ESI: «Tener la Ley no significa que esté presente en las escuelas, hacen falta cambios culturales y sociales»

ESI: «Tener la Ley no significa que esté presente en las escuelas, hacen falta cambios culturales y sociales»
28 junio, 2018 por Redacción La tinta

En medio de los debates sobre la Ley de IVE, hay otras discusiones pendientes, ¿se garantiza el derecho de niñas, niños y adolescentes a recibir educación sexual? ¿Por qué teniendo una Ley de Educación Sexual Integral aún faltan experiencias sistemáticas de educación sexual en las escuelas? Entrevistamos a Fernando Gutierrez, docente formador de docentes en ESI.

Por Candela Molina para La tinta

Desde la sección de Género y Feminismos de La tinta venimos realizando varias notas sobre Educación Sexual Integral (ESI). Comenzamos con «Toda educación es sexual» para introducirnos en el tema de la educación sexual en escuelas, luego seguimos con algunas líneas temáticas ligadas a la ESI como los talleres educativos de Activando derechos realizados sobre los derechos sexuales no reproductivos y por último los «Compromisos y resistencias en el abordaje de la violencia de género en escuelas», donde analizamos las Jornadas Institucionales “Educar en la igualdad Prevención y Erradicación de la Violencia de Género”.

Recordemos que en nuestro país desde el año 2006 niños, niñas y adolescentes tienen derecho a recibir Educación Sexual Integral en todos los establecimientos y niveles educativos públicos de gestión estatal y privada. Esto es así a partir de la aprobación de la Ley 26.150 que dio lugar a la creación del Programa Nacional de Educación Sexual Integral del Ministerio de Educación de la Nación. Cristalizando un consenso en relación con los lineamientos curriculares para la enseñanza de la Educación Sexual en todos los niveles educativos.

La Ley de ESI establece que es responsabilidad del Estado hacer cumplir el derecho de niños, niñas y adolescentes a recibir Educación Sexual Integral en todos los niveles de todos los establecimientos educativos públicos y privados del país. Asimismo, los lineamientos curriculares establecen esta responsabilidad a docentes, quienes se pueden orientar con los Cuadernos de ESI según el nivel educativo: «ESI para la educación inicial»«ESI para la educación primaria», «ESI para la enseñanza secundaria (I)» y «ESI para la enseñanza secundaria (II)».

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Foto: M.A.f.I.A

¿Qué pasa con la implementación de la ESI?

La vida y la formación virtual nos llevaron a conocer a Fernando Gutierrez, docente que viene realizando -entre formación profesional y laboral- un interesante recorrido ligado a la ESI en espacios educativos. Hace varios años que trabaja en un Programa escolar para el acompañamiento de maternidades y paternidades en escuelas secundarias de la Ciudad de Buenos Aires. Además trabaja como formador de docentes en ESI en la llamada Escuela de Capacitación Docente de la Ciudad de Buenos Aires, y en el Programa Nacional de Educación Sexual Integral, viajando al interior también a capacitar docentes. Además se desempeña como Tutor virtual del curso de ESI del Instituto Nacional de Formación Docente (INFOD).

—La ley de ESI fue aprobada hace 12 años, los lineamientos curriculares para la ESI hace 10 años y la primera edición de los cuadernos con propuestas para los/as docentes con contenidos y actividades para el aula son del año 2012: ¿Por qué pensas que ha costado tanto y aún cuesta su plena efectivización en todas las escuelas?

—La implementación de la ESI es uno de los desafíos pendientes y más complejos que veo en todas las escuelas, por lo menos entre todos los/as docentes que venimos acompañando. Por un lado creo que desde que se aprobó la ley hubo distintas políticas públicas focalizadas para la implementación pero a partir del año 2015 se cortaron parte de esas políticas públicas que fomentaban la producción e impresión de materiales pedagógicos y didácticos, como viajes al interior de todo el país capacitando docentes. Después hay cuestiones generacionales que hacen que docentes más jóvenes nos involucremos en estos temas porque la sexualidad nos atraviesa a todas las personas y a los/as docentes también, muchos decimos no estar capacitados o que la ESI les agrega más trabajo a sus tareas pero creo que parte de la implementación o el abordaje sistemático de la ESI se va dando por los movimientos estudiantiles y de jóvenes que lo ponen en la agenda y lo demandan.

