“Estamos en una pandemia y el Estado cordobés quiere hacer recorte para los más vulnerables”
La realidad supera a la ficción. En medio de una crisis profundizada por la pandemia que golpea fuertemente a las que menos tienen, el Ministerio de Promoción del Empleo y Economía Familiar de Córdoba publicó una resolución suspendiendo los Programas de Empleo por, al menos, tres meses. ¿Saben acaso esos funcionarios, que firman resoluciones como si apretaran botones, lo que significa esto en la vida de las mujeres cordobesas?
Por Redacción La tinta
Escribo desde las entrañas rabiosas. Pienso en la Vero, en Lucía, en las chicas de Barranca Yaco y El Milagrito. ¿De verdad, en la cuarentena, el gobierno puede recortar los bolsillos más vacíos? ¿Pueden ser tan zarpados? Mujeres saliendo de situaciones de violencia tratando de armarse económicamente para resistir con sus hijes la crueldad de la cuarentena; mujeres trabajando en la primera línea de copas y comedores de las villas de Córdoba, garantizando el cuidado de sus comunidades; mujeres empleadas que se aguantan la precarización para ganar el mango. Ellos le dicen programas de entrenamiento laboral, todas sabemos que son salvavidas del desierto laboral.
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“El programa me ayuda a sostener a mis hijos en esta crisis, ya que soy una mujer sola que sufre violencia familiar y no puedo tener un trabajo digno”. Una oración es suficiente. Vero trabaja en un espacio cooperativo, hace meses que lucha para salir de una relación violenta que le afecta fuerte por el lado económico. Tiene cuatro hijos de padres ausentes. Dejar de cobrar este programa “significaría un caos total en mi economía. Si no lo tuviera, qué hago”, me pregunta, no sé qué responder. “Con esa plata del PorMí, le estoy dando de comer a mis hijos. Estarían jugando con eso, cuatro mil pesos pechan un poquito más”.
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“La situación de las vecinas era muy precaria antes de las medidas, la mayoría tiene varies niñes pequeñes que no les pueden dejar para ir a trabajar, son madres solteras con todo lo que eso implica, solas se hacen cargo de sus hijos, tanto en lo económico como en los cuidados”. Mónica integra, junto a otras mujeres trabajadoras, un espacio de alimentación en Barranca Yaco, ocupadas por el cuidado comunitario, indispensable en el momento actual. Le sirven la merienda a más de cuarenta niñes por día y todas cobran PorMí como único ingreso.
“En este contexto de cuarentena, todo es mucho más difícil. Si las compañeras tenían una pequeña ayuda del progenitor de sus hijes, ahora no lo van a tener porque no se puede trabajar”, reflexiona Mónica. “Estamos en una pandemia y el Estado cordobés quiere hacer recorte para los más vulnerables”.
En Barrio El Milagrito, sucede algo parecido, el recorte en los programas significa atacar al bolsillo de las mujeres y las tareas de cuidado comunitarias. Isabel es parte, junto con diez personas, de un espacio de copa de leche y apoyo escolar. “Casi todas estamos en la misma situación, de las once, solo cuatro trabajaban como empleadas domésticas y el resto son amas de casa con niñes pequeñes”, explica. Hace una pausa y, de nuevo, no sé qué decir. “Es preocupante el recorte, porque es nuestro sustento”, termina.
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Lucía la pateó mucho hasta conseguir que la tomara un minimercado de su pueblo. Como es un comercio de alimentos, arreglaron para ir dos veces a la semana, seis horas por día. Cobra un Programa Primer Paso. “Le dicen de entrenamiento laboral, pero, en realidad, es un subsidio para las que no tenemos laburo”, me explica. Su familia no es numerosa, pero todes son trabajadores informales, por lo que la entrada fija aseguraba pagar las cuentas básicas en cuarentena. “No fue fácil para mí conseguir trabajo, en los pueblos, hay poco y, con los chicos chiquitos, se complica tantas horas. El PPP es poca plata, pero me servía”. La escucho cansada, “¿qué voy a hacer el mes que viene? No tengo idea, espero que pase la cuarentena, si no, nos comen los piojos y nos deprimimos”.
Relatos urgentes desde la Córdoba profunda. Podemos pensar que se trata de una pelea por fondos con el gobierno nacional o un ahorro porque se viene lo que se viene, ahora, lo que es seguro es que a este gobierno no le importa nada y menos las que están bien abajo. “El recorte es una decisión de personas que no tienen idea de lo que pasa en los barrios ni en las familias, toman decisiones desde una posición cómoda”, dice Mónica.
¿Se imagina, señor gobernador Schiaretti y señora ministra Jure, el gesto de esas personas enterándose que, aún cuando muchas siguen trabajando en cuarentena, la provincia decidió no pagarles? Yo sí.
*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: Colectivo Manifiesto.