“Resiste cuerpx trans”: rifas de apañe necesarias y urgentes
Para las identidades/corporalidades trans, travestis y no binaries que habitamos los márgenes, las violencias vienen de todos los frentes. Particularmente, en el acceso a la salud integral que nos es negado y en el discurso médico que nos patologiza. Ante esto, tejemos redes de afecto y cuidado para garantizarnos existencias más vivibles. Aquí, algunas rifas y colectas con las que podés colaborar.
Por Tres Tristes Trolxs* para La tinta
“4 meses en t
Voy a la consulta y no hay androlone. No llegó. En el otro hospital nunca hubo.
No me quiero pinchar, estoy bien con el gel. Me gusta el ritual de aplicármelo todas las mañanas, me gusta la seguridad que me da. No quiero tener que adaptar mi proceso a las carencias del sistema público.
Safo unas semanas con media dosis y el rescate de amigos que me giran algunos sobres hasta que vuelve a llegar testo al hospital.
Al mes volví a menstruar y odio.
Odio que tengamos que seguir pagando con nuestros cuerpos las falencias de un sistema que por más que la juegue de inclusivo nos sigue relegando, muestra gratis de las violencias de una sociedad que nos sigue matando”.
[Fanzine “6 meses” de @por.ahora.escribo]
Diariamente, las personas trans, travestis y no binaries (TTNB) sufrimos violencias y vulneraciones de todo tipo y en muchos ámbitos de nuestra vida, que suelen comenzar con la expulsión o el exilio de nuestros propios hogares familiares -célula primaria del cis-tema-, basadas exclusivamente en nuestra identidad de género. Este es solo el primer eslabón de una larga cadena, que probablemente continúe con burlas, estigmas y discriminación en nuestro andar, tanto en las instituciones que transitamos como en la misma calle, que terminan dando por resultado, a largo plazo, una exclusión del sistema laboral formal y, en consecuencia, la imposibilidad de acceder a una obra social o prepaga.
Esto hace que la mayor parte de la población TTNB acuda al sistema de salud público, en donde tanto los recursos humanos como materiales resultan insuficientes para la salud de la población en general y acentuándose cuando nos referimos a la población TTNB en particular. Con “insuficientes” nos referimos a necesidades específicas de esta población, como tratamientos hormonales y cirugías, en donde les profesionales debidamente formades en estas especialidades son poques y los recursos disponibles, escasos. La situación se agrava cuando indagamos en eses poques profesionales existentes, quienes se forman experimentando con nuestros cuerpos, a prueba y error.
Salud… ¿integral?
En concordancia con lo expresado por la Asamblea TTNB por la Salud Integral de Bs. As., entendemos a la salud integral como un concepto que va más allá de la presencia o ausencia de enfermedades. Abarca otras cuestiones, como es el acceso a determinados derechos, que posibilitan condiciones de existencia un poco más vivibles y menos violentas. Este concepto se posiciona, entonces, desde una perspectiva interseccional en la que se relacionan los campos de la medicina, lo jurídico, el (no) acceso a derechos, la cobertura de necesidades básicas, el ámbito laboral y el cuidado de la salud mental -entre otros-, que hacen a la integridad de una persona. En relación a identidades/corporalidades TTNB, la salud integral cobra gran importancia en el ámbito endocrinológico y quirúrgico. Sin embargo, no es la única arista a tener en cuenta.
En las instituciones médicas, es recurrente tanto la falta de información como la falta de predisposición para informarse por parte de profesionales de la salud y del personal administrativo. Quienes, infringiendo lo estipulado por la Ley de Identidad de Género 26.743 (LIG), continúan llamando a las personas TTNB por su nombre anterior (o “muerto”) u obstaculizando los trámites burocráticos por la rigidez del sistema. De esta manera, lo primero que se ve vulnerado es nuestro derecho al trato digno, ya que se falta al Artículo N° 12 de dicha Ley: “Trato digno. Deberá respetarse la identidad de género adoptada por las personas, en especial por niñas, niños y adolescentes, que utilicen un nombre de pila distinto al consignado en su documento nacional de identidad”.
Decimos profesionales de la salud en general porque las personas TTNB no solo tenemos necesidades en salud específicas como las mencionadas, sino también necesidades como las que tiene cualquier otra persona, independientemente de su identidad de género y/u orientación sexual; también vamos al odontólogue, utilizamos el servicio de guardia por dolores de cabeza o gripes, nos hacemos controles de rutina, entre otras. Un problema recurrente en este punto es la negativa a atendernos por “no saber sobre personas TTNB”. Nos dicen que tenemos que esperar a tal doctor/a que es quien atiende a personas TTNB en ese lugar o que la dolencia que tenemos es debido a nuestro tratamiento hormonal, entre otros discursos patologizantes y transodiantes.
