Dique Chico: “Vamos a defender a capa y espada la salud de los vecinos”
Nilo Pérez, jefe comunal de Dique Chico, aprobó el miércoles la Resolución Comunal N° 242/17 que resuelve crear una zona de resguardo ambiental donde se prohíbe el uso de agroquímicos destinados a la pulverización, fumigación, o la fertilización agrícola y/o forestal. Entrevista a La tinta.
Por Débora Cerutti para La tinta
—Hola Nilo, ¿cómo le va?
—Bien, un gusto hablar con usted. Voy a responder a sus palabras. Le pido disculpas la otra tarde que no la quise atender. Hubo muchos problemas antes, tuvimos gente encadenada, productores. Hoy ya está la resolución tratada en comisión, vigente.
—¿Cómo fue el proceso de tratamiento de la resolución y a qué llegamos?
—Hoy la resolución está vigente. Se ha logrado en conjunto con los vecinos, un trabajo que viene ya casi de dos años, desde que estoy al frente de la comuna. Pero había un paso a seguir que había que tratar de solucionarlo. Agrandar el radio comunal para tomar la jurisdicción sobre los campos. Hoy está presentado en la Legislatura Provincial el radio pretendido. Si bien no está aprobado, en ese radio que tenemos que hoy es el pretendido, nosotros prestamos los servicios de recolección de basura, arreglo de caminos, luminarias. Por eso podemos regular.
La zona de resguardo ambiental incluye una zona de resguardo A, que incluye 1000 metros alrededor del pueblo y 1000 metros para la escuela Bernardo Monteagudo que está en zona rural, rodeada de campos. Eso da un total de 2000 metros de resguardo ambiental. En el mapa, la zona B abarca 500 metros. En ese caso se van a poder realizar fumigaciones terrestres de productos químicos o biológicos de uso agropecuario de las clases toxicológicas III y IV. Esto es un avance grandísimo para nosotros, que nunca hubo una resolución, nada. El objetivo es preservar la salud de los vecinos.
Estamos trabajando con la ingeniera Graciela Loyacono donde tengo que presentar algunas cosas más en la Legislatura para que nos aprueben el radio. La necesidad que teníamos de regular era inminente y lo antes posible. Es lo que hemos hecho.
—¿Cómo fue el proceso de la Mesa de Diálogo con los productores?
—Hubo una Mesa de Diálogo porque le empezamos a decir a los productores que íbamos a hacer una resolución donde estableceríamos una zona de resguardo. Se encadenaron, intervino el Ministerio y ellos pidieron una Mesa de Diálogo. Como corresponde, yo fui. Allí se pactaron varios ítems que se iban a asentar. La idea era que en esa Mesa de Diálogo se negocien los retiros, eso querían los productores. Que no fueran 2000 metros, que querían menos, primero 500 metros, luego 200 metros.
El productor Alejandro Dalmasso me dijo a mí que no iba a fumigar hasta ver qué pasaba con la resolución. Yo le comenté eso a los vecinos, que por lo pronto se iba a suspender la fumigación. No pasaron ni 3 días que fumigaron de nuevo, vinieron con el Ministerio de Agricultura de la Provincia, fiscalizaron, fumigaron, entonces me hicieron quedar muy mal a mí ante los vecinos. Me hicieron quedar como un tonto realmente porque yo les dije una cosa a los vecinos y los productores hicieron otra. Y salieron a decir «eso no quedó pactado en la mesa de diálogo”. “La verdad que usted tiene razón”, le dije al productor, siempre las palabras se las lleva el viento.
Entonces por eso junto a los vecinos tomamos la decisión de no presentarnos más a la Mesa de Diálogo. Si se habla algo, hay que respetarlo. Si hay una Mesa de Diálogo se tiene que parar absolutamente todo. Hasta ver qué solución le sacamos. Entonces listo se acabó, no me gusta que hagan eso y hacerme quedar mal con la gente, porque la gente me votó con el voto popular, entonces yo tengo que escuchar a los vecinos.
—Sabemos que ha estado muy activo Gustavo Matheu provocando y estigmatizando a las y los vecinos que están organizados en contra de las fumigaciones ¿Ha recibo como Jefe Comunal presiones de parte de él o los productores?
—Por ahora no, no me han dicho nada. De todos modos a mí no me gusta que me corran con la vaina. Yo voy a defender a capa y espada la salud de los vecinos, yo vivo acá, vivo con mi hijo. No se hizo antes porque no se podía. Hoy sí estamos en un camino dejándolo firme para tomar más jurisdicción sobre los campos. Estamos trabajando en eso. Yo escucho a los vecinos, y si se trata de la salud, la salud no se negocia con nada. Hay que preservar la salud y el bienestar de todos los vecinos.
—¿Cómo usted comenzó a dimensionar lo que implica el uso de agroquímicos y las consecuencias que traen las fumigaciones en la salud?
—Nosotros tenemos muchos vecinos que están en contacto con organizaciones sociales y ellos nos traían constantemente información: “Mirá lo que pasó en Entre Ríos, lo que pasó allá, los casos de cáncer”. Continuamente información donde íbamos enriqueciéndonos, estudiando, sabiendo lo que iba pasando y poniéndonos al tanto. Eso fue tomar más conciencia. Seguro los productores van a buscar un amparo. Pero ahí estaremos litigando con la gente, los abogados, el asesor que tiene la comuna Antonio María Hernández y en este caso el abogado Darío Ávila, que tiene mucha experiencia con los pueblos fumigados. Tenemos que hacer prevalecer la Constitución. La salud está por encima de todo. Ahí no hay mucho más que explicar.
—¿Qué piensa respecto a las propuestas agroecológicas?
—Ni bien empezamos con el tema de que íbamos a regular dijimos “pero sí existe otra forma, lo están haciendo en otro lado”. Yo me comuniqué con Eduardo Cerda, por teléfono hemos hablado bastante, nos dijo “nosotros estamos trabajando en parte de Buenos Aires, 22 mil hectáreas ecológicamente, donde obtienen los mismos rindes por quintales y con la mitad de los costos”. Si los productores lo que quieren es ganar dinero, y sos empresario, si te están diciendo lo mismo rinde, lo tienen que hacer. Van a ganar dinero y sin tener encontronazo con los vecinos que los ven trabajar y no sabés lo que están haciendo, si están fumigando, tirando fertilizantes, están sembrando. Creo que ellos van a trabajar mucho más tranquilos si logran hacer algo ecológicamente. Y va a ser una armonía para nosotros y para ellos.
Algo que no quiero como vecino de toda la vida de acá, es que se vendan los campos para un negocio inmobiliario. Tampoco queremos. Es un pueblo tranquilo de trecientos habitantes. Queremos que lo hagan de otra forma. No nos queremos sentir amenazados. Viene uno y fumiga con viento y fumiga todo el pueblo, ¿me entendés? Claro te responden “pagamos la multa”, y ¿con eso está solucionado? No, no está solucionado, ellos pagaron la multa y nosotros nos quedamos con todo el veneno en la boca. Con eso, cero tolerancia, se acabó. Desde la Comisión en conjunto de la comuna de Dique Chico queremos preservar la salud de los vecinos, que se queden tranquilos que acá, de parte de la comuna vamos a defender a capa y espada la salud.
*Por Débora Cerutti para La tinta / Imágenes: Colectivo Manifiesto.