Niñez y juventud en riesgo, trabajadoras precarizadas ¿y despidos encubiertos?
El pasado jueves 12 de diciembre, las profesionales de Trabajo Social, que desempeñan funciones en SeNAF en el área de Penal Juvenil, fueron avisadas de unas “vacaciones compulsivas” hasta el 1 de enero de 2020, luego de las cuales su convenio de trabajo no podría ser garantizado. A esta inestabilidad, se le suman 20 socio-pedagogas que trabajan en el Complejo Esperanza y más de 150 profesionales en otras áreas gubernamentales, como ser el Organismo de Protección de Derechos, Medidas Excepcionales, Residencias, Casas Abiertas y otros Programas de la SeNAF que trabajan con niñes y jóvenes en situaciones de vulnerabilidad. Las trabajadoras venían organizándose para reclamar por estabilidad laboral, derechos y protecciones, no sólo para ellas, sino también para las familias con las que trabajan. El Gobierno de la Provincia de Córdoba no sólo eligió no negociar, sino que respondió con un recorte brutal de los programas.
Por Redacción La tinta
La protección de les niñes y jóvenes es una deuda pendiente de los Estados. Los paradigmas del cuidado han ido cambiando lentamente, pero el sistema institucional todavía no logra adaptarse, arrastrando viejas prácticas y lógicas, y, por sobre todo, sin un presupuesto acorde a la necesidad real de grupos sociales en riesgo. En este marco, la Secretaría de Niñez, adolescencia y Familia (SeNAF), bajo el éjido provincial, tiene la tarea de protección integral, trabajando con las familias y las organizaciones sociales y ONGs más cercanas a quienes están en una situación de vulnerabilidad, intentando que eses niñes o jóvenes puedan mantener sus centros de vida y evitando que las familias sean juzgadas en su situación y ayudadas a afrontarla para restaurar los derechos. Ya casi no existen los “hogares” que reciben niñes arrancados de sus familias, sino espacios comunitarios de contención y programas descentralizados de la Secretaría que realizan trabajos de base y contención social.
Pero estos programas están hoy en riesgo, ya que las trabajadoras que los integran han sido obligadas a tomarse vacaciones hasta el 1 de enero del 2020, y no se les ha asegurado la continuidad laboral. Más aún, las trabajadoras venían denunciando desde hacía meses que estos programas tienen un rol social clave, pero se encuentran totalmente desfinanciados y precarizados, al punto de que las mismas trabajadoras y las familias con las que trabajan se hallan en riesgo constante.
Desde el Colegio de Profesionales en Servicio Social de la Provincia de Córdoba, que apoya a las trabajadoras, manifiestan además que un alto porcentaje de les 190 jóvenes alojades en el Complejo Esperanza/CESAM quedarían también sin seguimiento e intervención profesional, incluyendo sus familias con quienes se trabaja intensivamente.
El alcance de estas medidas es enorme, ya que afectan a cientos de personas, trabajadoras y trabajadores que dependen del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, del Ministerio de Desarrollo Social y del Ministerio de Salud, como explican en su comunicado.
«Somos les trabajadores de los equipos técnicos de Senaf. Somos del área de Penal Juvenil de SeNAF, que intervenimos con jóvenes acusades de cometer delitos, y sus familias. Somos Trabajadoras sociales que trabajamos en el centro de Admisión y diagnóstico, también Trabajadoras Sociales y operadores territoriales de los equipos técnicos zonales que hacemos el seguimiento del niñe, joven judicializade junto a su familia, buscando distintas estrategias de manera integral para responder a las necesidades y fortalecer los derechos de les niñes y jóvenes. Trabajamos además en contextos de encierro. Somos les Psicólogues que bancamos el programa de abordaje psicoeducativo individual, mediación y Tratamiento Tutelar que trabajamos con niñes y jóvenes judicializados y sus familias.
«Somos las trabajadoras sociales, del servicio penitenciario, que nos resguardamos en nuestras mascaras de mono para no ser amedrentadas.
TODES PERTENECIENTES AL MINISTERIO DE JUSTICIA Y DERECHOS HUMANOS.
