Obraje: artes y oficios gráficos para revisitar el pasado colonial
El Encuentro de Publicaciones, Artes & Oficios Gráficos estrena su primera edición del 11 al 13 de febrero en Alta Gracia. Con una propuesta amplia de actividades, este encuentro invita a poner en diálogo pasado y presente. Una mirada crítica desde las artes en general y desde la gráfica en particular.
Por Redacción La tinta
El Obraje es un edificio con memoria colonial y un espacio de encuentro. En la calle Nieto, en el centro de Alta Gracia, este lugar histórico hoy es un espacio cultural abierto a la comunidad. Antes fue un sitio dedicado a la enseñanza y producción artesanal con telares, carpintería, jabonería, herrería y hornos a la población en situación de esclavitud. Una casa con una estructura sencilla: una serie de habitaciones edificadas en torno a un patio central de forma cuadrangular que albergaban a los diferentes talleres. Allí, desde el viernes al domingo, tendrá lugar la I Edición Encuentro de Publicaciones, Artes & Oficios Gráficos.
“En el Abya Yala, Obraje eran los talleres manufactureros de los enclaves jesuíticos que sustentaban económicamente la producción de sus establecimientos rurales o estancias. La estancia de Alta Gracia se dedicó a la producción de textiles mediante el empleo de mano de obra fundamentalmente esclava. La principal diferencia de la misión jesuítica con otras misiones evangelizadoras es que, si bien no fueron ajenos a la institución de la esclavitud, fue justamente la instrucción en oficios diversos lo que les permitió luego su libertad, desarrollar diferentes trabajos de manera independiente”, expresaron desde la organización.
Agustina Triquell, una de las organizadoras, nos cuenta que el encuentro nace de las ganas de generar alianzas estratégicas entre proyectos existentes y aglutinar experiencias que ya tienen su curso, como el encuentro gráfico Maní, el Museo Nacional del Grabado y el Museo de la Estancia Jesuítica, la Universidad de San Martín y la Escuela de Arte Patrimonio y sus equipos de investigación que trabajan en torno al arte gráfico, que fueron jurado de la convocatoria y van a estar dando unas charlas en la residencia. Y el colectivo Cine Migrante con su aporte desde la mirada decolonial y su trayectoria en el Festival Internacional. Cuentan con financiamiento del programa Gestionar Futuro del Ministerio de Cultura de Nación y se enmarca en los lineamientos del Programa Afro que ya ha realizado actividades en el marco de noviembre afro en las estancias de Alta Gracia y de Jesús María.
“Todas estas experiencias se tejen en alianzas y la hacemos coincidir en este espacio de intercambio de prácticas y saberes en torno a la edición y la reflexión en torno al lugar que tiene el obraje y su historia en Alta Gracia y en relación a toda la comunidad”, detalla Triquell.
Serigrafía, grabado, risografía, impresiones digitales como parte del mundo de las artes gráficas copan la parada en estos sitios históricos y ponen a dialogar pasado y presente desde una mirada crítica. Es una propuesta para mirar las formas del pasado colonial desde las prácticas artísticas en general y los oficios gráficos en particular. Para Agustina, los feminismos han aportado muchísimo en este último tiempo a tomar en cuenta la historia de colonialidades así como la forma en que pensamos la relación con otres y en el vínculo con los territorios que habitamos. “Es tiempo de pensar la relación de ese pasado, de Alta Gracia en relación al Valle de Paravachasca, de hablar sobre el legado colonial, jesuita y de la diáspora afro y las configuraciones que de allí se dieron».
El Obraje y sus cinco líneas de trabajo
La muestra POST que es una itinerancia del Museo Nacional del Grabado. “Imaginar el después, proyecto que formó parte de la exposición Transformación. La gráfica en desborde producida por el Museo Nacional del Grabado con curaduría de Silvia Dolinko y Cristina Blanco. Se exhiben y ponen en diálogo obras que vehiculizan discursos disruptivos o experimentales, que dan cuenta de la construcción de comunidades afectivas y que ponen en relieve sensibilidades urgentes, dando imagen a las búsquedas de nuevas relaciones artísticas y sociales a través de la acción con la imagen impresa. Iniciativa que convocó a boba, Fábrica de Estampas, Pablo Rosales e Ivana Vollaro con el objetivo de desarrollar procesos de creación y reflexión a partir de la noción de exploración gráfica”. ¿Cuáles serán las marcas que dejará el aislamiento en nuestros cuerpos?, ¿cómo se reconfigurarán las ideas de proximidad y afecto en tiempos de asepsia?, ¿qué modos conlleva lo impreso y qué lugares ocupará?, son algunas de las preguntas del puntapié de esta muestra.
Cine Migrante presenta la curaduría Vestigios para la travesía y la fuga, con dos programas Cartografía de los susurros, “dislocar el tiempo, ingresar en la escucha del espacio. Los susurros permanecen en la selva, logrando escapar del movimiento de captura. Es cuestión de trazar mapas que nos lleven a lugares que aún no son. Planes de fuga, un plumaje críptico que minimiza la depredación”. Y Figuras Espectrales, “¿cómo dislocar el espacio colonial para ampliar nuestros rastros y permitirnos la fuga? ¿Cómo rehabitar la herida colonial para salir de la captura?”. Sábado y domingo desde las 18 horas en el Museo Estancia de Alta Gracia, ver la programación de las películas. Y una video instalación, Los ingrávidos, “el ritmo visual destilado por las propias imágenes toma posiciones para dar paso a la literatura corpórea como método de análisis forense que revela las huellas omnipresentes de la colonialidad. La supuesta neutralidad de las imágenes documentales es diseccionada, reconectando las injusticias de antaño con el presente». Sábado y domingo a las 18:00 y 19:20 horas.
Dos talleres abiertos al público del viernes al domingo. Que no quede en la consigna, taller de carteles a cargo de Marcos Perarneau, un trabajo de análisis crítico de producciones gráficas y escrituras expuestas (afiches, impresos, fanzines, tapas de discos, carteles). Detectar la carga social, emocional y emancipadora en significantes contemporáneos, los imperativos de la época, y advertir sus posibles desvíos hacia la contradicción y la ambigüedad. Y La insistencia del susurro por camila kevorkian, donde se realizará un mapeo del Museo y sus espacios. A partir del libro “Brujería Capitalista” de Isabelle Stengers, se harán recorridos invocando pasados, prestando principal atención a lo inmaterial, los huecos, la arquitectura, los silencios y temperatura de los lugares.
La Residencia Editorial en coproducción con el Museo Nacional del Grabado donde tres artistas seleccionadxs producirán una pieza editorial sobre el sitio utilizando múltiples recursos gráficos de reproducción tomando como materia prima los archivos materiales e inmateriales del Museo de la Estancia Jesuítica de Alta Gracia.
Y la Feria donde participan 30 proyectos de artes y oficios gráficos de Buenos Aires, Rosario, Córdoba, Sierras Chicas y Paravachasca. Se puede visitar durante los tres días.
El Obraje, un encuentro para afinar la mirada crítica desde las artes en general y desde la gráfica en particular. En el Valle de Paravachasca, una invitación que diversifica las propuestas en este febrero que recién empieza y que queremos aprovechar al máximo.
*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: El Obraje.