Contexto de pandemia
En el marco de la emergencia sanitaria por COVID-19, los pocos espacios que estaban funcionando y atendiendo las necesidades específicas de identidades/corporalidades TTNB dejaron de funcionar o lo siguieron haciendo solo con aquellas personas que estaban en tratamiento previo al inicio de la pandemia. En el caso de las cirugías, se suspendieron en los (pocos) hospitales en donde se estaban realizando.
El artículo “Transmasculinidades y Covid-19 en América Latina y el Caribe” (Radi y Losada Castilla, 2020) expone algunas experiencias recuperadas a través de una consulta realizada a personas TTNB de diferentes ciudades de América Latina. En él, se destaca que, en la mayoría de los casos, se trata de problemáticas preexistentes que se vieron acentuadas y agravadas por las medidas tomadas por cada Estado debido a la emergencia sanitaria. Las problemáticas enunciadas son desempleo y pobreza, acceso a la salud, violencia familiar, violencia en la pareja, violencia institucional, violación del derecho humano a la identidad de género e indiferencia por parte de organizaciones sociales. En el área de acceso a la salud, se destacan la falta de cobertura médica, el maltrato en consultorios, el faltante de hormonas y la suspensión de cirugías, como así también la dificultad para el acceso a servicios de salud mental respetuosos y no patologizantes.
Construyendo trincheras
Es necesario y urgente que todo el hetero-cis-tema deje de marcarnos y patologizarnos para que nuestras existencias se tornen un poco más vivibles. Y eso se lleva adelante con acciones tan simples desde no llamarnos por nuestros nombres muertos en las salas de espera hasta lograr construir vínculos sociales más empáticos, amables y libres de violencias hacia nuestras identidades.
En el territorio que habitamos, somos muches quienes recurrimos a herramientas que logramos construirnos dentro de nuestras redes de apañe. Por eso, nos encontramos realizando diferentes actividades para recaudar fondos que garanticen el acceso a los derechos básicos de la salud integral que el Estado y la sociedad civil nos niegan:
Colecta por Romi
Romi es una mujer trans de 53 años de Córdoba capital que está atravesando una grave y delicada situación de salud: osteoporosis severa, cataratas con una pérdida de más del 80% de su visión, hernias de disco que le generan un dolor de ciático crónico, problemas en las cervicales y muchas dificultades motrices para desplazarse. Todo esto hace que requiera de acompañamiento en la totalidad de sus actividades diarias y de una elevada suma de dinero para poder acceder a estudios médicos y tratamientos varios. Actualmente, aguarda turno para poder operarse los ojos y recuperar aunque sea parte de su visión y, con ella, una mayor autonomía en su vida. Sin embargo, la cirugía se encuentra en pausa hace ya varios meses, a la espera de dos prótesis necesarias que deberían llegar de Buenos Aires y de las cuales no tiene respuesta.
Para Romi, como para muchas personas TTNB con demandas de salud específicas, los tiempos de espera en el sistema de salud público se vuelven insostenibles ante el progresivo deterioro de su calidad de vida. Afrontar los costos tanto de una prepaga como de manera particular en el sistema privado se vuelve una imposibilidad teniendo en cuenta la precarización laboral, exclusión y extrema vulnerabilidad que nos atraviesa muchas veces. Todo esto, agravado por el contexto pandémico que, sabemos, no recae igual para todes.
Romi sabe que lo suyo no es un caso aislado y que las dificultades se profundizan cuando se trata de ser una identidad TTNB. “Hay un montón de personas que deben estar pasando lo mismo que estoy pasando yo, que están postergadas”, afirma. Su voz cálida, pero cansada al otro lado del teléfono nos cuenta que, cada día que se golpea más y no puede hacer nada, tiene menos ganas de vivir, que quiere pensar en positivo, pero “por ahí, la misma sociedad te lleva a esas cosas, como que sos el descarte y no valés nada, o valés para un voto y te prometen tal y cual cosa, y después no te dan ni un bolsón de comida. Y pagás impuestos y alquiler como cualquier otra persona. Lamentablemente, hay mucha burocracia con el tema del gobierno y con el tema de las cosas que uno necesita. Y cada vez que necesitamos una ayuda para algo, nunca la obtenemos o tenemos 200 mil trabas”.
