El Refugio Libertad busca apoyo

El Refugio Libertad busca apoyo
17 agosto, 2021 por Redacción La tinta

La organización Trabajadores Unidos por la Tierra (TRAUT) lanzó la Campaña #YoApoyoAlRefugioLibertad para visibilizar el trabajo que realizan las comunidades en el ex Grupo de Artillería 141 José de la Quintana. Solicitan que el Estado nacional extienda el permiso de uso a la totalidad del predio y a la infraestructura abandonada hace décadas. Actualmente, trabajan sesenta familias en el espacio para la producción agrecológica y la recuperación de la memoria.

Por Redacción La tinta

El Refugio Libertad es un campo comunitario gestionado por familias trabajadoras de los ejidos y las pequeñas localidades aledañas. Hoy, funcionan diez unidades productivas en torno a la cría de animales, la agricultura y la apicultura, además de cuadrillas de construcción, una planta de reciclado, un comedor comunitario y diversos proyectos que llevan adelante les vecines.

El territorio donde se emplaza el Refugio es el predio del ex-Grupo de Artillería 141 del Ejército, dependiente de la Dirección de Fabricaciones Militares del Ministerio de Defensa. Está a 55 km hacia el sur de la ciudad de Córdoba, sobre una extensión mayormente serrana y de monte nativo, es decir, “zona roja” según la Ley de Ordenamiento Territorial del Bosque Nativo. Limita con la margen norte del Río Los Molinos y llega hasta el Dique de José de la Quintana, colindando con esa localidad, Villa San Isidro y Los Molinos.

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(Imagen: Trabajadores Unidos por la Tierra)

Si bien el predio es de 880 hectáreas, hoy, las familias nucleadas en TRAUT tienen permiso para utilizar solo 70 hectáreas, donde desarrollan un proyecto integral que genera fuentes laborales, alimentos sanos, proyectos de cuidado comunitario y reconstrucción de la memoria del lugar, atravesada por la represión de Estado de la última dictadura cívico-militar-eclesial. Por esto, solicitan al Estado nacional el permiso de uso total de este predio, abandonado hace 40 años.

Memorias del territorio

En la ruta E56, entre el Puente Negro y San Isidro, se alza el cartel azul con letras blancas que anuncia “Refugio Libertad”. Pasando la tranquera, hay diferentes edificios en proceso de recuperación para los proyectos de la organización comunitaria y la economía popular. Les vecines están realizando un gran esfuerzo, es evidente el deterioro y desmantelamiento que sufrieron las instalaciones por el total abandono desde 1993, cuando el Grupo de Artillería fue trasladado.

Antes de eso, funcionó allí un Centro Clandestino de Detención y Tortura en los oscuros años de la última dictadura. En marzo de 2020, con la presencia de Nora Cortiñas, la organización señalizó por primera vez el edificio de la ex-Enfermería como Centro Clandestino, el espacio más nombrado en los testimonios que integran la investigación judicial en curso. Existe, además, una medida de no innovar en una zona específica, en el marco de la causa que investiga la presencia de enterramientos de personas.

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(Imagen: Trabajadores Unidos por la Tierra)

La historia pesada del lugar es revertida en cada proyecto que empujan y crean las familias trabajadoras. Desde junio de 2018, por medio de un convenio firmado por la Agencia Administradora de Bienes del Estado, TRAUT accedió a un permiso de uso sobre las hectáreas cultivables del predio. “Desde entonces, allí se desarrolla un proyecto integral que busca transformar un espacio que estuvo al servicio de un proyecto de muerte hacia un proyecto de cuidado de la vida”, expresan desde la organización.

Donde la libertad tiene refugio

“El Refugio es un laboratorio productivo y comunitario” -dice Sergio, integrante de la organización- “en la medida que logremos que sea productivo y genere comunidad, será un modelo de otro modo de habitar la ruralidad, de repensar la patria desde la periferia, de reconstruir una patria donde se democratice la tierra, se produzcan alimentos sanos, esté presente la memoria y se generen lazos comunitarios que permitan otro modo de habitar y de enfrentar al sistema neoliberal que nos despoja de todo, hasta de las dignidades”.

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(Imagen: Trabajadores Unidos por la Tierra)

Hay distintos ejes interrelacionados que sintetizan el proyecto que se lleva adelante en estas tierras. Por un lado, desarrollan producción agroecológica de alimentos sanos, en el marco de la economía popular, para la seguridad y soberanía alimentaria. Por esto, impulsaron diez unidades productivas de pequeña escala, de ganado vacuno, porcino, caprino, cunicultura, apicultura, producción de forrajes, producción de alimentos balanceados, gallinero y galpón de pollos, huerta, frutales. Parte de la producción abastece a comedores populares de la ciudad de Córdoba.

