Femicidios en enero: una realidad que duele
Terminó el primer mes del año con cifras de violencia extrema que nos alarman. Se registraron 24 femicidios y un total de 38 muertes violentas de mujeres, travestis y trans. El 55 % de los crímenes fueron cometidos por parejas o exparejas, y Córdoba registró la cifra más alta del país.
Por Redacción La tinta
Según el informe de enero de la organización MuMalá – Mujeres de la Matria Latinoamericana, en el primer mes de 2022, se registraron 38 muertes, de las cuales 24 fueron femicidios vinculados y trans-travesticidios, 8 muertes violentas asociadas al género, vinculadas a economías delictivas o colaterales, 3 muertes violentas de mujeres están en proceso de investigación y 3 fueron suicidios femicidas. La organización contabilizó que 29 niñes y adolescentes se quedaron sin sus madres como consecuencia de la violencia patriarcal.
El contexto de la cotidianeidad es el principal escenario de las violencias machistas y los agresores suelen ser vínculos actuales o pasados. Según el informe, el 55 % de los femicidas fueron parejas o ex parejas, y el 65 % de los femicidios se cometieron en la vivienda de las víctimas. La edad promedio de las fallecidas fue de 36 años. Se suma, además, el registro de 28 intentos de femicidios.
Dentro de las principales provincias en las que se presentaron las muertes por violencia patriarcal, Córdoba está en primer lugar, con 6 femicidios, seguida por Buenos Aires con 5 y Santa Fe con 4. Esto nos pone en estado de alerta extrema y renueva la necesidad de que se reconozca la emergencia en violencia de género en nuestra provincia.
El relevamiento agrega que el 20 % de las víctimas había denunciado a su agresor previamente y que, de ese porcentaje, el 75 % tenía orden de restricción de contacto o perimetral, y el 25 % botón antipánico. Los datos obligan a mirar las políticas actuales, evidentemente insuficientes y poco efectivas ante un problema estructural, no solo para evitar las muertes, sino para avanzar hacia vidas cada vez más libres de violencia.
Según MuMaLá, todos los agresores fueron identificados. Sin embargo, el 10 % permanece sin ser localizado y el 20 % se suicidó tras cometer el hecho. De ellos, el 10 % tenía historia de violencia de género previa y el 5 % pertenecía a una fuerza de seguridad estatal.
Señalan además que, en el 15 % de los casos, el femicida asesinó a una tercera persona, ya sea porque quedó en el medio del hecho violento o para causar un daño a la víctima, lo que se conoce como femicidio vinculado.
Durante el mes de enero, hubo dos transfemicidios. En la Provincia de Buenos Aires, asesinaron a una mujer trans de 46 años, de apellido Giacobbi. En Santa Fe, falleció Aldana Lorens de 35 años, tras diez días de internación por un golpe en la cabeza presuntamente por parte de uno de sus hermanos.
En el registro, aparecen tres suicidios feminicidas. Se trata de suicidios como consecuencia del abuso de poder crónico, basado en motivos de odio o menosprecio a la condición de mujer e identidades feminizadas, o en contexto de violencia de género. En Córdoba, no podemos dejar de recordar a Luana Ludueña, la bombera que se suicidó el 21 de enero pasado. Luana había denunciado por violencia sexual al ex Director General de Protección Civil de la provincia de Córdoba, Diego Concha, amparado por la gestión actual, cómplice de sus violencias y acciones.
La organización concluye el informe mensual exigiendo “la declaración de la Emergencia #NiUnaMenos” y al Estado Nacional “mayor compromiso, presupuesto acorde y eficiencia en la intervención de las instituciones en el abordaje de las violencias machistas”.
*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: A/D.
