No hay Ni Una Menos con hambre y crueldad planificada
Sin políticas públicas que protejan los problemas de las mujeres y disidencias, el gobierno nacional ratifica su postura expresamente antifeminista que niega la violencia y la desigualdad por razones de género. Este 3 de junio toma nuevamente la fuerza en las calles y la organización en cada barrio contra la violencia de género que hoy se expresa en el hambre y los discursos de odio.
Hay violencias recientes que son una foto de lo que estamos viviendo: retener comida que está por vencerse mientras las ollas de los comedores están vacías y el triple lesbicidio de Barracas. En ambos casos, un elemento común es la pobreza y la precariedad de la vida de los sectores feminizados y disidentes. Y el otro, el desprecio y el odio como discurso oficial. Se ponen en cuestión temas que considerábamos saldados y que llevaron muchos años de lucha en diferentes ámbitos y, sobre todo, en las calles: los derechos de las mujeres, lesbianas, trans, travestis y no binaries, y su correlato en la efectivización del acceso a través de políticas públicas. Es un retroceso brutal y doloroso, especialmente, porque es una política de la crueldad planificada. La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, está denunciada por no distribuir alimentos, leche a punto de vencer, comida apilada en un galpón sin entregarse mientras el hambre avanza. ¿Qué forma de deshumanización ha adquirido la gestión estatal?
Sucede algo muy particular: ante el aumento de la pobreza e indigencia, y la profundización de la precariedad de las vidas, desde el Estado y de parte de la sociedad, hay una satisfacción, una celebración del sufrimiento, de los despidos, de la quita de programas sociales, del recorte de asistencias, de la desinversión en los servicios sociales, incluido el acceso a la salud y a las prestaciones al sector de la discapacidad. “Si no llegaran a fin de mes, se estarían muriendo en la calle y eso es falso”, dijo el presidente Javier Milei. ¿Cómo se llegó a esto?
El Informe de Amnistía Internacional, “Los primeros 100 días de gestión de gobierno de Milei”, entre muchos otros datos durísimos, presenta la contundencia de que entre “las personas con menores ingresos, 2 de cada 3 son mujeres y 7 de cada 10 niños y niñas viven en situación de pobreza. Son las mujeres las que mayormente se encuentran a cargo y asumen las tareas del hogar y del cuidado del 57,5% de los niños, niñas y adolescentes que hoy se encuentran bajo la línea de pobreza. Y la mayoría crían a sus hijos e hijas solas”.
Además, está la brecha salarial ―la que niega el presidente―, “esto es la diferencia de ingresos en trabajos remunerados que existe entre los géneros, es del 27,7%: las mujeres ocupadas debieron trabajar 8 días y 10 horas más que los varones ocupados para ganar lo mismo que ellos en un mes”, detalló el informe. Este informe y mediciones son de mediados de marzo, así que calculen cómo seguimos.
Desde los feminismos, siempre se insiste ―y parece que no está de más remarcarlo―: cuando hay crisis económicas, sociales y políticas, recaen mayormente en las mujeres, las travas, las lesbianas, las infancias. El peso de la brutalidad de los ajustes impacta particularmente en esos cuerpos: “Somos las mujeres las que mayoritariamente formamos las filas de la pobreza, los empleos precarios y el desempleo. Y somos las que sostenemos los comedores, cuidamos y paramos la olla”, dice Débora Koraj del MTE en un reciente panel.
Este “nuevo orden” patriarcal, que dialoga con la avanzada de las derechas internacionales, viene a imponer el ataque a ciertas áreas del Estado que se disputan en el debate público, en lo simbólico y en lo concreto de la existencia misma del Estado. Desde que asumió el nuevo gobierno en diciembre, La Libertad Avanza y sus alianzas de casta han procedido a desmantelar las políticas de género. Lo primero fue el cumplimiento de campaña con el cierre del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, que pasó a ser Subsecretaría, con una designación tardía en febrero de Claudia Barcia como titular. De los seis ministerios de Género que había en el país, solo queda uno y es el de la provincia de Buenos Aires, con Estela Díaz en su dirección. Los otros, en algunos casos, se desjerarquizaron, como el caso de Córdoba, que pasó a ser Secretaría. Luego, el vocero Manuel Adorni, en una de las conferencias matinales, avisó lo que no resultó ninguna sorpresa: se prohibía la perspectiva de género en toda la administración pública.
El desfinanciamiento y la eyección de la agenda de las políticas destinadas al cuidado, la paralización de toda la estructura de la Ley Micaela; la suspensión del Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (ENIA), los despidos en áreas y programas de género, como el caso de los contratos por la Ley de Cupo Laboral Trans, el cierre del INADI y, sobre todo, la nula puesta en marcha de un plan con acciones para la prevención de la violencia de género, la educación sexual integral y los presupuestos destinados a la salud sexual y (no) reproductiva, incluida la interrupción legal del embarazo.
