Día de muertxs en la Plaza del Pueblo de La Toma
Desde ayer, la colectividad mexicana en Córdoba está celebrando el día de muertxs en la Plaza del Pueblo de la Toma, frente al Cementerio San Jerónimo. Junto a las colectividades de Ecuador, Perú, Haití y Venezuela, realizan dos jornadas de talleres gratuitos, conversatorios, cine y un festival de música, comidas y sabores para celebrar y honrar a quienes ya no están en estas tierras.
Por Redacción La tinta
Quien vive en la memoria y en el corazón, nunca muere. Así dicen, desde hace tiempo, en los pueblos que celebran la muerte y a quienes han trascendido a otros planos. Contra la fuerza del ritual occidental y cristiano que hemos heredado, se abren paso estas tradiciones y formas culturales y espirituales que nos permiten vincularnos de otras maneras con la muerte, que aunque siempre duele, puede ser también una forma de encuentro entre quienes quedamos acá.
Desde la madrugada del lunes, llueve y llueve. Casi como una bendición después de tanta sequía y con los incendios en las sierras, el agua es esperada, aunque haya que reprogramar celebraciones. Y es que para ayer lunes, había planificadas varias actividades en el marco de los dos días de celebración que la comunidad mexicana y las comunidades hermanas de Ecuador, Haití, Perú, Venezuela y Pueblos Originarios vienen organizando para honrar y celebrar el Día de muertxs.
El mexicano José Guadalupe Posadas, conocido por crear la icónica figura de la calavera garbancera, decía a principio de 1900: “La muerte es democrática, ya que, a fin de cuentas, güera, morena, rica o pobre, toda la gente acaba siendo calavera”. Y son de las pocas certezas que tenemos en la vida, que en algún momento vamos a morir. Aunque nos aterre o lo neguemos, es una realidad de la que poco hablamos. Desde que comenzó la pandemia, nos quedamos frente a la vulnerabilidad de la muerte cercana. Mucha gente murió a causa del coronavirus y, de alguna manera, este nuevo orden viene a trastocarnos toda la vida, incluso la muerte. Porque no se muere de la misma manera, las formas estructurales que desigualan en la vida también lo hacen en cómo se llega a la muerte.
Encontrarnos para recordar, contra todas las formas del olvido y contra el dolor, es el espacio que proponen desde este grupo de comunidades migrantes, que nos abren los horizontes en esta Córdoba tan conservadora.
Celebrar: lxs muertxs nos unifican
Ayer lunes, comenzó el armado del altar de muertxs y la explicación de los elementos que lo conforman; quienes quieran, pueden llevar sus ofrendas para homenajear a su gente cercana que ya no está. Diferentes colectividades compartieron el sentido de honrar la memoria de sus antepasados y de poder hacerlo en estas tierras que habitan.
Con el apoyo y trabajo del Centro Vecinal de Alberdi, el Centro Cultural la Piojera, el consulado Honorario de México y las autoridades del Cementerio San Jerónimo, hoy martes, desde las 19 y hasta las 00 horas, se podrá participar de talleres de catrinas, pintura de calaveritas y de elaboración de pan de muerto. La llegada de bicicleteadas de disfraces desde espacios de activismo ciclista; talleres populares de ciclomecánica, Grupo Biciurbanos y Cordobafixedgirls. Se premiará el mejor disfraz en bicicleta.
A partir de las 20 h, comenzará el festival, que tendrá las siguientes propuestas musicales: La Ronda Candombe, Jeroky Ñembo’e, Pedro Saad, Buscando el Mango, Savia Mestiza y la Sensacional Banda Santa Cecilia.
El cierre de las actividades será el domingo a las 19.30 en el Cine La Piojera, con la proyección de cortometrajes y la película de culto Macario, México, 1960.
La comida en la celebración del día de muertxs es muy importante y está acompañada de mística, es una ofrenda condimentada de nostalgias y es encuentro. Y podrán disfrutar de unos ricos y diversos platos, porque habrá feria gastronómica con diferentes puestos de comida de colectividades con platillos representativos, artesanías, maquillistas, libros y productos gráficos. Participan colectividades de México (Tacos Revolución, Liz Rincón Gallardo, La Regia Mexicana, Gourmex, El pinche), Ecuador (Susana), Venezuela, Perú, Haití y pueblos originarios (ICA y Warmi Ph’ayiri). Además, se sumarán ferias del barrio con puestos de alimentos, bebidas y artesanías: Feria del paseo Aguaducho, Feria Isla de los Patos, Feria del paseo la Toma, Feria Feminista de Alberdi y Feria Agroecológica de Alberdi.
¿Por qué recuperar esta tradición, hoy, en Córdoba? El docente e investigador Gustavo Blázquez y su equipo de investigación y artivismo, que hace años realizan esta celebración desde la Universidad Nacional de Córdoba, explicaron a La tinta: “No hablamos de tradición, sino de tradiciones, en plural: están las tradiciones asociadas con el mundo católico, cristiano, el festejo de todos los santos y todos los muertos, entre el 1 y 2 de noviembre. Por otro lado, estas celebraciones son muy propias también de las Américas y, tanto en América del Norte como en América del Sur, en tiempos precolombinos y en la actualidad, ha habido festejos y celebración a lxs muertxs que estaban relacionados directamente con la vida. Les relacionaban con la lluvia y la lluvia tenía que ver con la posibilidad de que creciera la semilla y se produjera el alimento. De lo que se trata no es solamente de recordarlos, sino darles gracias mediante la palabra, gracias mediante la performance, gracias mediante la música. Agradecer… es una ceremonia de agradecimiento”.
La filósofa, activista lesbiana y feminista, Vir Cano, dice con mucha precisión en su reciente libro Dar (el) duelo: “Lxs muertxs también se resisten a quedarse quietxs, fijxs, ‘muerto(s) de una vez por todas’, como diría Derrrida, y cobran vida en los umbrales porosos de nuestras existencias, de nuestras des-memorias y de nuestras palabras”. Lo que mata es el olvido, lxs trascendidxs no mueren porque siguen en nuestros afectos y de eso se trata, más allá de esta fecha de celebración.
*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: A/D.