“Las cosas no salen y eso me pone re mal, a lo mejor ven a otra persona y no le ponen tantas trabas para poder operarse (…) Yo quiero operarme para poder estar bien aunque sea del ojo, así no pueda caminar bien, para poder hacer las cosas que yo quiero, que es cortar el pelo, pintar, hacer cosas manuales, ser independiente como lo he sido siempre y poder ayudar a la gente. Para poder ayudar como me han ayudado a mí, eso es lo que yo sueño. Y que la gente no sea tan discriminativa, que no nos vean como si fuésemos lo peor del mundo”, nos comparte Romi.
Es evidente cómo estos prejuicios nos expulsan a los márgenes, desde donde intentamos tejer nuestras redes de cuidado. Continúa Romi: “Si no fuera por todos ustedes que me están dando una mano, por la ayuda de la gente, de mi hermana, que por ahí tienen que hacer su canutito para ayudarme a pagar el alquiler, nadie se acerca a ayudar, porque parece que somos lo peor de la sociedad”.
“A las personas que puedan colaborar, desde ya, les agradezco. Agradezco a todas las personas que me han estado ayudando hasta ahora y les dejo muchas bendiciones. Gracias”, finaliza Romi.
Desde la colecta solidaria por Romi, insisten en la urgencia de juntar dinero, ropa, alimentos, medicamentos y todo lo que le permita mejorar su calidad de vida: “No podemos seguir permitiendo que el acceso a la salud y a las necesidades básicas sea un privilegio de unxs pocxs. La deuda con el colectivo trans no es solo del Estado, es de todxs, ¡se agradece muchísimo la ayuda, la difusión y el apoyo!”.
Con qué puedo colaborar
—Dinero para costear alquiler, estudios médicos, traslados, entre otros.
-—Medicamentos y salud: Novalgina bebible; pastillas para los tendones Curflex; cremas para dolores musculares tipo átomo desinflamante; Dexalergin en gotas; Amoxidal Dúo 500 mg; pastillas para dormir (Alplax 2 mg o Lexotanil 6 mg); gotas para los ojos (Combigan 0,5 mg y Ganfort 1,5 mg); alcohol, gasas y cinta hipoalergénica.
—Alimentos freezados listos para comer, alimentos no perecederos, panificados, bebibles.
—Productos de limpieza: lavandina, trapos de piso, detergente, desodorante de ambiente.
—Sábanas de 2 plazas.
—Ropa: pantalones, calzas, jeans (talle 42). Abrigos y remeras (talle M o L). Ropa interior (S o M). Medias.
—Zapatillas N° 39/40.
Para enviar dinero:
CBU: 0200931911000018919394
Alias: PATRÓN.OVEJA.ETICA
Zartarian Lencinas
BANCOR
Para coordinar entrega de alimentos, ropa y medicamentos (Córdoba capital):
Zona sur: 3548 537834
Güemes: 351 7581598
Pueyrredón: 351 2869763
San Vicente: 351 6483704
Apañe pa’l Iñaki
Iñaki Echegaray es “un wacho trans” de 23 años que vive en la ciudad de Córdoba. Es guitarrista, productor musical y docente. Debido a una necrosis avascular que le afectó los huesos de la cadera y los hombros, tiene que colocarse tres prótesis muy costosas. Hasta ahora, solo el implante de la cadera cuesta $400.000 y la obra social cubre nada más que el 50%. También debe colocarse los implantes de los hombros, “lo que implica el doble o triple de dinero, y los gastos de internación, medicamentos y recuperación”.
Iñaki se atiende en el Hospital Privado Universitario de Córdoba (Naciones Unidas 346) y, al igual que otras personas TTNB, ve vulnerado su derecho al trato digno en esta institución: “Me es difícil de llevar la situación de que no respeten el trato digno en los hospitales. Respecto a eso, les envié un mail luego de cierta internación que tuve en junio de este año. Previo a eso, había enviado una nota formal a Admisión y, después, envié la misma a Archivo. Aun así, la respuesta fue negativa y, más allá de lxs doctorxs y enfermeras que respetan mi identidad, en general, sigo siendo llamado por mi nombre muerto cada vez que voy”.
