Crean un observatorio ante la creciente presencia y abuso policial en escuelas de Sierras Chicas
El pasado 7 de junio, personal de la Policía de la Provincia ingresó a una escuela de Agua de Oro. Portando sus armas y sin mostrar orden judicial, se llevaron detenido a un estudiante menor de edad y generaron un clima de violencia. A partir de esta situación y del accionar ilegal de fuerzas represivas, que se repite en otras instituciones de la zona, vecinxs se reunieron para conformar el Observatorio de la situación socio-ambiental-educativa de niños, niñas y adolescentes de Sierras Chicas.
Por Redacción La tinta
Vecinxs, docentes, padres y profesionales de la zona de Sierras Chicas comenzaron a reunirse, en los últimos días, ante la preocupación por la creciente presencia policial en las escuelas de la región y su accionar por fuera de las leyes vigentes. En ese marco, decidieron conformar el Observatorio de la situación socio-ambiental-educativa de niños, niñas y adolescentes de Sierras Chicas. El último episodio que alarmó a la comunidad fue el ocurrido recientemente en la escuela 9 de julio de Agua de Oro, cuando, el pasado 7 de junio, personal de la Policía de la Provincia ingresó en distintas oportunidades a la institución con sus armas y en una actitud agresiva, y se llevó detenidos a un joven y a un estudiante menor de edad, sin el acompañamiento de ningún adulto.
“Lo que hemos estado viendo en el Corredor de Sierras Chicas es un plan sistemático del gobierno provincial de aumentar exageradamente la presencia policial, pero lo que más nos preocupa es que esta presencia se está viendo en nuestras escuelas, es decir que quienes están siendo victimizados son niños, niñas y adolescentes», contó a La tinta Juan Smith, abogado y docente que integra el observatorio creado en los últimos días.
«Distintos vecinos y vecinas se empezaron a juntar a partir de lo ocurrido en Agua de Oro, pero que, en otras escuelas, también pasa: entra la policía deteniendo a los chicos, revisándole las mochilas, abusando de su poder, haciendo acciones ilegales que no se pueden dirigir contra este grupo etario, que es al que más tenemos que proteger”, señaló el docente.
El episodio ocurrido en Agua de Oro, así como la preocupación de padres, docentes y vecinxs, ocurre en un contexto provincial y nacional en el que los casos de abuso y violencia policial se repiten cada vez con mayor frecuencia. La gravedad de esta situación quedó en evidencia con lo ocurrido en Santiago del Estero días atrás, donde una joven de 17 años fue baleada y asesinada por agentes policiales en su propia casa. “Esto se ha ido de madres y, hasta ahora, no hemos tenido episodios como el de Santiago del Estero, pero estamos a punto de tenerlos”, dijo el integrante del observatorio en relación a las situaciones que están ocurriendo en las escuelas de Sierras Chicas.
El caso de Agua de Oro
Según denuncian desde la comunidad escolar, el exabrupto policial en Agua de Oro ocurrió el pasado 7 de junio, cuando, al mediodía, en el cambio de turno de la primaria a la secundaria, personal de la Policía de la Provincia de Córdoba ingresó a la escuela 9 de Julio, a partir, según expresaron los uniformados, de una denuncia anónima.
“En una primera instancia, se llevó detenido del interior del establecimiento a un joven no perteneciente a la escuela”, relataron desde el observatorio. Y agregaron que, más tarde, la policía regresó a la escuela, revisó las pertenencias de un estudiante menor de edad y se lo llevaron en el móvil policial sin acompañamiento de sus padres ni de ningún otro adulto.
“Transcurrido un tiempo, la policía retornó nuevamente al establecimiento escolar con el menor expuesto frente a su comunidad educativa, quedando solo en el móvil. Los agentes, con su uniforme policial de fajina y portando arma en la cintura, ingresaron a la escuela. Uno de ellos irrumpió en una clase que se desarrollaba en el patio de la misma; se dirigió a un niño y comenzó a hablarle de modo agresivo y en actitud corporal amenazante generando un clima de mucha violencia, incertidumbre, temor e intimidación. Frente a esta circunstancia, algunos docentes y un padre que se encontraba en la escuela intentaron contener a los jóvenes descompensados por la violencia de la situación”, contaron desde la comunidad escolar.
