
Crónica de otro desalojo campo adentro
La mañana del pasado 13 de abril, Antonio no durmió. Miraba fijo el camino de piedra. Campo adentro, todo era silencio, también una garúa finita y constante. Un cielo encapotado, el viento frío del norte y el otoño. De pronto, un patrullero, un juez, un camión de mudanzas. El desalojo. Por Santiago Torrado.