¿Cómo impacta el trato indigno en la salud integral de las personas TTNB? ¿Se tiene en cuenta algún cuidado en relación a su salud mental? La violencia física que muchas veces atravesamos en las calles encuentran su respaldo en el mismo sistema de creencias que opera en las situaciones en las que no se respeta el trato digno de las personas TTNB. Es evidente e inminente la necesidad de construir vínculos sociales más empáticos y amables, que reduzcan los niveles de violencia simbólica y física a los que nos vemos expuestes. Nos comparte Iñaki: “Recuerdo muchas situaciones de este año en el hospital en que no se respetaba el trato digno y eso lo pude ir afrontando gracias a mis amigxs que estaban al lado para hablar por mí cuando ya no tenía más ganas. Desde eso hasta cuidados esenciales, mimos, regalos y un montón de cosas que me permiten hoy seguir, y digo seguir también en ese sentido de moverme, de no quedarme estancado”.
El colectivo de Apañe pa’l Iñaki organizó una rifa solidaria para juntar fondos. Hay más de 20 combos de 3 premios cada uno al precio de $300 para colaborar. El sorteo se realizará el domingo 26 de septiembre. Los premios son, en su mayoría, productos y servicios autogestivos. Para más información, se puede consultar por la cuenta de Instagram.
Cómo participar del sorteo
El valor de la rifa es de $300 y se extiende hasta el 26/9.
1) Transferí al Alias de su cuenta de Mercado Pago: rifa.wacho (preferentemente) o al CBU 0200900511000003125030 (Banco de Córdoba).
2) Enviá tu comprobante de pago por MD al insta: @apanepalinaki
Kai, “trans, gordo y loco”
Kai es un varón trans que se encuentra en Buenos Aires, en tratamiento ambulatorio psiquiátrico, sin poder trabajar y encerrado en la casa familiar. Necesita dinero para, entre otras cosas, “mudarse para estar cómodo en un lugar propio”.
En relación a la situación de encierro por la pandemia de COVID-19, Kai nos cuenta: “Durante la pandemia, aislado en un pueblo de la costa de Buenos Aires, no recibí más asistencia que la del IFE (Ingreso Familiar de Emergencia). Mi ansiedad, mi transición, mi depresión, mi angustia, mi pobreza, todo me llevó al borde del suicidio. Pude pedir ayuda a tiempo”.
Continuando con su testimonio, Kai hace énfasis en el capacitismo que el mismo sistema médico reproduce: “El 15 de julio me dio un ataque de ansiedad muy fuerte y me sobremediqué, le pedí a un amigo que estaba de visita que me lleve a la guardia psiquiátrica del Hospital de Pinamar. No había guardia psiquiátrica, no hay guardias psiquiátricas. Me derivaron a una salita, no hay guardia psiquiátrica. 8 horas con ataque de pánico en una sala de emergencia sin ser atendido, teniendo que dar mi dead name (nombre muerto) porque, aun pudiendo hablarle a la recepcionista, igual no te dan bola. Igual te piden el nombre de DNI, igual te alejan, no quiero ir a un hospital. Ese día, pedí que me internen”.
Históricamente, la violencia institucional que ejerce el sistema de salud con nuestras corporalidades/identidades y sus experimentaciones sobre nosotres construye un discurso, legitimado por el dispositivo científico-médico, que nos patologiza constituyéndonos como la otredad, la extrañeza, lo anómalo, y formando estereotipos que (re)producen los sentidos que mantienen a la estructura hetero-cis-normada. La misma estructura que nos arroja a los márgenes, ejerciendo un “identicidio” (en palabras de Marlene Wayar), que se trata de un “genocidio en relación a nuestras identidades”, como explica Kimey Sol Ramos (“Aprendiendo en el más acá”, entrevista – 2019).
Esta violencia aumenta mucho más cuando se pone en evidencia el capacitismo sobre el que se construye la estructura de las instituciones sobre nuestras corporalidades/identidades en general y, en particular, las del sistema médico. Continúa Kai: “Hace 3 meses que estoy en Buenos Aires, atravesé una internación ambulatoria familiar, sin poder administrarme yo mi propias pastillas por riesgo de suicidio, sin trabajo y con un entorno que cada vez que me dice ‘ELLA’, me hunden un poco más (…). Todas estas situaciones son las que atravesamos las personas trans, no tenemos el mismo acceso a la salud y si estamos locxs… olvidate”.
Kai concluye: “Para sobrevivir a todo esto, estoy lanzando una rifa con premios donados de diferentes personas a un costo de 150 pesos que se sortea el 15 de noviembre”.
