Piñera intenta arremeter contra el movimiento feminista
El martes 5 de mayo, el presidente chileno Sebastián Piñera nombró al frente del Ministerio de la Mujer y Equidad de Géneros a Macarena Santelices, sobrina nieta del dictador Augusto Pinochet. La nueva funcionaria es ex dirigente y militante del partido ultraderechista Unión Demócrata Independiente (UDI) y negacionista de los crímenes de lesa humanidad de la última dictadura. Este nombramiento parece ser una clara respuesta al fortalecido movimiento feminista de ese territorio.
Por Redacción La tinta
“Pareciera que se nos disciplina por haber sido más de tres millones de mujeres y feministas desplegadas en las calles denunciando la violencia estructural y político sexual que vivimos en Chile en total impunidad”, escriben desde la Asociación de funcionarios y funcionarias del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género (Anfummeg) en un comunicado público a partir del nombramiento de Santelices.
El nombramiento se trataría de “un castigo machista para quienes exigimos la renuncia de la ex ministra Isabel Plá por su impresentable silencio”. En la masiva e histórica manifestación del 8M, las voces feministas y gran parte del pueblo chileno acusaron a la ex ministra de cómplice de los abusos sexuales cometidos por las fuerzas de seguridad durante los levantamientos sociales que comenzaron en octubre pasado. Cinco días después, Isabel Plá renunció a su cargo y el gobierno nacional tardó 54 días en nombrar a otra funcionaria, pese al crítico contexto en el que la violencia sobre los cuerpos feminizados se intensificó.
En medio de la cuarentena por la pandemia de coronavirus, con un Chile impedido de salir a ocupar las calles como lo hizo durante meses, el presidente Piñera designó a Macarena Santelices como Ministra para la cartera encargada de las políticas destinadas a las mujeres y la equidad de género. El lazo de sangre con el dictador Pinochet parece ser una suerte de síntesis paródica de su currículum: militante y ex dirigente del partido ultraderechista que integra la UDI, uno de los cuatro que conforman la coalición gubernamental, reconocida negacionista de los crímenes de lesa humanidad de la última dictadura, partidaria de reconocer “lo bueno” de este período, con denuncias por acoso laboral y sin experiencia ni conocimientos comprobables en género.
“Las feministas no olvidamos. No permitiremos que una partidaria de la dictadura pinochetista conduzca el @MinMujeryEG”, escribieron en su cuenta de twitter feministas nucleadas en la Coordinadora 8M, exigiendo la revocación inmediata de la flamante mandataria bajo la consigna #NoTenemosMinistra.
En el mismo sentido, desde Anfummeg, realizaron una conferencia de prensa online junto a diferentes organizaciones y colectivas feministas tras enterarse del anuncio. Allí, Vesna Madariaga Gjordan, presidenta de la Asociación, leyó un comunicado donde historizan que “la institucionalidad del Estado para las mujeres se levantó gracias a la lucha histórica que miles de mujeres y feministas han dado para el reconocimiento y ejercicio de sus derechos”. En este contexto dramático, “este gobierno no se ha caracterizado por su énfasis en ocuparse de mejorar y fortalecer las respuestas del Estado”, sino que generan “desconfianza y fragilización del sistema” institucional.
A su vez, más de treinta organizaciones y colectivos firmaron una “Declaración Pública Feminista” en la que no reconocen el nombramiento de Santelices, considerándola “un peligro para la vida de mujeres, lesbianas, travestis, trans y no binaries, una provocación al movimiento feminista y nuestra memoria histórica, una afrenta contra las mujeres racializadas y migrantes”. Exigen la revocación inmediata y exponen que, en contexto de pandemia, el gobierno legisla “para los empresarios y la acumulación de unos pocos”, sosteniendo políticas de terrorismo de Estado, fortaleciendo el aparato represivo mientras “recortan programas, presupuestos y despiden a trabajadores de los servicios destinados a proteger a las mujeres que denuncian y buscan protección ante la violencia patriarcal”.
A su vez, manifiestan que “ante un gobierno que pretende imponer la amnesia, nosotras le respondemos que las feministas no olvidamos, no nos hemos soltado: la pandemia nos impide estar en las calles, pero seguimos aquí”.
En diálogo con La tinta, Florencia, chilena, psicóloga, lesbiana, feminista que acompaña abortos “con las amigas y en la casa”, en Valparaíso, nos dice: “Como lesbianas y feministas, el nombramiento de la ministra Santelices no pasó desapercibido, sobre todo por lo que ella como legado vivo de Pinochet significa y el impacto que su presencia e ideología tendrá dentro de las políticas públicas del ministerio”. Ella explica que “no existe feminista hoy que esté de acuerdo con este nombramiento”.
Sin embargo, no sienten que ninguna ministra podría representarlas y se pregunta en qué momento el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género fue una opción para hacer valer sus demandas. “Para quienes nos posicionamos desde la autonomía, sabemos que el Estado, más allá del gobierno de turno, jamás ha dado o dará soluciones a nuestras demandas históricas, entendemos y miramos al Estado como heteropatriarcal, capitalista y colonialista”, sentencia Florencia. Entienden que las políticas públicas de este ministerio son insuficientes para abordar la violencia contra la mujer “y digo solo mujer, porque no incluyen a las disidencias”. Las leyes, sintetiza, “son patriarcales”.
Florencia cree que es importante poner el foco en su propio trabajo, entendiendo que “la fuerza del feminismo siempre ha estado en nuestra capacidad de organización para dar frente a las violencias del sistema. Sostenemos que esa es la resistencia que nos interesa seguir realizando, organizarnos para ser opción real y paralela a la institucional”.
El nombramiento de Macarena Santelices es una provocación y una respuesta a la inmensa fuerza del movimiento feminista chileno. Manotazo disciplinador de un gobierno que entiende la capacidad feminista gestada al calor de la lucha.
*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: EFE.