Al banquillo: juicio ético y popular a ecocidas
El 12 y 13 de marzo, se realizaron las Jornadas Rebeldes en la ciudad de Córdoba y en Villa Giardino, organizadas por el Equipo de Educación Popular Pañuelos en Rebeldía y el Espacio Alina Sánchez. Desde allí, convocaron a construir la Audiencia de la región cordobesa para el Juicio Ético Popular a los Ecocidas, que comienza el 25 de marzo.
Por Redacción La tinta
Las Jornadas Rebeldes son un camino de resistencia, “el que nos enseñaron las Madres de Plaza de Mayo cuando nos dijeron que la única lucha que se pierde es la que se abandona”, dicen Belu Gariboldi, Mar Korol y Cintia Vilar, integrantes del Equipo de Educación Popular Pañuelos en Rebeldía.
El primer encuentro estuvo poblado de memoria. Desde el espacio abrazan a Berta Cáceres, dirigente del COPINH (Consejo Cívico de Organizaciones Populares de Honduras), asesinada por defender el río y la comunidad Lenca; a Marielle Franco, activista lesbiana y bisexual, lideresa, especialmente de la juventud negra favelada de Brasil, asesinada durante el gobierno de Bolsonaro; y a Alina Sánchez, médica argentina formada en Cuba, internacionalista, caída en Kurdistán. Recordar colectivamente como un ejercicio de compromiso emocional y afectivo, para aprender de su ejemplo y mantener viva la memoria.
Salvador Zuñiga, hijo de Berta Cáceres, estuvo presente compartiendo la lucha por el crimen de su madre, causa en la que se condenó a David Castillo, expresidente de la Compañía Hidroeléctrica Desarrollos Energéticos S.A. (DESA). Mariana Jesús Ayala López también compartió la lucha que lleva adelante por sus nietas María Carmen y Lilian Mariana, niñas asesinadas en septiembre del 2020 por las Fuerzas de Tarea Conjuntas del Ejército Paraguayo, y de Carmen Oviedo Villalba, Lichita, desaparecida por las mismas fuerzas desde el 30 de noviembre de ese año. También participó Penélope Moro, hermana de Sebastián Moro, periodista mendocino asesinado en el contexto del golpe de Estado y la dictadura en Bolivia, por el que todavía se sigue exigiendo Justicia. Se denunció, además, el crimen de Leandro Bravo, en Charata, Chaco, en manos de la policía, convocando a multiplicar el grito por todas las víctimas de la represión policial y del Estado.
Las Jornadas Rebeldes tienen una perspectiva de lucha anticapitalista, antipatriarcal, anticolonial, antirracista y la proyectan en los desafíos actuales como feministas y como parte de los movimientos populares. “Reclamamos por el derecho a la autodefensa frente a las violencias de las políticas de odio y de compulsiva ‘normalización’ que exige el régimen heterosexual”, afirman las entrevistadas, refiriéndose a la aparición de Tehuel de la Torre y a la absolución de Higui, cuyo juicio inició esta semana.
Los Ecocidas al banquillo
En el segundo momento de las Jornadas Rebeldes, distintos espacios se reunieron para impulsar la Audiencia del Juicio Ético Popular a los Ecocidas, en la región de Córdoba. Esta acción es una propuesta política pedagógica de los movimientos populares de Abya Yala, impulsada desde el Equipo de Educación Popular Pañuelos en Rebeldía, que reivindica “otra forma de construir justicia”, expresa Belu.
Resonando con las palabras de Berta Cáceres: “Despertemos humanidad, ¡ya no hay tiempo!”, decidieron autoconvocarse para construir colectivamente este Juicio, con audiencias en diferentes regiones, enjuiciando a los responsables de la expansión de un modelo extractivista, de despojo y muerte.
“Si la expropiación de la justicia forma parte de la expropiación estructural del orden neocolonial presente, abrir un proceso de Juicio Ético y Popular contra sus principales operadores y cómplices pretende ser un acto contra-colonial que contribuya a abrir brechas de emancipación”, expresan desde Pañuelos en Rebeldía y agregan: “Los juicios son un modo colectivo de creación de saberes, que no reproducen pedagogías verticalistas ni autoritarias que niegan o invisibilizan los saberes de los pueblos. Sino, por el contrario, se construyen y desarrollan a partir del conocimiento popular y colectivo”.
La acción pretende ampliar el análisis crítico de estas violencias y de los modos de enfrentarla para fortalecer la resistencia popular. “La propuesta es ir organizando el juicio a través de diferentes audiencias que tematicen procesos de ecocidio y genocidio, en regiones o de acuerdo con formas productivas específicas”, explica el equipo promotor del Juicio.
Serán juzgados los actores responsables de la expansión “de un modelo de despojo y muerte: las empresas transnacionales y nacionales afines al saqueo de los bienes comunes, los medios de comunicación, las instituciones internacionales de crédito, las universidades, centros de investigación e institutos que reproducen un paradigma científico hegemónico al servicio de las empresas, entre otros”, explican.
Habrá dos ejes transversales en el Juicio. Por un lado, los feminismos, “porque consideramos que las políticas extractivas y ecocidas afectan en forma particular los cuerpos de mujeres y disidencias, y es necesario tener en cuenta cómo los feminismos pueden aportar a la denuncia de las violencias y a construir otras formas de defensa de la vida en todos los territorios”, expresa Belu.
Por otro lado, las formas que adquiere la criminalización de la protesta de los movimientos de las defensoras y defensores de los territorios: “Así como se profundiza el saqueo, también se hace más intensa, adquieren formas novedosas y cada vez más crueles la criminalización, la persecución y el hostigamiento a quienes están defendiendo los territorios, y no podemos dejar de lado esa denuncia”, agrega.
El Juicio se lanzará el próximo viernes 25 de marzo en formato virtual. Convocan a las organizaciones de la Escuela de Derechos de los Pueblos Berta Cáceres y a las Asambleas y Movimientos en Resistencia frente a las políticas extractivistas para construirlo de forma colectiva. Quienes estén interesades en participar pueden comunicarse a través de redes con Pañuelos en Rebeldía o escribir al mail juicioalosecocidas2022@gmail.com.
“Es muy importante que sigamos articulando, sigamos enredándonos con las diferentes asambleas, organizaciones y comunidades que puedan aportar a la construcción de esta experiencia, porque entendemos que hoy, más que nunca, es necesario estar construyendo redes, sosteniéndonos y uniéndonos en esta lucha”, concluye Belu.
*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: Pañuelos en Rebeldía.
