Denuncian «matonerismo e impunidad sojera» en el norte de Córdoba
Desde la Red de Médicos de Pueblos Fumigados, acusan que un profesional de la salud de la localidad cordobesa de Avellaneda fue fumigado por productores sojeros. Al denunciar la situación, los acusados amenazaron con quemarle la casa e instaron a que se fuera del pueblo.
Por Redacción La tinta
En septiembre, comienza la temporada más intensa de fumigaciones en Argentina, ya que es la época del año en que se lleva a cabo el «barbecho químico”, el período de aplicación de agroquímicos entre el primer tratamiento herbicida que se realiza después de la cosecha y la siembra directa del cultivo siguiente.
La base del barbecho químico está constituida por principios activos no selectivos y de amplio espectro, como el glifosato, los cuales pueden complementarse con herbicidas hormonales y otros herbicidas residuales. «Es un proceso donde los productores sojeros buscan eliminar toda la vegetación de los lotes, exterminarla para que no quede ninguna planta y, luego de muchas aplicaciones de glifosato, dicamba, 2.4D, atrazina, etc. en distintas combinaciones, quede un lote “limpio” de vida vegetal donde ellos sembrarán el maíz o la soja transgénica que es la única que podrá prosperar en ese suelo cargado de glifosato y, prácticamente, sin vida», explica el Dr. Medardo Ávila Vázquez, integrante de la Red de Médicos de Pueblos Fumigados.
Desde la organización, remarcan que la dinámica de fumigaciones, en esta época del año, es muy acelerada y que, en esas condiciones, los productores «no se detienen a considerar condiciones climáticas adversas que pueden desencadenar derivas incontrolables, como viento, temperatura y humedad inadecuadas».
En este contexto, desde la Red de Médicos de Pueblos Fumigados, denuncian que, el 20 de septiembre, los empresarios que arrendan y explotan hectáreas en la zona de Avellaneda (Departamento de Ischilín) «fumigaron sin consideración» a la familia del médico del pueblo, el doctor Oscar Mugas, «generando síntomas de irritación aguda y malestar físico y neurológico en sus miembros». La casa del médico queda a escasos 10 metros del límite del lote que acusan fue fumigado por los hermanos Mateos».
El hecho fue denunciado en el área de Inspección y Controles del Ministerio de Agricultura del Gobierno de Córdoba.
«Los inspectores encontraron varias irregularidades y aplicaron sanciones a los hermanos Mateos. Pero, al otro día, estos jóvenes empresarios se apersonaron en el domicilio del médico afectado por las fumigaciones, quien salió a recibirlos creyendo que venían a pedirle disculpas y ver si necesitaban algo, pero no fue así, venían a insultarlo y amenazarlo con quemarle la casa, incluso, le exigieron que se fuera a vivir a la ciudad porque lo iban a continuar fumigando», lamentaron desde la Red.
* Por Redacción La tinta