la curita de siempre. Más que un concurso, tiene que ser a nivel política general del INCAA: todo concurso que salga debe tener en cuenta estos cupos. Incluso la Ley de Cine debiera incluir estos conceptos, porque el paradigma de hoy en este sentido no tiene nada que ver con el de 1994 que fue cuando se creó esa ley».
Otro de los puntos fuertes que se está analizando en el sector es la implementación de un nuevo impuesto a las plataformas de streaming como Netflix, Amazon e incluso la nacional CineAR. Para darse una idea, hoy Netflix cuenta con 4.5 millones de suscriptores en Argentina: «Apoyamos al INCAA en esta iniciativa. Muchísimas de nuestras películas se consumen mediante plataformas, tienen que gravar y una parte de ese gravamen tiene que ir a la industria audiovisual porque el consumo a través de plataformas y streaming es una tendencia que cada vez va a ser mayor. Hay que hacer zoom sobre lo que está pasando en una industria como la audiovisual de la cual viven muchísimas personas».
Con respecto al sector en general sostiene: «Nos la pasamos regalando los derechos de nuestras películas, armando ciclos. Con el aislamiento muchxs de nosotrxs hemos donado nuestras obras para que en la gente pueda acceder desde su casa, y ni siquiera eso se reconoce. Las políticas de asistencia que han salido al 80% de lxs trabajadorxs del ámbito del cine no nos contemplan. Las pequeñas productoras han tenido que cerrar sus puertas porque al no haber rodajes ni concursos, al no poder tramitar los pagos, es insostenible. El presidente del INCAA, Luis Puenzo, dice que ha recibido un Instituto totalmente desfinanciado, lo cual seguramente es cierto, y que la cadena de pagos va saliendo muy despacio. Si bien hay rumores de que van a salir concursos, aún nada concreto».
«El Fondo Nacional de las Artes sacó la Beca Sostener Cultura… en un contexto en el que estamos todes encerrades, debería ser más simple y debería tener entidad de subsidio, no de concurso. Aunque sea para “Desarrollo de proyecto” que es algo que podemos trabajar desde casa, y con lapsos de cobro rápidos, no de acá a tres meses porque estamos e emergencia hoy (y hace dos meses ya)». A nivel local hubo una iniciativa de Municipalidad, y el Polo Audiovisual viene teniendo reuniones con las agrupaciones del sector cordobés pero aún no hay medidas concretas«.
Teatro | «La solidaridad siempre viene de quienes menos tienen»
Laura Gallo es actriz y forma parte de Ulularia Teatro. Junto a otrxs colegas, empezaron a organizarse en asamblea hace más de 9 años, y fueron mutando con los años y las luchas (la Ley Provincial de Teatro que finalmente nunca salió, la intervención de los globos negros a 10 años del incendio del Teatro Comedia, reclamos por demoras de hasta dos años en el pago de servicios realizados, entre otros). Hoy toman el nombre de Teatristas en Acción, que a su vez forma parte del Frente de Trabajadores de la Cultura.
“En Teatristas en Acción convergen artistas que vienen trabajando hace muchísimo tiempo. Participan grupos de teatro independiente, de circo, danza, narradorxs orales, mimos, la red de salas de teatro, talleristas, docentes de teatro, gestorxs culturales, entre otrxs”, cuenta Laura. «Realmente la situación está muy difícil para muchxs artistas. Nosotrxs trabajamos frente a público, que es lo último que va a volver, y muchxs también trabajan en la calle que son los más perjudicados. Por esto nuestro principal reclamo es que se implementen planes de contingencia y hemos pedido también que los planes tengan convocatorias que no se basen en trayectoria… la emergencia nos posiciona desde otro lugar. Realmente deben ser dirigidos a la gente que está necesitado ese apoyo económico».
Frente a la pandemia, el sector teatral independiente organizó un Fondo Solidario, «una iniciativa absolutamente independiente para artistas de las artes escénicas que estaban en situación de emergencia alimentaria y de precariedad. También hubo un proyecto de sala virtual con gorra virtual para dar trabajo a los grupos que estuvieran necesitando, iniciativa de Mariano Muñoz que también es teatrista», dice Laura. «Fue emocionante para mí ver la respuesta de la gente que dedica horas de trabajo sin ningún tipo de remuneración y de manera absolutamente solidaria, con una gran generosidad porque es mucho trabajo. Y la solidaridad siempre viene de quienes menos tienen».
Respecto de las acciones implementadas, cuenta: «A nivel nacional salió bastante rápido el Plan Podestá del Instituto Nacional del Teatro, que propone por ejemplo pagar funciones adelantadas, que nos pareció re buena idea. De todos modos, quedó mucha gente por fuera del plan, que intentamos alcanzar con nuestro Fondo Solidario, y estamos en conversación con el representante del INT en Córdoba, Ricardo Bertone, para ver cómo contemplamos a estas personas. A nivel local solo ha salido el Plan de Compromiso Cultural de la Municipalidad, y la Agencia Córdoba Cultura de la Provincia solo hizo un ciclo de videos por internet, pero no ha elaborado un plan de contingencia más allá de repartir algunos módulos alimenticios».
¡Agendá!
Ministerio de Cultura de la Nación
Fondo Nacional de las Artes
Instituto Nacional del Teatro
Instituto Nacional de la Música (INAMU)
Agencia Córdoba Cultura / Gobierno de la Provincia de Córdoba
Secretaría de Cultura / Municipalidad de Córdoba
Polo Audiovisual Córdoba
SONAR
Sindicato de Músicos de la Provincia de Córdoba
Artistas Visuales Autoconvocades / artistasautoconvocades2020@gmail.com
*Por Julieta Pollo para La tinta. Imagen de portada: Juan Delfini.