Tiene dos años y está contaminada con agrotóxicos
En la comuna de Bernardo de Irigoyen, ubicada a 80 km de Santa Fe Capital, la base de la agricultura es la soja, el trigo y el maíz. Su población no supera los dos mil habitantes, y allí está ella, Ludmila, que tiene 2 años y fue diagnosticada por los pediatras del Hospital de Niños de Santa Fe con glifosato en sangre. Lindante a su casa se ubica el depósito de agrotóxicos de la firma Jose Pagliaricci donde se guarda el Round Up creado por Monsanto. La pequeña ya debió ser internada dos veces y los especialistas temen que la niña pueda padecer leucemia por contaminación por agroquímicos. Su familia realizó una denuncia penal a la Justicia
Por Federico Paterno para Ancap
En el mes de noviembre pasado la pequeña Ludmila fue internada a causa de deshidratación. No comía y tenía continuos vómitos. Treinta días fue lo que duró su internación para poder regresar a su casa.
Tanto sus papás, como su abuelo, buscaban una solución urgente para que un depósito de agrotóxicos ubicado colindante a su casa no siga funcionando en medio de un barrio urbano. En ese marco recurrieron a Roberto Schiozzi, vecino del lugar y fundador del Centro Ecológico del Paraná de Coronda. Con la ayuda de Roberto, la familia de Ludmila logró concretar una denuncia hace pocos días ante el fiscal Jorge Nessier.
En diálogo con ANCAP, el propio Schiozzi precisó que hicieron una presentación con todas las actuaciones de los pediatras, la denuncia policial radicada y el pedido de procedimiento hecho al presidente comunal de Irigoyen, Rubén Ramírez.
No hubo hasta el momento ningún tipo de respuesta del comunero que pertenece al Frente Justicialista.
Un poco de tiempo
Respecto al accionar con que trabajará esta situación delicada la fiscalía, Schiozzi advirtió: “El fiscal dijo que se movería con urgencia, estamos ahora en esa espera, para que ese depósito se traslade como manda la ley, a 2.000 metros de un radio habitado, y que Ludmila tenga su salud como corresponde. El depósito esta hace mucho tiempo en el lugar. Tiene que resolverse ya esto, el patio es lindero a la casa de Ludmila. El tema no es solamente que tienen un depósito de agroquímicos, es que lavan ahí también los fumigadores».
Waldo Terreno, padre de la pequeña, expresó en redes sociales: “Le digo al que haya fumigado que no lo haga más porque el olor era inaguantable en la pieza de mis nenas hace un rato. Hace unos meses atrás la tuve internada grabe, por lo mismo. Se lo pido por ellas y por las demás criaturas del barrio”. Ante el pedido desesperado de un padre, la respuesta del dueño del depósito que lleva la firma Jose Pagliaricci, fue pedir «un poco más de tiempo». Mientras el tiempo pasa, Ludmila corre riesgo de vida en ese lugar.
Según relató Schiozzi, hay dos personas del barrio que debieron abandonar el lugar por serios problemas respiratorios. Sus nombres están en reserva por pedido de ellos. Nunca quisieron denunciar la contaminación.
Diagnóstico por agrotóxicos
El informe médico de la pediatra Elvira Jesús Hayes describe en la orden médica del Hospital de Santa Fe un diagnóstico que indica que el malestar continuo de Ludmila es a causa de las fumigaciones constantes con agrotóxicos.
Al momento de dar una descripción del cuadro de situación de la salud de la pequeña, Schiozzi explicó que la niña de 2 años tiene graves problemas respiratorios.
«Tiene abultadas pruebas el fiscal como para proceder rápido, con todo lo que hemos presentado. Ellos hicieron estudios y procedimientos de análisis en el hospital para llegar al diagnóstico y dio que hay glifosato en sangre. Más claro que esto es imposible. Lo más llamativo es que el Jefe Comunal no ponga un freno ante una situación tan vulnerable de la familia Terreno. Los intereses económicos y políticos una vez más juegan un rol preponderante por encima de la vida humana», lamentó.
La anterior gestión comunal, a cargo del justicialista Jorge Raúl Carcavilla, estuvo 24 años en el poder. Según informó el fundador del Centro Ecológico de Paraná sobre Carcavilla nunca hubo una intención de colocar una ordenanza firme que ponga una restricción mínima ante el avance de las fumigaciones en la zona urbana. Las consecuencias de esto hoy las vive la familia Terreno, con la pequeña Ludmila con probabilidades de que le diagnostiquen leucemia.
“Yo no puedo hacer nada”, respondió el actual jefe comunal, ante la pregunta de Schiozzi para que resuelvan con urgencia la situación del depósito que contamina.
La Familia de Ludmila está sujeta a que la justicia se digne a actuar. Para que la justicia actué también hay que esperar que el poder político de turno de Bernardo de Irigoyen no obture con palos en la rueda y puedan tener en cuenta que la vida de una pequeña de dos años está en juego.
* Por Federico Paterno para Ancap / Imágenes: Colectivo Manifiesto