Para les trabajadores rurales, es la oportunidad de volver a la tierra. No es novedad que muches se vieron expulsades del campo y hoy no tienen dónde criar animales o cultivar. Marcelo participa en el grupo encargado de las vacas, el alambrado y la chacra, y expresa que, para él, “es importante que nos otorguen este permiso porque mucha gente no tenemos dónde tener un animalito y acá hay mucha tierra que no se usa desde hace muchos años”.

El segundo eje es la reconstrucción de la memoria histórica, proyectando la creación de un Sitio de Memoria que recupere los hechos ocurridos en dictadura, pero también la memoria larga del territorio. “Es un lugar con mucha historia, ahora que como organización entramos, podemos rescatarla”, expresa Celeste, y María Rosa agrega: “Una memoria que venía siendo triste y de mucha mortandad, pero que, en el ahora, estamos construyendo memorias buenas y muy lindas, y, en el futuro, serán las de un grupo de personas que luchó y lucha por un futuro mejor, no solo para ellos y sus hijos, sino para la sociedad”.

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(Imagen: Trabajadores Unidos por la Tierra)

Todo esto se impulsa desde la organización comunitaria, desarrollando también espacios socio-culturales y la formación popular. En este sentido, trabajan en proyectos educativos, artísticos, de acompañamiento en violencia de género, de comunicación, alimentación y reciclado. Además, Celeste explica que hay muchas casas abandonadas en el predio y que “estaría bueno que se puedan recuperar para la gente del pueblo y alrededores, para quienes las necesitan”.

El cuidado del territorio y los bienes comunes, especialmente del río y del monte nativo, es un eje fundamental en sus acciones. Promueven la creación de un Área Campesina en la totalidad del predio, de modo que no pueda ser utilizado con fines que pongan en riesgo la flora y la fauna nativa. “Este es un predio muy grande, con mucha presencia de monte nativo y con una costa de muchos kilómetros sobre el Río Los Molinos. Nosotres nos asumimos como guardianes del territorio, creemos que es una de las tareas más importantes que nos toca este tiempo a quienes habitamos la ruralidad y que trabajamos y vivimos en el campo”, afirma Mercedes.

Finalmente, el edificio de la ex-Mayoría está siendo recuperado de manera conjunta con el Hogar de Cristo – Centro Barrial Madre de la Esquina, como espacio destinado a acompañar personas con consumo problemático de sustancias.

Permiso para cuidar y crear

“Es importante que nos otorguen un permiso total de uso del predio para poder tener mayor producción de alimentos sanos para la sociedad, generar más fuentes de trabajo, poder acondicionar un edificio para enseñar trayectos formativos, recuperar de canchas deportivas y la memoria del espacio, crear un centro de compañía para mujeres que transitan o sufrieron violencia de géneros, crear comedores y merenderos para los trabajadores y vecinos de la zona, cuidar el monte nativo”, enumera María Rosa.

Con la habilitación total del predio, podrían también evitar hechos como los del 3 de agosto pasado, cuando una parte de las tierras sufrió un incendio intencional, sofocado por quienes habitan el territorio y por personal de la zona. Además, les permitiría profundizar, ampliar y consolidar lo que vienen desarrollando: “Si hicimos todo esto con un permiso sobre estas pocas hectáreas, sobre 880, se multiplicaría por mucho y habría más sectores de la comunidad que podrían participar de manera activa”, asegura Sergio.

“El Refugio Libertad es una semilla de esperanza, no solo para las comunidades que participamos, sino para todos nuestros compañeros y compañeras a lo largo y ancho de esta patria que están cansadas, hartas de un sistema indigno e injusto, y quieren construir alternativas de buen vivir para todes”, concluye Mercedes.

#YoApoyoAlRefugioLibertad

Como parte de la campaña, piden que las personas apoyen firmando la petición: http://chng.it/xW84FvzB6K

Invitan también a sumarse en redes sociales bajo la etiqueta #YoApoyoAlRefugioLibertad con una selfie con un cartel escrito a mano o con la imagen de la campaña, y a difundir.

*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: Trabajadores Unidos por la Tierra.

Palabras claves: cordoba, Refugio Libertad, Trabajadores Unidos por la Tierra

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