EE.UU: la clase obrera despierta

EE.UU: la clase obrera despierta
4 abril, 2018 por Redacción La tinta

Empleados públicos y maestros de Kentucky y Oklahoma en EE.UU. paralizaron sus actividades este lunes y se movilizaron a las respectivas sedes de gobierno. Contra el ajuste de las pensiones, el recorte de derechos laborales, la privatización de la educación y por aumento salarial miles se manifestaron en ambos Estados del sur del país.

Por Santiago Mayor para Notas

Kentucky por las pensiones

El jueves pasado, en una maniobra legislativa, la Cámara de Representantes del Estado aprobó a último momento un recorte a las pensiones en la administración pública al incorporar la resolución en un proyecto de ley del Senado sobre el sistema de alcantarillado.

Si bien la iniciativa se había intentado sancionar a fines de 2017 había sido postergada gracias a las protestas de docentes y empleados públicos.

En concreto la propuesta -que aún debe ser firmada por el gobernador republicano Matt Bevin para entrar en vigencia- plantea el aumento de la edad jubilatoria de 60 a 65 años; la eliminación de un “beneficio por el costo de vida” que implicaría una reducción del 25% en varias jubilaciones actuales; y la imposibilidad de pasar días por enfermedad no utilizados durante la vida laboral para incrementar el monto jubilatorio.

Además habilita al congreso de Kentucky a modificar discrecionalmente los contratos de las personas que ingresen a la planta estatal a partir del 1 de enero de 2019 lo cual viola el convenio laboral vigente de las y los maestros. El fiscal general del Estado, Andy Beshear, anunció el viernes que presentará una demanda para bloquear la ley si esta es promulgada.

Por su parte los maestros y maestras fueron a la huelga el viernes y repitieron la medida este lunes con una movilización al capitolio en Frankfort, la capital, junto a los estatales.

La lucha es articulada por la Asociación de Educación de Kentucky, la representación gremial oficial, y un grupo autoconvocado que también reúne a empleados y empleadas de la administración pública llamado Kentucky United We Stand (Kentucky unido, estamos de pie).

Este ajuste se da en un contexto donde ya fue aprobado el presupuesto anual que implicó recortes al sistema educativo. Según denunciaron los manifestantes se trata de un plan para privatizar por completo la educación debido a que descentraliza la responsabilidad en los condados y distritos, muchos de los cuales no podrán afrontar los gastos.

Oklahoma por presupuesto educativo y aumento salarial

A la par de la protesta de Kentucky, en el Estado de Oklahoma el sindicato docente paralizó sus actividades este lunes ante la falta de respuestas a su reclamo por un aumento salarial de 10 mil dólares anuales y un incremento de 200 millones de dólares en el presupuesto educativo.

La semana pasada el gobierno local había propuesto una suba salarial de 6100 dólares y acrecentar el presupuesto en 50 millones. Esto fue considerado insuficiente y por eso más de 30 mil personas marcharon a la capital este 2 de abril.

Entre otras cosas exigen que se restaure el presupuesto necesario que, tras varios ajustes, llevó a una quinta parte de los distritos escolares a reducir la semana de clases a cuatro días. Además, en la última década el dinero destinado por cada estudiante se redujo en más de un 28%, siendo la disminución más importante de todo el país.

Alicia Priest, presidenta de la Asociación de Educación de Oklahoma, calificó la jornada como “un gran día para la educación pública”. La dirigente gremial aseguró: “No permitiremos que nadie desinvierta en educación pública”.

Cabe destacar que de acuerdo con estimaciones de la Asociación Nacional de Educación, en 2016, el Estado ocupó el lugar 48 sobre los 50 de EE.UU. en términos del salario promedio de maestros en el aula. Solo estuvieron peor ubicados Misisipi (49) y Dakota del Sur (50).

El ejemplo de Virginia Occidental

Entre fines de febrero y principios de marzo las y los docentes de Virginia Occidental estuvieron casi dos semanas de paro y ocuparon la sede de gobierno para lograr un aumento salarial para todos los empleados públicos del 5%. El gobierno republicano (que además tiene mayoría en ambas cámaras) pretendía otorgarles 4,5%.

La huelga había sido declarada ilegal porque fue rechazada por el propio sindicato que estaba dispuesto a pactar con las autoridades. Sin embargo, las bases decidieron seguir adelante con una lucha que terminó en triunfo.

Es que como señaló Eric Blanc para la revista Jacobin en su artículo “Las lecciones de Virginia Occidental” las restricciones de la estructura legal e institucional de las relaciones laborales de EE.UU. “han configurado el movimiento sindical para que fracase”. Sin embargo, apunta que “como muestra la experiencia de West Virginia, es posible luchar y ganar incluso frente a los obstáculos legales más draconianos”.

Además, el periodista apuntó que el núcleo central del activismo durante la huelga estuvo formado por dos corrientes: un grupo de maestros organizados tras la candidatura de Bernie Sanders en 2016 y, en la parte sur del estado, como el condado de Mingo, debido a una tradición multigeneracional de militancia que se remonta a las llamadas “Guerras de las Minas” de principios del siglo XX.

Si bien el triunfo de Donald Trump en las presidenciales de 2016 significó un giro abruptamente conservador en términos ideológicos, paradójicamente los efectos de la crisis económica y la política de ajuste de los grandes partidos están reactivando a la clase obrera de la primera potencia mundial.

*Por Santiago Mayor para Notas.

Palabras claves: educación, Estados Unidos, huelga, protesta

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