Gritar hasta que se escuche
El martes 3 de diciembre, se realizaron sentadas simultáneas en los Ministerios de Educación de Córdoba, San Juan y Buenos Aires para exigir que la escuela sea un ámbito de respeto e igualdad para lxs niñxs trans y todas las infancias. Desde la Asociación Civil Infancias Libres, expresaron: «Las niñeces y adolescencias trans no pueden seguir esperando, ayudanos a visibilizar sus derechos y a que se les respete».
Por Redacción La tinta
«Gritar hasta que se escuche.
Gritarle a la indiferencia.
Gritar tan fuerte como se pueda y aún más.
Gritar hasta quedar sin voz y con el cuerpo dolorido de tantas violencias.
Gritar el amor que le falta a este mundo y garantizarle un futuro más digno a nuestrxs hijxs».
Infancias libres
Si bien la letra de la ley promete garantizar el derecho a la identidad de género, hay instituciones que son verdaderos obstáculos para desarrollar una vida superando el binarismo biologicista mujer-varón. La Asociación Civil Infancias Libres tiene como objetivo promover la igualdad de los derechos de infancias y adolescencias trans, la no discriminación por identidad de género u orientación sexual, la inserción en la sociedad, la comunidad educativa y el sistema de salud para una mejor calidad de vida.
La sentada realizada el martes pasado expresa demandas que deberían estar saldadas tras 13 años de la aprobación de la Ley de Educación Sexual Integral (26.150) y casi siete años de la Ley de Identidad de Géneros (26.743). Desde la Asociación Civil, tienen claro que, para realmente avanzar en infancias libres, resulta urgente la intervención del Estado garantizando el cumplimiento y la modificación de las leyes ya existentes.
La construcción de la identidad desde la niñez es una preocupación que estas familias asumen como urgencia. En julio de 2019, presentaron un Informe sobre la situación actual de las experiencias de niñeces trans, a partir de un relevamiento estadístico de quienes han transitado por la Asociación Civil. Allí explican que, si bien la infancia es un período que pareciera no estar condicionado por estructuras predeterminadas, es cuando están expuestas a diversos universos, actividades, saberes y conocimientos que conformarán y construirán su identidad. “¿Qué pasa cuando un plano que debería estar supuestamente alineado o no presentar disconformidades comienza a expresarse?”, se preguntan y exponen que “el género es una dimensión que atraviesa estos universos, actividades, conocimientos y saberes al cual lxs niñxs se encuentran expuestos, y desde allí son interpelados”.
Gisela Rodríguez es referente de Infancias Libres Córdoba, desde donde acompañan a familias en el camino de la construcción y conformación de la subjetividad de les niñes. Explica que el rol de las instituciones es fundamental y la situación actual es preocupante: “No hay conocimiento y cumplimiento real de la Ley de Identidad de Género, hay mucha violencia institucional todavía, más allá de las capacitaciones”. Estos espacios formativos, nos cuenta, son dictados, en su mayoría, por las propias familias, siendo escaso el personal docente que se presenta por ser un contenido no obligatorio. “Nosotrxs queremos que sea obligatorio en todos los niveles educativos, que se empiece a visibilizar todo este tipo de temática de las corporalidades trans en la Educación Sexual Integral”.
La acción realizada en el Ministerio de Educación, explica Gisela, fue para reclamar por “la aplicación de la Ley de Identidad de Género, haciendo hincapié en el artículo 12 que establece el trato digno; la capacitación docente como urgencia en todos los niveles educativos, para directivos, inspectores y docentes”. Cansadas de la ESI biologicista y binaria, exigen la actualización y modificación de la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) “para que se apliquen y reformulen las láminas visualizando las corporalidades travesti y trans. Necesitamos que el establecimiento educativo sea un lugar de contención y amor, no un lugar de resistencia, nuestras niñeces tienen derechos y deben hacerlos cumplir, y el Estado es responsable de todas estas acciones”.
En el marco de la sentada también, presentaron un documento al Ministerio de Educación que sigue sin respuesta, con una promesa de reunión que aún no tiene fecha. “Es el principio de una gran lucha, porque, hasta que no se respeten los derechos de nuestras infancias y adolescencias trans, no vamos a parar”, afirma Gisele, reclamando el rol necesario que debe jugar el Estado. “Como Asociación y como familia, no podemos solos, el Estado tiene que acompañar y tenemos que articular, necesitamos urgente que el Estado se haga cargo de esta situación”.
*Por Redacción La tinta / Imágenes: La tinta.