En sus redes de apañe, comparten: “Como forma de supervivencia para este sistema hetero-cis-capitalista-capacitista y un infinito etc., seguimos tejiendo redes de apoyo mutuo”.
Para colaborar con Kai
—Facebook: Kai ko san
—Instagram: @xmentalhellx
—Whatsapp: +54 9 1135657707
—Mercado Pago: jodykaplan1@gmail.com
—Skrill: jodykaplan1@gmail.com
—Transferencia bancaria: 0110062430006204949029
—Alias: kaikosan.mp (registrado a un nombre con las iniciales D. P.)
Ever, “la salida es colectiva”
Ever es una personas transgénero de Buenos Aires, Argentina, a quien le diagnosticaron cáncer a fines de mayo de este año y lo operaron en junio, sacándole la tiroides completa.
Anteriormente a esta intervención quirúrgica, ya estando dado de alta en la prepaga, tenía una mastectomía programada, que, hasta el día de hoy, no fue autorizada -ni negada-, por lo que permanece pausada. Tras haber presentado toda la documentación que le pedían para la misma y frente a la nula respuesta de la prepaga en los tiempos estimados, comenzó una serie de reclamos para saber por qué no estaban aceptando su operación. “La respuesta siempre fue que estaba en auditoría médica y que estaba en proceso. Llegado el día de la operación, seguía en proceso”, cuenta Ever y sigue: “En medio de todo esto, me diagnostican cáncer, el cual también requiere de una intervención quirúrgica y esta intervención quirúrgica sí fue aceptada, lo cual indica que no es un problema burocrático que tiene la prepaga en sí, sino que no quieren cumplir con la Ley de Identidad de Género que me avala para tener la adecuación corporal que yo requiera, tanto en el sistema público como en el privado. Así que, al día de hoy, sigue en proceso”.
En su cuenta de Instagram, @anti.depre.sivos, cuenta sobre su caso y solicita ayuda para poder sustentarse: “En este momento, estoy necesitando ayuda económica de parte de ustedes. Tengo un trabajo súper precarizado, el cual me ayuda solo a solventar los gastos del alquiler, pero necesito seguir manteniendo la prepaga que tengo para que me sigan dando el tratamiento y los descuentos en las medicaciones”.
Como en muchos otros casos, recurre a la ayuda solidaria de quienes puedan aportar “porque creo que la salida es colectiva y ahora necesito de su apoyo”.
“La plata hoy la tenés vos, mañana la tengo yo, pasado la tiene otre y hay personas que no la tienen ni nunca la van a tener porque estamos en un mundo que rige con las reglas del capitalismo. Para eso sirve, para nada y para todo. Nadie se va a hacer millonario con una colecta nunca ni nadie se va a volver pobre por aportar. Ojalá algún día no necesitemos de todo esto”, comparte en sus redes.
Cómo colaborar con Ever
Mercado Pago.
CVU: 0000003100071598777513
Alias: ever.anti
Mail: eveejump@gmail.com
Transferencia bancaria o giro.
Banco Provincia.
DNI: 36670898
Nombre: C. E. Carrion
Número de cuenta: 4025/003/520222/1
CBU: 0140102403402552022210
Alias: FORMA.ALAMO.ARVEJA
Mail: cec.evercarrion@gmail.com
CUIL: 27-36670898-2
Bruno, “Rifa post operaxion”
Bruno vive en Neuquén capital. Tiene un trabajo formal en educación pública como profe de Historia, en escuelas medias, que complementa con su emprendimiento autogestivo de comida vegana, @weas.pal.pan, su trabajo más viejo que sostiene desde hace tres años.
El mes próximo, se realizará una cirugía de masculinización de tórax para la cual debe recaudar un monto de $30.000 previamente a la cirugía, sumado a los gastos de la recuperación post-operatoria, lo que le imposibilitará sostener su trabajo de cocina por encontrarse con movilidad reducida.
Bruno nos cuenta que su trabajo en educación le permite acceder a la obra social (OS) “Instituto de Seguridad Social del Neuquén”, que es la que usa la mayoría de las personas que dependen del Estado. Esta OS cuenta con un “Programa Trans”, en el que Bruno está inscripto, que facilitaría el acceso a las hormonas gratis y a algunos estudios. “En la práctica, lo que sucede es que las hormonas sí te las dan gratis, aunque es una pelea medio de cada vez que lo vas a hacer, en la farmacia, discutirlo para que te validen que estás en el programa y demás. Y otra parte, de los estudios, en la práctica, no se cubre la totalidad. Siempre tenés que pagar un porcentaje cada vez que te hacés un laboratorio o cualquier otro estudio que tenga que ver con la transición, digamos, con la hormonización”, nos comparte.
