La Iglesia Católica reconoció el “martirio” que sufrió el padre Angelelli
Luego de más de cuarenta años de su asesinato en manos de la última dictadura cívico militar, el papa Francisco autorizó la publicación de un decreto que “reconoce el martirio en odio de la fe padecido por monseñor Enrique Angelelli, los padres Carlos Murias y Gabriel Longueville, y el laico Wenceslao Pedernera”.
Por Redacción La tinta
El 4 de agosto de 1976 el por entonces obispo de La Rioja Enrique Angelelli fue asesinado por miembros del Tercer Cuerpo del Ejército, durante muchos años lo hicieron pasar como un accidente auto. Angelelli era cercano a integrantes del Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo (MSTM) que postulaba la teoría de la liberación de los oprimidos profundizando el conflicto con las autoridades de la Iglesia.
Cuando sucedió el “accidente” en el que murió Angelelli, la policía bloqueó la zona e incautó el vehículo. Apenas pocas horas después, la carpeta con toda la documentación probatoria que Angelelli había logrado reunir sobre el asesinato de los curas estaba en el despacho del Ministro del Interior de la dictadura, el general Albano Harguindeguy. Con el retorno de la democracia se reabrió el expediente y dictaminó que esta muerte se trató de “un crimen fríamente calculado y esperado por la víctima”. Las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, y los indultos del por entonces presidente Carlos Menem impidieron que las investigaciones continuaran.
En 2005, la derogación de la leyes de impunidad permitió que el crimen se investigara como delito de lesa humanidad, y cinco años más tarde se imputó en el expediente al ex dictador Jorge Rafael Videla, a Menéndez y a otros doce militares y policías. El 4 de julio de 2014, Luis Fernando Estrella y Luciano Benjamín Menéndez fueron condenados a cadena perpetua por el crimen de Angelelli.
Enrique Angelelli y el padre Murias eran de Córdoba, el sacerdote Longueville era francés y Pedernera era oriundo de San Luis. Enrique Angelelli nació en Córdoba el 17 de julio de 1923. En 1968, Papa Pablo VI lo designó Obispo de La Rioja y tomó posesión de esa diócesis a partir del 20 de agosto de 1968.
En julio de 1976, los sacerdotes Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville fueron asesinados en la localidad de El Chamical, en La Rioja. El obispo decidió ir al lugar, iniciar por su cuenta las investigaciones y denunciar los motivos de los asesinatos.
La semana pasada la Iglesia Católica realizó este reconocimiento en el marco de los preparativos para la beatificación de Angelelli y sus compañeros. Por su parte, el Monseñor Marcelo Daniel Colombo anticipó que la beatificación será en La Rioja. El Obispo de esa provincia además explicó en una entrevista con Radio María que “esto nos va a permitir comprender el valor que tuvieron estos hombres en aquellos años duros que le tocó vivir a la Argentina. Ser verdaderamente coherente con la fe y con la llamada de Dios costaba la vida”.
Bergoglio y la dictadura
El periodista Horacio Verbitsky, que actualmente preside el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), denunció numerosas veces que “la idea de la denominada memoria completa, que es la línea que está siguiendo el gobierno de Mauricio Macri en este momento, fue lanzada por Bergoglio en el año 2000”. Esto sucedió durante una reunión entre el por entonces Jefe del Ejército del presidente Fernando De La Rúa, general Ricardo Brinzoni y Jorge Bergoglio.
El ex Jefe del Ejército “contó en una entrevista realizada por Nora Veiras para Página/12, que Bergoglio había planteado el tema de la memoria completa y sustituir a la Justicia por una mesa de consenso”. De modo que, su rol en relación a lo sucedido durante la última dictadura cívico militar sería indudable. Para dejar más en claro ese rol, el periodista recordó además que en 2010 el Arzobispo de Mercedes-Luján, Agustín Radrizzani, entregó al Poder Ejecutivo una solicitud de amnistía firmada por Jorge Videla y otros detenidos por crímenes de lesa humanidad. “Bergoglio era el Presidente del Episcopado en ese momento, el Arzobispo de Mercedes-Luján no actuó por su cuenta, fue una decisión del Episcopado”, subrayó.
Ahora cabe analizar en qué lugar queda el reconocimiento que hizo público la semana pasada.
*Por Redacción La tinta.