Las monstras y los cuerpos

Las monstras y los cuerpos
30 junio, 2017 por Redacción La tinta

Provocaciones a nuestras certezas. Lo potente de ponerse a recapitular nuestras historias de vida, cómo llegamos a ser quienes somos, cómo esta instalación llegó a ser lo que es, quién(es) está siendo. Conversaciones con Salchichón Primavera, con la Condesa, con Maite y con nosotras mismas.

Hasta el 30 de julio se puede habitar “La Condesa. Nadie sabe lo que puede un cuerpo”, instalación realizada por el colectivo Salchichón Primavera en el Museo de Antropología (Hipólito Yrigoyen 174), abierto de 9 a 17 hs. De manera paralela, se puede realizar un recorrido virtual en www.la-condesa.com. Con Lali Zanotti y Melina Alzogaray, integrantes del colectivo Salchichón Primavera, tuvimos una charla que derivó en profundas y diversas bifurcaciones.

Devenir en proceso

“La Condesa. Nadie sabe lo que puede un cuerpo” es un proyecto que surge hace dos años como resultado de inquietudes varias y diversas que encontraron su lugar colectivo para seguirse inquietando y diversificando. Había algo dando vueltas: cómo, a partir de la oralidad y la historia de vida, generar espacios políticos en la reconstrucción de la historia colectiva.

Intervencion-Salchichon-Primavera“Es Laura”, dijeron cuando la vieron. Es la marginalidad. Una historia de vida, la de Laura Dominique Pilleri, sí, afirmaron entre ellas. Una Laura que anuda muchas hebras. Una condesa, sí, la de las cloacas de Córdoba. La condesa vestida. La condesa desnuda. La monstra.

Laura había participado de unos talleres en la Universidad Nacional de Córdoba, donde conoció a las integrantes de Salchichón Primavera, quienes le proponen contar su historia. Laura salía en libertad después de 19 años de encierro en la cárcel y tenía mucho para decir. Sabía que podía vivir y sabía que podía morir. Ella sabía lo incierto de ese devenir.

La historia de vida contada por Laura y sus palabras quedó trunca cuando murió al mes de salir del penal. El proyecto tuvo que ir necesariamente a las voces colectivas a preguntar qué podía el cuerpo de Laura. Qué podíamos las que no éramos Laura. Quiénes éramos sin Laura:  “La Laura y su historia de vida, devino en varias historias de vida” , nos dicen Lali y Melina. Así comienza un proceso muy largo de entrevistas en profundidad a cuatro personas que amaban a Laura: Diego Neo, Eugenia Aravena, Claudia Pilleri y Maite Amaya.

Travestida y desnuda, azota Córdoba

“Laura era una comunidad”, nos dicen las voces de Salchichón Primavera, colectivo conformado por Melina Alzogaray, Lali Zanotti, Elena Pollán González y Pío Longo, al tiempo que se largan a explicar la frase: “Laura representaba la comunidad de gente que está presa. A la comunidad trans, a los sectores populares, a las trabajadoras sexuales, a la gente que convive con VIH. Estudiaba en la universidad. Escribía. Tuvo la capacidad de poder hacerse de un montón de universos. Ella podía hablar sobre un montón de universos. Universos que dentro de esta Córdoba conservadora están en los márgenes”.

Laura es nombrada infinitamente.  Ella era la que venía a azotar Córdoba, la que venía a romper la estructura moral hipócrita. Ella era un cuerpo, era un territorio, era un mapa, era la voz de las cloacas de Córdoba.  Laura es infinita. Qué más, cuánto más de ella hubiéramos sabido si la muerte no hubiese llegado a su cuerpo, es una pregunta que se hacen Lali y Melina y nos queda resonando.

Pensamiento y arte travesti

Laura no se queda quieta. ¿Cuántas maneras hay de trazar Córdoba?, se preguntaron desde Salchichón Primavera. Y se dieron con que infinitas, como Laura. Una intervención rizomática en el piso del museo de Antropología. Imaginarios desplegados en torno a posibles recorridos, a cartografiar y trazar en el piso las líneas troncales de las cloacas de la ciudad de Córdoba. O quizás la cartografía sea la del cuerpo de Laura y de sus venas. O la sangre de todas las travestis que mataron en Córdoba.


