Bolivia en lucha: complejizar el golpe, pensar la resistencia
Por Redacción La tinta
Rechazamos el golpe. Salimos a marchar. Nos mueve la rabia y el dolor. Habitamos las contradicciones, a la vez que intentamos aportar algunos elementos para comprender lo que está pasando desde nuestro hacer periodístico. Pistas para organizarnos frente al avance de la violencia en sus expresiones fascista, neoliberal y fundamentalista. Pistas para invitarnos a discutir, a intercambiar ideas, a hacer política en espejo con los pueblos hermanos, con sus luchas que sentimos también nuestras luchas.
Estos días han sido convulsionados. Nos han encontrado tratando de hacer algo por el pueblo boliviano. Escribiendo, denunciando, escuchando, marchando, difundiendo. Pero nada de eso es suficiente. Ni siquiera este espacio editorial que hoy convidamos desde La tinta para poner en diálogo y amplificar las voces que venimos escuchando, ante tanta complicidad de los grandes medios de comunicación.
Reconocemos que las voces que aquí recogemos, en algunos casos, parecen hasta antagónicas. Sabemos también que estamos leyendo la realidad boliviana desde acá, desde Argentina, en la impotencia y la urgencia de ver cómo disparan armas de fuego contra el pueblo boliviano movilizado en las calles.
Escuchamos también a muchas compañeras que están proponiendo desde hace décadas otras formas de hacer política al arriba. Voces feministas que nos llegan desde Bolivia y desde otros rincones de América Latina, que remarcan que el origen del problema está mucho más allá y mucho más acá del golpe, que se trata de acabar con la política en términos masculinos, que nuestros cuerpos y nuestras voces proponen y no imponen, bajan y no suben. Que no es lo mismo -por supuesto que no lo es-, pero que, a la vez, es necesario trazar las continuidades que habilitaron lo que hoy sucede en las tierras bolivianas.
¿Desde qué lugar escuchamos, opinamos, decimos? ¿Cómo trascender las lecturas colonialistas y paternalistas? ¿Qué nos dejan y qué nos quitan los binarismos? ¿Qué es lo que no se puede dejar de decir y de hacer en esta coyuntura? ¿Cómo no hacer “argensplaining”?
Luego de semanas de ser insistentes en definir lo sucedido como golpe de Estado y rechazar el avance del fascismo en el continente, creemos que es urgente amplificar el espectro de voces que aporten a pensar la complejidad del entramado de la actual coyuntura en Bolivia. Estamos convencides de que, en esta diversidad de voces y variables de análisis, podremos acercarnos a la construcción de pensamientos críticos, que nos permitan cuestionarnos, dibujar nuevos sentidos y disputar el tiempo que está siendo.
No buscamos síntesis, sino, por el contrario, brindar(nos) insumos que nos orienten en esta difícil y compleja hora histórica que nos toca. Con la única certeza de que es necesario pensarnos y que, en cada lucha, en cada opinión de esa gran variedad que somos les de abajo, laten nuestros deseos de otro mundo más justo, antipatriarcal, no racista ni fascista.
