La memoria de Heraldo hecha semilla: la huerta de la maternidad resiste
Vecinas y vecinos de Villa La Maternidad resisten el desalojo de la huerta comunitaria del barrio ante el avance de la construcción del puente Letizia. El Gobierno dividió a los vecinos y dejó fuera de la mesa de diálogo a un centenar de familias. Una trama de resistencias que lleva ya más de diez años.
Por Redacción La tinta
Villa La Maternidad es un predio de 50 metros de largo por 30 metros de ancho ubicado en barrio San Vicente, en el límite con el centro de la ciudad de Córdoba. En 2004, el gobierno provincial de José Manuel De la Sota se obsesionó con erradicar los asentamientos precarios -sobre todo los de gran valor inmobiliario- y reinstalar a los vecinos fuera del anillo de Circunvalación, en los barrios ciudad.
Desde entonces, la Villa resistió numerosos embistes de diferentes gobiernos que intentaron una y otra vez comprar voluntades, desalojar por la fuerza, amedrentar a los vecinos y ensuciar la organización interna que se originó en el barrio al calor de la resistencia.
Parte nodal de esa organización interna es la huerta comunitaria, que surgió precisamente en 2004, en un contexto de lucha ante el desalojo masivo en la villa.
El proyecto de la huerta comunitaria nació de la mano de Heraldo Eslava, vecino que vivía en Villa La Maternidad desde los años ’60, cuando eligió la ciudad de Córdoba para instalarse y estudiar medicina. Si bien no pudo terminar la carrera, continuó estudiando otros oficios y ejerciendo su oficio de relojero.
En aquel entonces, Heraldo empezó a limpiar el terreno de escombros y a sembrar con semillas que iba consiguiendo. Con la asesoría de estudiantes de Agronomía de la UNC, Heraldo empezó a hacer una huerta sobre las casas que habían sido derrumbadas por el Gobierno.
Durante años el espacio funcionó como un lugar donde se intercambian conocimientos sobre agroecología, intercambio de saberes, y un espacio de recreación para niños y niñas del barrio en contacto con la tierra. Finalmente, Heraldo falleció -en circunstancias poco claras y aún no resueltas- y la posta de la huerta quedó en manos de todas las personas que habían acompañado el proceso. La casa donde vivía Eslava se convirtió en la Biblioteca Popular Heraldo Eslava.
En diálogo con La tinta, uno de sus integrantes, Nacho, precisó: «En la huerta más que nada participan los niños del barrio. Vienen a aprender a sembrar, a cosechar, a reconocer las plantas e incluso a cocinarlas. Ha servido como intercambio de saberes de agroecología, se hacen talleres de construcción natural. Hemos articulado con huertas de otros barrios o con organizaciones como los Agricultores Urbanos».
El espacio siempre funcionó de manera autónoma, con la fuerza voluntaria de sus integrantes y a veces con la venta de plantines para gestionar gastos de la huerta.
La amenaza del desalojo
El Gobierno de Córdoba anunció con bombos platillos un nuevo acceso hacia la Terminal de Ómnibus por Costanera. Actualmente, el puente Letizia se alza como una mole de cemento que atraviesa el río y llega hasta el río Suquía. Los planes de la Provincia son que pase exactamente por arriba de la urbanización y llegue hasta calle Agustín Garzón.
En este marco, el gobierno negoció con 16 familias la reubicación de sus viviendas en otro barrio para liberar los terrenos por donde pasaría la obra. Sin embargo, en Villa La Maternidad viven más de 100 familias que se verán directamente afectadas por la gigantesca obra vial por donde pasarán diariamente más de 900 colectivos de larga distancia.
El espacio de la huerta comunitaria, por supuesto, quedó fuera de la negociación. «El Gobierno dividió a los vecinos porque sólo negoció con las familias que estaban en el camino del puente y a los otros los dejó afuera de la mesa de diálogo (…) Nosotros no nos queremos trasladar. El Gobierno dice que quiere revalorizar la zona y promocionar espacios verdes. Esa puede ser una opción, que respete este espacio, no hace falta que lo tiren y hagan otro nuevo (…) La idea es pensar cómo podemos resistir este espacio que es histórico», sugirió Nacho.
Desde la Huerta de Villa La Maternidad convocan a todas las organizaciones, movimientos sociales, centros culturales, artistas e individuos que estén atentos a resistir este espacio que además de huerta, oficia de espacio común y plaza de los vecinos de la zona.
Para conocer el trabajo de la huerta, podés acercarte los miércoles y sábado a partir de las 15 en calle Agustín Garzón, esquina Pasaje Letizia. El próximo sábado 3 de marzo, a partir de las 14, se realizará una minga colectiva en la huerta. A partir de marzo comenzarán también las actividades y el apoyo escolar en la Biblioteca Popular Heraldo Eslava.
* Por Redacción La tinta / Imágenes: Colectivo Manifiesto.