Somos trabajadoras sociales y psicólogas del polo integral de la mujer que trabajamos en la prevención, acompañamiento, contención, gestionando ayudas económicas, en situación de trata de personas, en Delitos contra la integridad sexual, es los espacios de brigadas con el objetivo de erradicar desde la raíz de este patriarcado colonial y capitalista las violencias contra a las mujeres y personas disidentes.
TODES PERTENECIENTES AL NUEVO MINISTERIO DE LA MUJER.
Somos Trabajadores Sociales, Arquitectos, Ingenieros Administratives, Psicologes, Abogades y estudiantes de las distintas disciplinas que desarrollamos distintos proyectos destinados a barrios populares y villas de la provincia de Córdoba, trabajando junto a les vecines y comunidades articulando la obra pública, la infraestructura y el trabajo socio comunitario en vista de potenciar y fortalecer las condiciones de Hábitat. Somos Becaries y monotributistas. Somos Trabajadoras sociales contratadas como monotributistas, becaries que se encuentran en las oficinas, administratives y un contrato, trabajamos en el Plan Vida Digna, por producción de informe, teniendo que entregar 70 informes socio-económicos de aquellas familias que no puedan cubrir las condiciones habitacionales para acceder a dicha ayuda económica y ampliar su vivienda y realizamos las verificaciones de la construcción de las viviendas que deberían realizar algún ingeniero o arquitecto. Somos las mismas Trabajadoras Sociales que trabajamos con las familias de los barrios más populares que se encuentran por debajo de la línea de indigencia para acceder a la Tarjeta Social. Además, somos las mismas que realizamos entrevistas y luego informes socioeconómicos del programa Tarifa Social, salimos a la calle tanto monotributistas como becaries por igual con hoja de rutas de otras personas, es decir con identidad falsa, ya que no estamos cubiertes, asimismo, las trabajadoras sociales que nos encontramos en la oficina estamos trabajando con el programa de conexión domiciliaria de cloacas de Villa El Libertador, lo cual implica realizar entrevistas a las familias de la zona, posteriormente los informes y toda la logística que conlleva. En dicho ministerio también nos encontramos trabajando en el área de emergencia social. En turismo social como becarias las cuales hacen asistencia y además trabajamos en programas de celiaquía, HIV y Enfermedades crónicas. Somos profesionales que trabajamos con personas mayores, promoviendo actividades dirigida a posicionarles como parte activa de la sociedad.
TODES PERTENECIENTES AL MINISTERIO DE DESARROLLO SOCIAL.
También Somos Trabajadoras Sociales, Psicólogues que trabajamos en el programa de enfermedades crónicas, como cáncer de colon, brindando asesoramiento, información, prevención, contención a las personas con dicho padecimiento y sus familias. Somos mediques auditores 3 monotributistas, Trabajadores sociales 3 monotributistas, 1 farmacéutico mono y administratives 20 aprox del Programa Incluir Salud, trabajamos con todas las personas pensionadas por discapacidad y madres de 7 hijos o más, brindando atención de salud, medicamentos y asesoramiento correspondiente. Somos psicologues, psiquiatras y trabajadores sociales, 15 monotributistas que trabajamos en el IPAD realizando apoyatura de guardia y trabajando con personas mayores de edad que se encuentran internadas por alto consumo problemático de sustancias psicoactivas y además se interviene con sus familias. Asimismo, somos todes les compañeres del Hospital Rawson.
TODES PERTENECIENTES AL MINISTERIO DE SALUD».
Como siempre, las tareas de cuidado en nuestras sociedades, tan vitales para la supervivencia, en este caso, de niñes y jóvenes, se encuentran precarizadas, desfinanciadas y ninguneadas en importancia.
Son múltiples los programas de la Provincia que se quedan sin trabajadoras y son muchas más las familias que se quedan sin acompañamientos indispensables.
Este reclamo se suma a los tantos que se vienen denunciando en la provincia, siendo el más visible el de las trabajadoras del Polo de la Mujer. De nuevo, se anuncian medidas y proyectos, pero se somete a trabajadoras a condiciones desfavorables y se ponen en riesgo sus vidas y las vidas de las familias con las que trabajan.
No son políticas de cuidado reales, sino paliativos momentáneos. Las trabajadoras están en alerta, ¡cuidemos a las que nos cuidan!
*Por Redacción La tinta / Imágenes: La tinta.