El fin del Acampe, pero no de la lucha
La multinacional Monsanto se retiró definitivamente de Córdoba. A partir de esto, se decidió terminar con el Acampe que bloqueaba los ingresos al predio que la empresa tenía en Malvinas Argentinas.
Finalizó una etapa que duró más de tres años, un proceso que torció el destino de una localidad y de una provincia, y sentó precedentes históricos a nivel mundial.
Ahora se dan dos hechos reales y a la vez simbólicos, por un lado, la venta del predio que iba a utilizar Monsanto a AMG Obras Civiles, y por el otro, el fin del Bloqueo. Así este proceso finaliza con un triunfo.
En el programa Bajo el Mismo Sol de Radio Nacional, Fabiana Bringas entrevistó a varios de los y las protagonistas que construyeron y formaron parte de estos años de lucha para expulsar a Monsanto.
Sin duda hoy es un momento para festejar,
y lo tenemos muy bien merecido
y lo tenemos muy bien merecido
El médico y coordinador del la Red Universitaria de Ambiente y Salud, e integrante de Pueblos Fumigados Medardo Ávila Vázquez, resaltó que “el pueblo de Malvinas, con su dignidad y con su entereza, fue capaz de superar todos los ‘cantos de sirena’ de este progreso que te contamina y te mata”. Y también destacó la actitud del pueblo de Córdoba que “fue capaz de acompañar y poner el pecho cuando nos reprimieron, y también de reclamar a las autoridades porque el derecho a la vida están por encima de los derechos del agronegocio y de estas empresas tan venenosas y tan contaminantes”.
Además remarcó: “Acá no nos enfrentábamos como en Barrio Ituzaingó, con dos o tres medianos productores sojeros, nos enfrentábamos al dueño del circo del agronegocio, que es Monsanto”.
Estoy muy orgullosa de haber sido parte
Después Sofía Gatica una de las referentes de la lucha, muy emocionada contó que les costó mucho la decisión, que ahora pueden volver a casa, pero no es fácil dejar todo atrás.
Fue difícil tirar abajo las casas que hicieron con sus propias manos, “más allá de que es un triunfo, porque vencimos a Monsanto en una lucha muy desigual, una lucha donde hemos dejado todo y no nos importaba si teníamos que perder la vida, estamos dejando algo que es nuestra segunda casa y había pasado a ser nuestra primera casa porque habíamos dejado todo para estar ahí”. Y agregó que está orgullosa de haber sido parte.
«Desaprender para aprender»
Otra de las que participó activamente de la lucha fue Eli Leiria. Ella detalla el proceso como un “desaprender para aprender”. “Desaprender para salir de tu casa, estar acostumbrada a un ritmo de vida y a que en tu casa tenés todas las comodidades y vas a un lugar donde no tenes nada, donde tenés que aprender a vivir en esa situación, eso tiene un valor enorme para mi”.
Leira se siente orgullosa de haber llevado a su hijo y a su marido que estuvieron “prácticamente ocho meses viviendo en el Bloqueo”. Y describe ese “sacrificio” como lo “más grande que uno puede hacer por una lucha que es buena para toda una población, y de la que uno es un granito de arena”.
“Haces cualquier cosa, te aguantas cualquier cosa para que las demás personas vean y salgan a defender sus derechos” explicó. Dejó en claro además, que la lucha no se termina acá, porque van a seguir atentos y van a trabajar junto al Municipio para llevar adelante el nuevo proyecto en ese terreno.
«Marcó un antes y un después»
Gastón Mazzalay también fue entrevistado como vecino e integrante de la Asamblea de Malvinas Argentinas. “Marcó un antes y un después no solo para Monsanto, sino para cada ciudadano de Malvinas Argentina”.
Cuenta que “ahora cada vez que surge un inconveniente en Malvinas Argentinas donde hay ausencia del Estado, la gente sale a la calle y era algo que no sea veía antes acá. El conflicto más allá de todas las cosas malas por las que pasamos, también dejó un aprendizaje muy grande”.
Mazzalay aclaró que hubo “enfrentamientos entre vecinos principalmente fogoneados por el entonces Intendente Daniel Arsani, donde se rompió el tejido social” pero después explicó que “hubo una serie de hechos que fueron alivianando. La Justicia falló a favor nuestro, la Secretaría de Ambiente rechazó el Estudio de Impacto, el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Córdoba nos apoyó”, así los vecinos y vecinas de la localidad “empezaron a entender que teníamos razón y hoy casi ya no existe ese enfrentamiento”.
Perseverar y hacer historia
Ávila Vázquez resaltó dos ejes importantes de esta lucha que marcó a la provincia de Córdoba, la perseverancia y los antecedentes. “No se puede en un día, no se trata de una manifestación, ni de una acción judicial; sino de una constante, de un día a día. Como un proceso de aprendizaje y de acumulación de fuerzas”. Pero resaltó que “no fue solo voluntad, fue también porque esta lucha se asentó sobre luchas previas, sobre todo lo que fue Paren de Fumigarnos que lleva diez años y que se reflejó muy fuerte en el Juicio a las Fumigaciones de Barrio Ituzaingó”.
Todos y todas remarcaron que no terminó la lucha con el Acampe y que van a seguir atentos al proceso que comienza ahora con el terreno que compró AMG Obras Civiles. A su vez, parece que a pesar de este triunfo, en esta Córdoba del “progreso” nunca faltan los frentes para luchar.
Fotogarfía: Colectivo Manifiesto