Finalmente, indica el relato realizado desde el observatorio, los agentes se retiraron de la escuela, llevándose nuevamente al joven que habían dejado solo en el móvil. A pesar de que varios adultos exigieron explicaciones a los policías sobre su accionar, hasta el momento, no hay información oficial sobre si los uniformados ingresaron al establecimiento escolar con orden judicial.
Juan indicó que el estudiante estuvo detenido unas horas y fue dejado en libertad, aunque, según pudieron saber, hubo una averiguación de antecedentes y “le pintaron los dedos, como se dice comúnmente”: “Estamos pidiendo información a la comisaría para que indiquen cómo fue el procedimiento, porque no se puede detener a un menor de esta forma. Hay adultos tutores, padres, docentes que están a cargo».
«Se trata de proteger la situación psicofísica de un menor de edad”, alertó el abogado. Y agregó: “A estos chicos los han metido presos, han sufrido, en su formación y en su etapa educativa, un trauma al que no deben estar sometidos de ninguna manera”.
Un espacio para proteger la niñez
A partir de esta situación, vecinxs e integrantes de la comunidad escolar se reunieron para conformar el Observatorio de la situación socio-ambiental-educativa de niños, niñas y adolescentes de Sierras Chicas, a través del cual se proponen dar respuestas a este y otros conflictos sociales que atraviesan los niños, niñas y adolescentes de la zona. Desde allí, lxs vecinxs presentarán diferentes notas ante las autoridades afectadas en el hecho ocurrido en Agua de Oro, donde solicitan explicaciones de las actuaciones policiales.
Lxs vecinxs alertaron que lo vivido en Agua de Oro expresa una situación alarmante que está ocurriendo en las instituciones educativas, donde observan cada vez una mayor presencia de las fuerzas represivas. Al respecto, Juan indicó: “Estamos empezando a relevar los casos en escuelas. En mi escuela, por ejemplo, el IPEM 144 de Río Ceballos, la policía está en la puerta y no sabés si está vigilando a docentes, a alumnos«. Además, advirtió que el personal policial «también está sacando fotografías de las personas que están presentes en el lugar, lo que está absolutamente prohibido, mucho más si son menores de edad”.
El objetivo de este nuevo observatorio es concientizar sobre esta problemática, ofrecer cursos de formación, aconsejar a las escuelas así como a la policía en estos aspectos. A su vez, buscan hacer cumplir el marco legal que prohíbe hechos como los observados en Agua de Oro, especialmente, la ley 26061 de Protección Integral de niñas, niños y adolescentes.
“Desde CORREPI, vienen indicando, a partir, especialmente, de la muerte de esta niña en Santiago del Estero, un plan sistemático; está claro que es así, porque le han dado libre a los sectores represivos que están actuando sin ningún tipo de marco legal ni autoridad judicial. Ya ni siquiera preguntan al fiscal de turno, por ejemplo, para ingresar a una escuela, actúan con total independencia de cualquier normativa”, advirtió Juan.
Además, desde el observatorio, destacaron que, con estas acciones, se está estigmatizando a lxs chicxs. En ese sentido, el integrante del espacio comentó: “También vemos que, en Sierras Chicas, empieza a cundir esta idea de la seguridad, de que las personas vean esto como una cuestión primordial sin ninguna planificación de los estados provinciales y municipales, y el observatorio busca mostrar un discurso diferente respecto a este tema, concentrados en la protección de lxs niñxs. Porque, además, los sectores más vulnerables son los que están siendo atacados por esta cuestión. Por supuesto que hay un problema social también: se nota en el curso que están pasando por situaciones económicas muy graves, por eso, el observatorio también abarca lo social”.
*Por Redacción La tinta.
