México: “¡La verdad no se calla, ni con muertos ni con balas!”
Georgina González Álvarez para Desinformémonos
Tan sólo en este mes el plomo se ha llevado a tres plumas que le daban sentido a la realidad. El más reciente fue el asesinato de la periodista Miroslava Breach, corresponsal de La Jornada en Chihuahua. Su muerte sacó a las calles a periodistas y sectores de la sociedad civil que exigieron justicia.
La convocatoria reunió sobre todo a reporteros y fotógrafos. Era extraño, periodistas cubriendo una manifestación de periodistas que demandaban justicia y un freno a los asesinatos contra sus compañeros, además de reclamar la ineptitud de la Fiscalía para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE).
Caminaron juntos con el hartazgo a cuestas, la rabia, la voz entrecortada de quienes no quieren que ninguno de los suyos quede entre esta guerra de plazas y mordazas, aquellos que se oponen al silencio de las balas y la impunidad de las instituciones.
Los dueños de los medios de comunicación, ausentes. Caminaron periodistas, reporteros, camarógrafos, fotógrafos, familiares, activistas, estudiantes y padres de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa y las consignas fueron claras: “¡Gobierno farsante que matas informantes” y “Estado fascista que matas periodistas”.
Periodistas y miembros de la sociedad civil marcharon por Reforma y se plantaron frente a la Procuraduría General de la República (PGR) para reclamar la incapacidad del Estado, de los gobiernos locales, de la FEADLE. El periodista Témoris Grecko dio lectura al comunicado que varias organizaciones, colectivos de periodistas y ciudadanos firmaron días antes, y señaló que la Fiscalía solo actúa para la simulación y que las investigaciones están en punto muerto porque las autoridades no están actuando.
Al final, la reja de la PGR se vistió de periódicos manchados en tinta roja y de fotografías con la imagen de Miroslava Breach que ni el viento arrancó.
*Por Georgina González Álvarez para Desinformémonos