Como si esto no fuera suficiente, el otro frente es lo que trajo en el DNU y lo que podría inaugurar la aprobación de la Ley Bases para las grandes conquistas transfeministas en leyes y su efectivización, en un claro borramiento del mapa político de las mujeres, lesbianas, trans, travestis, no binaries y disidencias en general. También la entrega de la patria y sus recursos, una hipoteca brutal, la planificación de la pobreza y el avance contra todos los derechos de la clase trabajadora con una reforma laboral.
El informe «Impacto de las políticas de Milei en las mujeres y diversidades trabajadoras. ¿Cómo construir una política para la vida que queremos?«, realizado por la Secretaría de Género y Diversidad de la CTA de los Trabajadores y el Instituto de Estudios y Capacitación de la CONADU, denunció las consecuencias en las trabajadoras, siendo las empleadas domésticas y del área de salud y educación las más perjudicadas. Entre otras cosas, la aprobación de la Ley Bases obligaría a las embarazadas a trabajar hasta 10 días antes del parto y elimina la moratoria que permitió que muchísimas mujeres que estuvieron en la informalidad, en la mayoría de los casos, por dedicarse a las tareas de cuidado no remuneradas, pudieran jubilarse. Por supuesto que el resto de los capítulos también perjudican y arrasan con lo que conocemos hasta ahora.
Hace 9 años, fue el primer grito de Ni Una Menos. Hasta la fecha, hay registrados 2.652 femicidios y trans/travesticidios en nuestro país, según lo indició el Observatorio Lucia Pérez, el primer padrón autogestionado y público de violencia patriarcal de Argentina. Por su parte, el Informe Nacional de Femicidios, Femicidios Vinculados, Trans/Travesticidios y otras muertes violentas del Observatorio Mumalá relevó: “En solo este año, hubo 89 femicidios, uno cada 40 horas. Asimismo, fueron 216 los intentos de femicidios registrados en 2024, lo que significa un posible femicidio cada 17 horas. Crecen los discursos de odio desde el gobierno nacional, que alientan ataques con víctimas fatales como fueron los lesbicidios perpetrados en Barracas”.
Este 3J en Córdoba
La Asamblea Ni Una Menos convoca a marchar este lunes a las 18 h en Colón y Cañada “Contra el gobierno de Milei y su plan de guerra. Porque las calles son nuestro refugio y nos sobran motivos para marchar”.
Algo que se consolidó en los últimos años es que no solo las actividades son en las grandes capitales, sino que la organización feminista está en los pequeños pueblos y ciudades, y esa construcción arma el mapa federal. Compartimos algunas de las convocatorias en otros puntos de la provincia: en Alta Gracia, Barrios de Pie convoca a las 17 en la Plaza Solares; en Río Cuarto, la Asamblea Ni Una Menos se reúne en Ex Tribunales a las 16 h; el Movimiento Plurinacional de Capilla del Monte se congrega en la plaza a las 16:30 h.
El día sábado 8 de junio desde las 14 h en el Parque Sarmiento (frente al rosedal), Alerta Feminista realizará un festival solidario donde juntarán alimentos para los comedores. “Son tiempos de fomentar instancias de encuentro colectivas y solidarias que no se manifiesten de manera aislada, sino ancladas en instancias políticas y organizadas. Creemos que la manera hoy de hacer frente a la política de hambre y ajuste que nos propone el Gobierno nacional es organizándonos, resistiendo en red y sosteniéndonos en unidad para construir una sociedad más justa e igualitaria. La ausencia del Estado y la suspensión de políticas públicas de garantía, protección de derechos, sumado a la habilitación y legitimación de discursos de odio por parte del gobierno nacional, genera el crecimiento de la violencia dentro de la sociedad en un tiempo muy corto. En lo que va del año, según el reporte difundido por el Observatorio de Femicidios Adriana Marisel Zambrano que dirige la Casa del Encuentro, se registraron 127 víctimas de violencia de género. Estamos ante una situación de muchísima vulnerabilidad”, expresó Ayelén Vadillo, integrante de Alerta Feminista.
Nos han señalado como enemigas y como responsables del backlash antifeminista y la avanzada neoconservadora. Las conquistas transfeministas no son solo una disputa por lo simbólico, son una disputa por la vida hoy más que nunca.
*Por Verónika Ferrucci para La tinta / Imagen de portada: Ana Medero para La tinta.
