Denuncian contagios de COVID y hacinamiento en cárceles cordobesas
Familiares de presxs, en diálogo con La tinta, se refirieron a la terrible situación de lxs detenidxs en la Unidad de Contención del Aprehendido (UCA) en pandemia. Explican que no pueden accionar por miedo a represalias y expresaron su desesperación ante la realidad que se vive en el encierro.
Por Redacción La tinta
Desde el inicio de la pandemia, familiares de presxs y organizaciones anticarcelarias vienen advirtiendo sobre la tragedia humana que significa un brote por COVID-19 dentro de los establecimientos penitenciarios. La falta de elementos de cuidado e higiene, la escasa atención médica y el brutal hacinamiento que se vive en las cárceles son el caldo de cultivo para una propagación del virus sin contención.
A las primeras protestas de presxs denunciando la situación, en el inicio del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio en 2020, se sumó la falta de compromiso estatal en medidas tendientes a alivianar un sistema que mantiene detenidas a un gran porcentaje de personas de forma preventiva, en medio de la actual crisis sanitaria.
Córdoba no fue la excepción y, desde septiembre del año pasado, circula información sobre el ingreso del virus a los establecimientos. La Unidad de Contención del Aprehendido (UCA) es un establecimiento penitenciario que, desde enero de 2014, aloja a los detenidxs por la Policía de la Provincia de Córdoba, quedando bajo custodia del Servicio Penitenciario de la provincia hasta que la institución judicial defina su situación.
Familiares de presxs se comunicaron con La tinta para denunciar la situación que atraviesan quienes están alojados en la UCA. No quieren dar sus nombres por miedo a represalias que afecten la seguridad e integridad de la persona presa, o que pueda obturar la libertad de quien denuncia.
“Mi hermano está enfermo. Cada dos días nos llama, porque hay un solo teléfono para todos los presos. La última vez que llamó, nos dijo que estuvo tres noches con fiebre y con la mayoría de los síntomas de coronavirus. Le tuvimos que llevar medicamentos y elementos de limpieza nosotros”, relató una mujer a La tinta.
Desde el Pabellón Amarillo de la UCA, las personas detenidas denuncian que están hacinadas, que son 50 personas usando el mismo baño y que entre los presos hay casos positivos de coronavirus y no se toma ninguna medida sanitaria.
“El tío de una vecina también estuvo en la UCA, en la misma celda que mi hermano y en el mismo pabellón. Dos días después de que lo soltaron, le dio positivo el hisopado por COVID-19. Ahí adentro tienen un solo baño sin higiene, duermen todos amontonados y son 50 personas que entran y salen, sin barbijo ni jabones”, explicó.
Sin respuestas y con los lentos ritmos que la pandemia imprimió en el proceso de los detenidos, la situación de las personas en las cárceles argentinas no encuentra solución. La crisis de salud se sumó a la histórica crisis carcelaria.
*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: La Ranchada.