Mientras exista miseria habrá rebelión
Durante estas últimas semanas Barrio Güemes y Barrio General Paz han sido intervenidos por una serie de proyecciones efímeras y anónimas, en ellas se pudieron ver imágenes de la brutal represión que sufre el pueblo chileno, en manos del estado de Piñera, la fuerza del pueblo boliviano que dice no al fascismo en Latinoamerica, como así también, la resistencia y organización de Abya Yala que dice basta!!
Por Medio Negro
En una sociedad adormecida ante tanto estímulo visual.
Imágenes proyectadas sobre una pared irrumpen en el lugar.
Disputan con las luces de los bares, alterando el paisaje.
Traseuntes se detienen ante lo que las imágenes en movimiento proponen.
Otro tiempo y espacio se hacen presentes.
¿Qué sucede cuando la «normalidad» de un espacio se ve modificada?
¿Qué pasa en el propio cuerpo al ver el dolor de otrxs?
¿Cómo se resignifican las imágenes?
¿Como atraviesa, nos atraviesa , la representación de ciertos tipos de violencia, en una noche aparentemente normal, en un lugar diseñado para no pensar?
Frente al cerco mediático, este tipo de acciones se vuelven imprescindibles, no solo en apoyo a las luchas y resistencias territoriales, sino también, para interpelar a la comunidad por fuera de las redes sociales.
Haciendo uso de los espacios públicos, con la clara intención de generar una acción y una reacción, ante la impunidad de estados «Democraticos» que nos quieren acallar, las imágenes hablan por sí mismas.
Este tipo de intervenciones dejan en evidencia que «la imagen» no es solo un recurso, sino más bien un medio que se resignifica constantemente, al ser atravesado por las diferentes formas de interpretación.
Son imágenes violentas, sí, pero como dice Glauber Rocha en su escrito Estética del hambre:
El amor que ésta “violencia” encierra es tan brutal como la propia “violencia”, porque no es un amor de complacencia o de contemplación, sino un amor de acción y transformación.
*Por Medio Negro