“Si entra el virus, nos morimos todos”
Desde Mucho Palo Noticias, entrevistamos a unx de lxs 37 presxs que están en huelga de hambre hace 8 días en la Unidad 17, pabellón 1 del Penal de Urdampilleta para pedir que se cumplan las morigeraciones y excarcelaciones preventivas, en el marco de la especial situación frente a la pandemia del coronavirus, en un contexto de total vulnerabilidad: estar en una cárcel superpoblada en un contexto de pandemia mundial.
Patricio Emmanuel Luna es vocero del grupo del pabellón 1 de Urdampilleta, no está dentro del grupo de riesgo, ni está en el listado de pedidos para ser enviado a domiciliaria en el marco de prevención del Covid-19, pero entiende de solidaridad, de un reclamo que es colectivo “porque descomprimir la superpoblación acá adentro es cuidar a quienes salen y a los que nos quedamos adentro”.
—“Mi nombre es Patricio Emmanuel Luna, estamos en la Unidad Número 17 de Urdampilleta en provincia de Buenos Aires. Somos chicos que estamos en el pabellón número uno. Somos 37 chicos adheridos voluntariamente a una huelga de hambre, de manera pacífica, en reclamo por nuestros derechos.
Ya se decretó que por el tema del Covid-19 van a tratar de hacer reducción en cuanto a la cantidad de población carcelaria, con el objeto, primero que nada para prevenir el contagio, según lo solicitado, Porque la ONU dijo que el distanciamiento entre las personas debe ser de un metro y medio, para prevenirse del virus, pero acá hay un problema, que es la sobrepoblación y el hacinamiento.»
Es todo un tema eso, entonces debido a esa superpoblación este espacio, ese metro y medio es utópico cumplirlo acá adentro. ¿Entonces que pasa? si entra el virus, nos morimos todos.
¿Cuál fue la solución? que se ha determinado qué grupo de personas se le va a dar la excarcelación o suspensiones de la pena. No es que se van a ir todos los presos a la calle. Hay muchas campañas de por medio que hoy en día tratan de embarrarnos, que dicen que están liberando a los violadores, pero no es así, primero que estas liberaciones no son para todos, sino para determinados grupos, esos grupos que se les puede llegar a dar el beneficio son: las mujeres embarazadas, primero y principal, segundo las mujeres en contexto de encierro que se encuentren con sus hijos, y después a personas que son de riesgo por que están enfermos, obvio que conste en su historia clínica. Que tengan VIH, tuberculosis, asma, pacientes en riesgo. Después a las personas que les falta menos de seis meses para irse. Hay chicos acá en el pabellón que les falta un mes para irse o menos y los dejan acá. Y aquellas personas que están pasadas de los beneficios, hay muchos pibes que están ya con la condicional, cumplieron tres cuarto de su condena, tienen estudio, trabajo y no los están liberando tampoco, los tienen acá adentro.
A la orden ya la dió un juez de casación, que es una instancia superior a los juzgados convencionales. Ya está dada la orden, pero nosotros seguimos encerrados. Así como nosotros seguimos encerrados, muchísimos quedan acá, enfermos, con VIH, tuberculosis, y siguen acá.
El reclamo es para que al menos venga una autoridad competente y nos dé una solución. Pero no viene nadie. Nosotros no queremos llegar a lo que pasó en Devoto, en Varela, no queremos llegar a eso. Hace seis días que venimos manifestandonos de una manera pacífica”
—Comentabas antes sobre las personas allí que están a un mes de salir o en prisión preventiva, ¿cuál ha sido la respuesta de las autoridades del penal frente al reclamo que están haciendo?
—No nos han dado ninguna respuesta, sinceramente solo nos convocaron en el día de ayer, después de cindo días de huelga, para que haya una mesa de diálogo, totalmente fantasma, con solamente referentes de otros pabellones, para ver si se podía llegar a un acuerdo. A lo cual nosotros no necesitamos ningún acuerdo con los presos, nosotros estamos planteando desde nuestra postura, cosas fundamentadas, para nosotros no necesitamos hablar con otros presos, necesitamos que venga la autoridad que corresponda.
Ellos lo que quieren hacer es apaciguar las aguas, se entiende, pero nosotros acá necesitamos que vengan autoridades competentes.
—¿Cómo son las condiciones sanitarias hoy en el penal, más allá de la situación ya conocida de la cárceles en Argentina, pero a partir de la pandemia, mejoraron las condiciones sanitarias, o aumentaron la cantidad de médicos, algo cambió?