La pelea que llevamos a cabo con las instituciones del sistema de salud es constante. Para nosotres, es una discusión cotidiana el cómo llevar adelante estas disputas de la manera menos perjudicial posible. La mayoría de las obras sociales tienen un manejo similar al que relata Bruno, pero las violencias y el sistema burocrático no nos permiten mucho margen de acción. Sin embargo, cabe denunciar que estas instituciones están faltando al Artículo N° 11 de la LIG, atentando de manera directa y tajante contra nuestro “Derecho al libre desarrollo personal”. En este artículo, se puede leer: “Todas las personas mayores de dieciocho (18) años de edad podrán, conforme al artículo 1° de la presente ley y a fin de garantizar el goce de su salud integral, acceder a intervenciones quirúrgicas totales y parciales y/o tratamientos integrales hormonales para adecuar su cuerpo, incluida su genitalidad, a su identidad de género autopercibida, sin necesidad de requerir autorización judicial o administrativa (…). Los efectores del sistema público de salud, ya sean estatales, privados o del subsistema de obras sociales, deberán garantizar en forma permanente los derechos que esta ley reconoce”.
En conversación, Bruno nos cuenta que, en Neuquén, hay dos cirujanos que realizan la operación que está esperando, pero solo uno con más experiencia en masculinización de tórax, el cual cobra una diferencia por la misma. “Medio queda en un vacío legal, porque si vas a hacer el reclamo a la obra social, la OS te responde que, en realidad, como estoy inscripto en ese programa, debería acceder a la cirugía gratis. Pero el cirujano te dice que, como la OS no le paga nunca, tienen mucho retraso, él considera que su laburo es más caro que lo que cobra la OS”, comparte y continúa: “Ahí te encontrás en el dilema de acceder a la cirugía con un buen profesional como él, bastante respetuoso, digamos, o buscar otro cirujano que no tenga la experiencia en este tipo de intervenciones, pero que no te cobre nada, con la OS. Entonces, esa es mi situación”.
En sus redes, se encuentra difundiendo una rifa a $250 (no excluyente) con más de 30 premios, que se sortea el 10 de octubre, “gracias a amigxs y emprendimientos autogestivos que hicieron donaciones”, a quienes menciona en una listita para “ver, seguir, compartir, consumir sus productos”.
Bruno nos comparte que la difusión le sirve, ya que “más allá de esa diferencia, que son 30.000 pesos en mi caso que le tengo que pagar al cirujano, tengo que hacer el reposo y recuperación de un mes aproximadamente donde no voy a poder sostener mi emprendimiento. Y todo eso viviendo en una ciudad, ¿no?, que para cada consulta, curación o etcétera que vayas al médico, más allá de que tenés la obra social, tenés que pagar un co-seguro que, con suerte, son $500, pero la verdad es que, a veces, es más”.
Cómo colaborar con Bruno
Contactándote a su Instagram: @bruxism0_
Mediante efectivo o CBU: 0970042055008268580018
Por Mercado Pago: britosdizaratebruno@gmail.com
Estas narrativas dejan en evidencia las violencias a las que nos arroja el cis-hetero-capitalismo capacitista y colonial. Sin embargo, dentro de los márgenes, construimos las trincheras que nos ayudan a la supervivencia. El mundo se torna un lugar hostil y nuestra capacidad de tejer redes de apañe y contención basadas en los afectos y los cuidados se vuelven cada vez más indispensables.
Es difícil, como ya quedó plasmado en este texto, construir realidades diferentes cuando ni siquiera nos tienen en cuenta como sujetes de derecho. Pero logramos construirnos algunas herramientas en el medio de tanto transodio para generar vidas un poco más vivibles.
Si llegaste hasta acá, capaz sos trans y, aunque no lo seas, te invitamos a aportar. 😉
“Resiste cuerpx trans. Sabotea el cistema”. (@por.ahora.escribo)
*Por Tres Tristes Trolxs* para La tinta / Imagen de portada: LATFEM.
*Tres Tristes Trolxs es la inestable manera de nombrar la confluencia espontánea de múltiples seres transmutantes y sintientes que nos unimos en la necesidad y deseo de expresar por escrito nuestra rabia y nuestra ternura.