Después, distintas dimensiones, supongo que jurisdiccionales, cuando una provincia no habilita que los materiales que produce Nación lleguen a sus provincias es un obstáculo político importante que seguramente refleja las ideas sociales con respecto a la sexualidad. Mi experiencia se reduce o se circunscribe con mayor conocimiento a Ciudad de Buenos Aires, donde tenemos bastantes antecedentes previos a la Ley. Si bien, hay maestras que antes del 2006 ya pensaba en la sexualidad en las escuelas y la incluían, tampoco hubo una política pública de promoción y formación docente en ESI, por eso es que aún cuesta tanto el abordaje en las escuelas

Claro, en síntesis falta fortalecer políticas públicas de formación docente 


—Yo creo que sí, que habría que fortalecer las políticas públicas de formación docente en Educación Sexual Integral porque por más que la Ley sea del 2006, eso es sólo un enunciado que se va a implementar en la medida que haya políticas públicas concretas. Me parece que hubo algunas interesantes a nivel nacional y que cada jurisdicción hizo un poquito lo que quería, podía o le convenía, han sido muy dispares las implementaciones. Pero sin dudas como dije antes es parte de un proceso social general que va cambiando, que tiene que ver con los movimientos sociales, con los movimientos de mujeres, con poner la sexualidad en la agenda educativa y eso no lo hace sólo el Estado.


—Pensando en la organización institucional de las escuelas y que siempre se dice que a los/as docentes les falta capacitación en ESI, ¿creés que esa puede ser la principal problemática para el abordaje de ESI en las escuelas? o ¿qué otras más hay?

—Sí, la primer reacción es decir: falta capacitación docente, se escucha frecuentemente, y como decía antes yo creo que faltan políticas públicas. Espacios de capacitación hay pero muchas veces falta el interés de los docentes en tomar algo que se presenta como novedoso, por las propias resistencias personales, subjetivas, generacionales. No creo que sea el principal obstáculo para la implementación de la ESI. Pero sí los docentes en general tenemos que hacer un ejercicio más constante de revisión de nuestras prácticas para ver cómo incorporamos los contenidos de la ESI o para ver cómo mejoramos los propios contenidos de nuestros programas.

Otra de las dificultades para la implementación de la ESI tiene que ver con la organización institucional de cada escuela. En muchas escuelas con las que trabajamos y acompañamos encontramos a muchos docentes capacitados, formados, con ganas pero que terminan en propuestas aisladas, talleres no sistemáticos. Entonces ahí me parece importante, casi indispensable la función de los directivos y de la conducción de la escuela para pensar institucionalmente la ESI y que no quede pegado a las voluntades de docentes que nos formamos.

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Fotos: M.A.F.I.A.

—Sí, lo vimos en las Jornadas Educar en Igualdad. Acá en Córdoba fue obligatorio el 6 de junio como Jornada institucional en todas las escuelas para abordar la problemática de la violencia de género y otra vez encontramos dificultades para realizarla. Vemos que esta falta de capacitación en las autoridades escolares para el abordaje de la ESI en la dimensión institucional es un obstáculo importante, ¿a vos qué te parece?

—Sí, las jornadas pueden presentarse como un obstáculo pero a su vez es el modo que tiene el Estado de imponer agenda, hay que hacer algo: lo dice la jornada, lo dice la fecha, la ley. Por ejemplo ahora vamos a hacer una jornada con un compañero en una escuela técnica con docentes y él me pregunta si va a haber autoridades de la escuela que acompañen, a veces uno da capacitaciones a docentes y no hay autoridades escolares de la institución y eso desdibuja mucho la propuesta.

En general, las conducciones de las escuelas, por lo menos en las experiencias de acá de la Ciudad de Buenos Aires, te abren las puertas para que vos trabajes con los docentes pero no se involucran en el armado de proyectos colectivos con los docentes. Entonces terminamos siendo un poco “los especialistas” que venimos de afuera damos la capacitación docente y después no vamos. Cuesta que las escuelas nos convoquen más sistemáticamente y pensemos en la implementación. Esto es una generalidad, hay escuelas que laburan bien, escuelas que tienen Equipos de ESI integrados por muchos docentes, hay otras realidades.

Es importante que la ESI sea abordada por la escuela con el mayor grado de consenso posible realizando vínculos entre la escuela, las familias y la comunidad en general ¿Las instituciones educativas son propensas a realizar actividades que aborden la ESI con las familias?

—Mi respuesta es un poco obvia, trabajando sobretodo en capacitación docente lo que relatan las docentes es que el vínculo con las familias es bastante más propenso en el nivel inicial, un poco menos en primaria y casi nulo en media. Tengo una experiencia de haber trabajado convocando a las familias para trabajar ESI en una escuela técnica y convocamos dos veces y no vino ningún familiar. Es todo un desafío encontrar los modos. Nos cuentan algunos tutores y tutoras de cursos que aprovechan el momento de la entrega de boletines como un momento clave para trabajar con las familias, hacer alguna dinámica o actividad para contarles sobre la Ley de ESI y cómo se abordará en la escuela la sexualidad. Después he participado desde el nivel inicial en algunos encuentros con capacitadores docentes, docentes y familias con actividades más coordinadas e integradas pero bueno ya eso tiene que ver con las presencias de las familias en general según los niveles.