Acá no, acá estamos a la deriva y desamparados. Acá si te agarra algo no te dan cavida. Estamos en una situación de total vulnerabilidad. Esa es la triste situación que nos toca vivir en el día a día, pero bueno, estamos en manos de ellos.
Por ejemplo acá en esta unidad, nos dijeron que “como veníamos haciendo las cosas bien”, nos iban a desengomar.
¿Qué significa engomar? Hace casi seis días que veníamos engomados, o sea estamos adentro de una celda de castigo, toda chiquitita, todos encerrados, por haber hecho este reclamo, esa solución dieron.
—O sea que la respuesta de las autoridades del penal frente al reclamo ¿fue encerrarlos en una celda de castigo?
—Tal cual, siendo que nosotros tenemos un artículo que nos ampara, que es el artículo 14 de la constitución provincial, que dice que queda asegurado la reunión pacífica par tratar asuntos públicos. No se está respetando nuestro derecho.
—¿Cómo se vive la situación de que la primer medida -incluso antes de la cuarentena obligatoria- que se tomó en relación al coronavirus, fué cortar las visitas de familiares y que implica eso para ustedes?
—Voy a tratar de ser objetivo. Yo por ejemplo tengo a más de 500 km a mi familia, pero más allá de mi caso particular, está bien que se haya cortado la visita por el tema de cuidarlos a ellos, de no exponer a los familiares, yo no lo veo mal. Pero también hay otra realidad, que si nuestras familias no nos traen para comer, no comemos. Sino nos traen insumos de higiene, no tenemos para cepillarnos los dientes, maquinitas para afeitarnos, no tenemos jabón.
Acá estamos a la deriva. Los únicos que nos proveen esas cosas son nuestras familias.
Está de más decir que la comida que nos dan acá además de ser poca, está totalmente en un estado de descomposición total. Estamos a la deriva.
—¿Cómo están viviendo la lectura que se hace desde afuera sobre lo que ustedes están pidiendo?
—En primer lugar, creo que no solamente hablo por mí sino por la mayoría, lo vemos como algo muy injusto. Primero que la gente el primer error que tiene es generalizar, atrás de todo esto también hay un trasfondo político. Porque la oposición al gobierno que está ahora, cuando hay estos fallos, lo aprovecha y se transforma en algo que cambia la opinión pública y no dice bien las cosas.
Estas libertades, mejor dicho estas excarcelaciones, no son para todos, son para las mujeres embarazadas y con chicos, para los enfermos, o los que están por irse en menos de dos meses. Y no es para cualquier delito, no es para delitos violentos, ni para delitos contra la integridad sexual, no son para femicidas.
La gente a veces se confunde, está desinformada. Muchas veces los medios de comunicación desinforman en vez de informar.
Otro dato importante es que los violadores, femicidas, y todo tipo de delitos aberrantes, no conforman ni siquiera el 10% de la población carcelaria.
¿Por ese 10% vas a condenar a todo el otro 90%? Porque hay una realidad, acá entra el virus y morimos todos, va a haber un genocidio si entra el virus… es fuerte la palabra, pero es así.
Ademas también acá hay otra cosa que no se está respetando, nosotros estamos con privación de la libertad, en el marco una la ley nacional, que dice que si uno comete un delito lo paga cumpliendo un tiempo determinado de esa privación de la libertad. Pero hay algo más importante que eso. La Corte Interamericana de Derechos Humanos, que es una instancia superior que las leyes nacionales, en su artículo número 1 y 2, habla de la integridad personal, de la tortura, malos tratos, etc.
Exponernos a este inminente contagio del coronavirus es una tortura y un trato inhumano.
—Algo que quieras agregar…
—Mencionar de nuevo a la Unidad 17 de Urdampilleta, el pabellón número 1, donde nos encontramos alojados. Queremos pedirles que por favor, a las autoridades o a quien corresponda, que se hagan presente acá. Ya llevamos seis días de huelga de hambre. Nosotros no queremos lamentar la muerte de ningún otro pibe, no queremos que esto se nos vaya de las manos. No solo yo te estoy hablando, atrás mío hay 36 personas más. Y todos somos seres humanos. Esto lo estamos conteniendo de la mejor manera posible y nos gustaría que siga así, pero queremos soluciones concretas.
*Por Mucho palo noticias / Imagen de portada: