Alimentación sana, segura y soberana: un cuadernillo para compartir la mesa

Alimentación sana, segura y soberana: un cuadernillo para compartir la mesa
15 febrero, 2022 por Soledad Sgarella

Comenzando el año, la Unión de Trabajadorxs de la Tierra (UTT) presentó un cuadernillo de descarga libre para la formación de promotorxs de alimentación sana, segura y soberana, producto del trabajo colectivo entre productoras de la UTT y un equipo de docentes e investigadorxs de la Universidad de Buenos Aires, de la Universidad de La Matanza y del CONICET. Hablamos con ellas para saber más sobre una publicación que aborda temas de alimentación atravesados con la salud y la nutrición, con la forma de producir, con la cultura y el acceso a derechos en los distintos territorios. Imperdible material para tener a mano y difundir.

Por Soledad Sgarella para La tinta

Si hay algo que se aceitó en estos últimos tiempos con la virtualidad fue el acceso a documentos y publicaciones que, desde cualquier territorio y ofrecidos libremente, están ahí, a la mano, para descargar, conocer y echar a rodar. El «Cuadernillo para la formación de promotorxs de alimentación sana, segura y soberana» es de distribución gratuita y los textos pueden reproducirse y traducirse libremente citando las fuentes, claro.

Gloria Sammartino -directora del equipo- cuenta a La tinta que el proceso implicó varios años de trabajo y que arrancó cuando docentes de la carrera de Nutrición aplicaron a un proyecto de extensión del Ministerio de Educación en el que se proponía trabajar con temáticas vinculadas a la nutrición y a la agroecología. 

Pero, por supuesto y como suele suceder con proyectos donde se busca construir genuinamente desde las bases y los territorios, se volvió un trabajo articulado y colectivo, entre compañeras productoras agroecológicas de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Tierra (UTT) y un equipo de docentes e investigadorxs de la Universidad de Buenos Aires, de la Universidad de La Matanza, del CONICET y del INTA.


Rosalía Pellegrini, secretaria de Géneros y una de las fundadoras de la UTT, es clara cuando habla con nosotrxs: “El cuadernillo es una herramienta de construcción de poder popular, de poder ir construyendo otros pisos sobre los cuales discutir el modelo agroalimentario en definitiva. Hablar del alimento, discutir qué comemos, empezar a reflexionar sobre la comida es discutir el modelo y si el modelo agroalimentario dominante en Argentina nos da de comer o no. Por eso esto tiene que ser una herramienta de difusión masiva. Cuando discutimos lo que comemos, discutimos si hay acceso a la tierra, si hay agroecología o hay veneno, si hay distribución justa de la riqueza, si hay distribución justa de la comercialización y mucho más”, enfatiza la referente.


Como explican las responsables, los temas de alimentación están fuertemente atravesados con la salud y la nutrición, con la forma de producir, con la cultura y el acceso a derechos. Se plantea desde el diálogo de saberes y la colaboración intercultural, entendiendo por esto a la relación entre seres y saberes que se relacionan en un espacio y un tiempo.

En este sentido, Sammartino nos cuenta que, aunque el piso de la propuesta es y era la soberanía alimentaria, comenzaron a aparecer ejes muy fuertes y tópicos vinculados a cuestiones nutricionales, pero también de la cultura alimentaria y el valor puesto en los saberes ancestrales de lxs productorxs. 


“Así el conocimiento se entiende construido de manera colectiva, sin pensar que los saberes de la universidad son más valiosos, sino por el contrario. Este proceso de construcción de conocimientos y de difusión -y que buscan la transformación emancipatoria- no está terminado para nada y sigue, es un proceso en construcción colectiva y permanente que implica también los esfuerzos y el compromiso de distintos sectores comprometidos de la sociedad. Tanto productorxs como personas de la ciudades que también tienen recorridos académicos, o las universidades también, que sabemos que son espacios de disputa permanente porque también hay toda una institucionalidad que refuerza y busca que se reproduzcan conocimientos y modelos hegemónicos (como la del actual sistema agroalimentario) que es lo que estamos buscando cambiar”, refuerza la coordinadora.


Con un diseño editorial y gráfico que invita a la lectura, la publicación -apoyada por la Fundación Rosa Luxemburgo– es, como dicen con orgullo las responsables, una herramienta de utilidad para la formación, tanto de referentes campesinas, comunitarias, universitarias, y busca acercar visiones entre academia y territorio, trabajar juntxs para conocer la realidad y construir, a partir de ella, autonomía: “Considerando además que las promotoras (productoras campesinas o de origen comunitario, que se forman en la temática de la alimentación entendida de manera amplia) tienen el rol clave en facilitar una autogestión comunitaria, afirmada en el derecho a una alimentación de calidad”, definen desde las organizaciones.

El cuadernillo, en su primera versión, tiene los contenidos estructurados en cinco capítulos, definidos y elegidos horizontal y colectivamente a partir de las experiencias de talleres e investigación de los últimos años:

—Alimentación y Nutrición. Presenta una de las grandes problemáticas alimentarias de la actualidad, la superposición del hambre y la obesidad, junto a los cambios que llevaron a la disminución del consumo de alimentos naturales y el aumento de los productos ultraprocesados. También se presentan los aportes de los distintos grupos de alimentos a nuestro cuerpo, la importancia de analizar la forma de procesamiento de los alimentos y su relación con el etiquetado de los productos envasados.

—Derechos y Soberanía Alimentaria. Invita a reflexionar sobre nuestros derechos en general, para después centrarse en el derecho humano a la alimentación adecuada y su relación con el derecho a la información.

—Tierra y Agroecología. Plantea los problemas que implica la forma dominante de producción de alimentos de la actualidad, debido a las grandes superficies con monocultivos y los daños que implica en la salud de las personas y el ambiente. Y por qué la agroecología es una propuesta clave a ser tenida en cuenta.

—Cultura y Alimentación. Se centra en los aspectos socioculturales de la alimentación y en las implicancias sociales en la manera en que se producen, distribuyen y consumen los alimentos. También en los saberes y conocimientos alimentarios de campesinos y campesinas en conexión con el gusto y la salud.

—Género y Alimentación. Muestra cómo y por qué la cocina y la alimentación, “rubros” poco valorados que han ocupado históricamente las mujeres, exigen reflexión para poder desandar las injusticias del sistema alimentario actual, que muchas veces arranca y se reproduce en los hogares. Todos los capítulos tienen un apartado en el que se proponen algunas actividades para tomar como sugerencias para el trabajo en encuentros y talleres.

Como concluyen desde el equipo de trabajo, “los conocimientos están para ser compartidos, reconstruidos, cuestionados, explorados y puestos en discusión; ya que todas las personas somos portadoras de conocimientos y podemos colaborar en la construcción de miradas enriquecedoras”. 

Una publicación gratuita y accesible, imperdible para tener cerca.

*Por Soledad Sgarella para La tinta / Imagen de portada: UTT.

Palabras claves: Alimentación, CONICET, UTT

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