En general las instituciones educativas no son propensas a trabajar la ESI con las familias porque no lo hacen puertas adentro, es decir para pensar en las familias tiene que haber un recorrido al interior de la escuela en el trabajo con estudiantes


—El Senado dio la media sanción al proyecto para la Interrupción Voluntaria del Embarazo. Durante el debate en el Senado en varios discursos, tanto a favor como en contra del proyecto, se mencionó la importancia de la educación sexual para la prevención de embarazos no deseados. Teniendo en cuenta que la educación religiosa se caracteriza por ser reacia a la ESI y que por otro lado no se ha logrado que la ESI se aborde de manera transversal en todas las escuelas, ¿qué opinión tenés al respecto?

—Yo creo que el debate que se sucedió en estos tiempos, tiene que ver principalmente con el movimiento de las mujeres en las calles, ese es el primer punto a considerar, esto no es posible sin el movimiento en las calles. Recuerdo entre los argumentos que se exponían en el debate, no me acuerdo el nombre de quién lo dijo pero lo comparto: todos los sectores que se oponen a la Ley de la Interrupción Voluntaria del Embarazo gratuito y seguro son los mismos sectores que negaron históricamente la educación sexual en las escuelas. Entonces ahora, estos sectores dicen: ¡uy, hay que hacer algo antes! pero cuando fue el momento de pensar en políticas públicas de prevención lo que ellos hicieron fue omitir y dar educación sexual religiosa en sus escuelas. En cambio los mismos sectores que promueven la despenalización del aborto son los sectores que venimos promoviendo la Educación Sexual Integral. De hecho el eslogan de la Campaña es muy elocuente para pensarlo integralmente porque está comprobado empírica o estadísticamente que en los lugares donde se legalizó el aborto la cantidad disminuyó y las políticas públicas de Educación Sexual Integral se fortalecieron.

Contanos sobre experiencias de espacios sistemáticos de ESI en las escuelas

—Lamentablemente no tengo para contar experiencias de implementación sistemática a pesar de trabajar hace muchos años en el tema. Por lo menos, desde mi lugar, no he logrado una construcción colectiva sistemática en las escuelas secundarias donde trabajo, justamente por algunas cuestiones que hablamos antes de la organización institucional de cada escuelas. Sé que las hay, hay escuelas que sí lo vienen trabajando con Equipos de ESI. Cuando es sistemático y continuo es porque la escuela construye un colectivo docente con una conducción que acompaña esta propuesta y puede repetirse en el tiempo. Por lo menos en el contexto de Ciudad de Buenos Aires, yo acompaño a 8 escuelas medias y técnicas y siguen siendo bastante fragmentarias mis experiencias: algunos talleres con docentes, algunos talleres con estudiantes, pero cuesta que la escuela lo tome como una propuesta sistemática

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¿Como tutor del curso del INFOD, a nivel nacional podrías decir lo mismo de otras provincias?

—Me cuesta identificar muchos espacios sistemáticos; lo que sí resulta muy claro es que las docentes y los docentes que tienen cierto recorrido en el feminismo o trabajando la perspectiva de género ya tienen un recorrido realizado para la implementación de la ESI. Entonces tienen más allanado el camino. La ESI ya está permeando en sus prácticas docentes de manera más sistemática. Sobretodo pensando la transversalidad, se nota que va mucho mejor.

Bueno Fernando hay sido muy enriquecedor este intercambio, por último ¿querés decir unas últimas ideas de cierre?

—Primero agradecer el espacio de la entrevista para pensar en la ESI, en los derechos y en la implementación. Luego volver hacer pie en que para pensar la Educación Sexual Integral en las escuelas hay que retomar siempre la perspectiva de derecho. Desde el 2006 tenemos la Ley y eso no significa que porque haya una ley va a ingresar a las escuelas sino cambiamos muchas cuestiones sociales y culturales. A veces las legislaciones y la sociedad van por distintos carriles, los tiempos a veces son distintos y la escuela va de la mano en interacción con la sociedad. Por ejemplo que haya Ley de matrimonio igualitario tiene que ver con que la sociedad estaba en un momento para que eso suceda y eso no quiere decir que no pueda haber discriminaciones homofóbicas en las escuelas. Lo mismo con la Ley del 2013 de Identidad de género que da reconocimiento a las identidades pero no significa que en las escuelas no vaya a haber también discriminación por la identidad trans.

Es un proceso interesante, positivo el que se viene dando, algo ya mencionamos sobre la despenalización del aborto y el movimiento de mujeres en las calles. Si la ley y la sociedad van en un camino, después se requiere de un Estado con políticas públicas claras para que eso se traduzca en prácticas educativas. Y ese es el obstáculo mayor que encuentro ya que no todas las gestiones ni todas las jurisdicciones han tenido políticas claras en ESI.

Reconozco al Programa Nacional de ESI hasta el 2015 una política pública interesante, con recursos, con financiamiento, con trabajo pedagógico pensando en los/as docentes, en las escuelas, en las aulas, en los pibes y en las pibas. Pero la dimensión nacional es muy amplia y después, bueno, cada jurisdicción va haciendo su proceso también, las complejidades del sistema educativo en general.

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*Por Candela Molina para La tinta.

Palabras claves: educación, educación sexual

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