El formato de “La Condesa, nadie sabe lo que puede un cuerpo” es indescriptible. Es multimedio. Es archivo vivo y en permanente movimiento. El proyecto encarado por Salchichón Primavera no está cerrado y por ende no tiene límites. Sale de lo obvio, de lo literal. Una cama no es solo una cama. Una habitación no es sólo una habitación. Una intervención que dispara reflexiones respecto a lo artístico, lo político, lo ideológico, lo ético, lo visceral. Pone en diálogo una multiplicidad disciplinar. Un “pensamiento travesti” es la esencia que marcan Lali y Melina; “un pensamiento feminista y libertario de cómo generar composiciones que vayan hacia otro lugar”.


Generaron un poderoso material de entrevistas y archivo, o como ellas lo llaman, un “anti-archivo” que se revela contra cualquier manera de hacer un archivo, que va a ir mutando, que está, en algún punto, encriptado en un “código abierto”. En www.la-condesa.com se puede acceder a “cápsulas” audiovisuales de escasos minutos que condensan elementos diversos. Al mismo tiempo, el material en bruto de las entrevistas realizadas, las historias de vidas narradas en dichas entrevistas, están disponibles en su totalidad en Youtube.

Esto es parte del “hacer arte desde un lugar travesti”, nos dicen las voces de Salchichón Primavera: “Sentarse a ver lo que pasaba después, lo que nos pasaba a nosotras con el material producido. Llegabas a tu casa, soñabas después de todo el proceso de edición. A todas nos tocaba en algún punto, algo, fibras que se movían”.

Monstra feminista

“Es casi un laberinto lo que se construyó. Una cosa rizomática anárquica”, dicen las Salchichón Primavera. Ellas defienden esta identidad “monstra” tal como la definía Maite Amaya. Es un trabajo donde hay muchas formas de entrar y de salir en esta gran monstra que como dicen sus creadoras, se suma y reivindica todas las luchas que está habiendo en Córdoba:  “Acá estamos. Somos un montón. Y le estamos metiendo el pecho. Es para decir no estamos solas, estamos todas nosotras”. 

A su vez, la monstra aborda lo complejo de la identidad: “De los colectivos políticos, de los cuerpos de las personas, el deseo, las formas de luchar, las formas de rebelarnos. Con un solo punto de vista no nos quedamos, no podemos”, afirman Lali y Melina.

Maitemonstra

“La muerte está en este proyecto. La muerte de Laura es la que abre paso a que sea la Maite, si se quiere, la protagonista más potente del archivo”. El proyecto comenzó con la muerte de Laura y se cierra en este, su primer ciclo, con la muerte de Maite Amaya, luchadora cordobesa militante de la Federación de Organizaciones de Base, bruja, trava, feminista y libertaria. La realidad supera la ficción, siempre, reflexionan Lali y Melina.

Ellas nos cuentan el acercamiento que tuvieron con Maite; “cada encuentro era un viaje sideral hacia las profundidades del inframundo cordobés y de ella. Se abrió con una generosidad, con el amor que tenía por Laura. Y también porque ella entendía perfectamente la potencia política que tenía lo que estaba sucediendo, que fuéramos a verla, ella sabía cuál era su potencia. Y se dio toda a nosotras. Entonces nos empujó mucho, nos impulsó mucho, le dio mucho sentido”.


Cuentan también que soñaban mucho con ella después de entrevistarla y que en las entrevistas iba y venía por donde quería: “Tan consciente de su elección personal de cómo habitar este mundo, cómo cambiarlo y cómo crearlo. Narrarse a sí misma. Y a su vez invitándonos todo el tiempo a hacerlo de manera conjunta. Tuvimos la suerte de conocer esa mejor versión de la Maite de darse por completo. Y creo que lo que hace es renovar el deseo de que Córdoba sea cada día más travesti”.


Los devenires de los mundos posibles, son tantos como las respuestas a la pregunta de qué puede un cuerpo. Si más aún, nos preguntamos qué pueden muchos cuerpos juntos, el universo que se abre es infinito, como Laura, como Maite. Monstruosamente curioso y travesti.

Palabras claves: Arte, La Condesa, Laura Dominique Pilleri, Maite Amaya, Museo de Antropología, Salchichón Primavera, travesti

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