Escuelas contaminadas y clases suspendidas por fumigaciones
En la localidad de Exaltación de la Cruz, provincia de Buenos Aires, el lunes 11 de marzo, una avioneta fumigadora pulverizó con agrotóxicos la zona donde se ubican dos escuelas. Vecinxs exigen que se prohíba el uso de los mismos y se avance en formas no perjudiciales para la salud humana y no humana.
Por Débora Cerutti para La tinta
El avión aparece, lxs niñxs escuchan su motor, olfatean el químico. Las hojas de las plantas de maíz y de soja son rociadas desde lo alto con sustancias que se esparcen kilómetros a la redonda. El docente frena su clase y pide a sus estudiantes que se cubran los ojos y el rostro. No hay manera de detener lo que cae desde el cielo: afecciones en vías respiratorias, irritación en ojos, vómitos y malestar empiezan a aparecer en los cuerpos de lxs niñxs. No es la primera vez que no avisan. No es la primera vez que lxs fumigan. No es la primera vez que el veneno les entra por la piel.
Leo Moreno, docente de la Escuela Secundaria Técnica Nº 1 y miembro de la Multisectorial contra el Agronegocio La 41, conversó con La tinta y nos detalló lo ocurrido: “Hay dos escuelas que comparten el patio y tienen los edificios pegados. Hubo una fumigación con avioneta, que tiró agrotóxicos, lo que generó mucha alarma. El veneno llegó a las escuelas y generó muchísimo malestar en la salud de quienes estaban allí”.
Las escuelas de Educación Primaria N° 4 y de Educación Secundaria Técnica N° 1 se encuentran ubicadas en una zona aledaña a campos donde se practica la agricultura extensiva de maíz y soja con uso de agrotóxicos, aproximadamente en el km 78 de la ruta nacional 8, en Parada Robles, Exaltación de la Cruz, provincia de Buenos Aires.
Las escuelas están a escasos 300 metros de los campos que se fumigan. Leo manifestó que la exposición que padecen vecinxs de la zona es permanente. “Ayer, no hubo clases en ninguna de las dos instituciones porque se estuvo intentando limpiar, pero es algo que no sabemos cuánto tiempo puede estar ese veneno en las aulas. Lo veamos o no lo veamos, sintamos o no el olor, nos están envenenando. Al ser una fumigación con avioneta, es imposible predecir dónde va a caer ese veneno y sigue pululando el ambiente”.
Envenenar desde los aires
Desde las escuelas y también vecinxs de la zona, se comunicaron con la policía rural, con el poder ejecutivo municipal y otras autoridades para obtener respuestas y soluciones. Lo único que se hizo desde el gobierno fue labrar unas actas que poco tienen de reparador del daño ocasionado. Al respecto, nos dijo Leo: “Por lo visto, quienes fumigaron no contaban con las autorizaciones pertinentes. Eso redunda en una multa, no pasa de ahí y, también, si bien es positivo accionar rápidamente y avisar al Municipio, la respuesta es una acción tardía, el problema ya ocurrió”.
En Exaltación de la Cruz y las zonas aledañas, las fumigaciones se dan de manera permanente. Y Leo nos cuenta que se viene fumigando repetidamente frente al barrio San José y Esperanza donde está la Escuela Primaria N° 8, la Secundaria N° 5 y el Jardín de Infantes. En esos barrios han ocurrido muertes y enfermedades de niñxs y adolescentes. Además, él, junto a una red de vecinxs y docentes, viene denunciando las fumigaciones desde el año 2012. “Otro ejemplo fue cuando en Chenaut nos fumigaron 3 veces con estudiantes adentro, jardín primaria y secundaria. En ese momento, hablamos con autoridades en todo sentido, tanto de la municipalidad como en la esteuctura educativa y Poder Judicial, y no pasó nada”, relata. Tras aquella denuncia realizada en 2012, no hay responsables todavía.
En esta oportunidad, pulverizaron incumpliendo, por un lado, la Ley provincial 10.699 que establece que no puede fumigarse por vía aérea a menos de dos kilómetros de centros poblados. Y, por otro lado, la ordenanza municipal (101/12) que indica que se debe informar previamente a las instituciones educativas ante cada fumigación que se vaya a realizar.
Lxs vecinxs han realizado ya varias denuncias a la fiscalía local, han presenciado sesiones del Consejo Deliberante, han protestado, investigado y, judicialmente, están por presentar medidas para frenar las fumigaciones. Leo plantea que es necesaria la organización bajo una misma exigencia: la prohibición total del uso de agroquímicos y la generación de un Distrito que base su actividad productiva en la agroecología: “O se fumiga con agrotóxicos y nos envenenan, o se genera una producción distinta que, además, va a dar mano de obra y vamos a empezar a comer sano”.
Desde lxs vecinxs y la comunidad educativa de Parada Robles, la Asamblea de Vecinxs Autoconvocados por una Exaltación saludable, la Multisectorial contra el Agronegocio – La 41 y la Asociación Civil Pueblo Exaltación, expresaron en un comunicado que no se acostumbrarán a callar o a mirar para otro lado ante estos atropellos a los derechos humanos elementales. “No es la primera vez que ocurre en nuestro distrito ni en el único lugar. Podemos afirmar que Exaltación de la Cruz es un pueblo fumigado y que no cuenta con casi ninguna protección de parte de los poderes ejecutivos municipal, provincial y nacional”, explican.
Que esperar el colectivo en la ruta, que ir a hacer compras al mercado, que estar en la casa, que aprender a leer en un aula no sean situaciones potencialmente peligrosas de envenenamiento: eso es lo que se exige.
*Por Débora Cerutti para La tinta.