Otra editorial con olor a rancio
El diario conservador La Nación, que apoyó a la última dictadura militar, celebró lo actuado por la Corte Suprema.
Mientras prácticamente toda la sociedad argentina repudió el fallo de la Corte Suprema que benefició a un genocida y que podría hacer lo mismo con otros 275, el diario La Nación emitió un editorial en el que defendió lo actuado por el máximo tribunal.
«El fallo (…) nos mueve a reflexionar acerca de si como sociedad hemos asumido plenamente lo que significa aceptar el Estado de Derecho, esto es, la sujeción del hombre al imperio de la ley que debe regir la vida en comunidad», aseguró el medio, que apoyó a la dictadura militar.
Nueva canallada del diario LA NACION, que para apoyar el fallo de la Corte Suprema llega a desconocer qué es un delito de lesa humanidad. pic.twitter.com/jGj8mTLRAX
— La Tinta (@latintacba) 9 de mayo de 2017
Volvió a insistir La Nación con la teoría de los dos demonios: «Hay también acuerdo respecto de la imprescriptibilidad de esos delitos, pero la unanimidad cede cuando se restringe ese carácter exclusivamente a los cometidos por la represión ilegal y se deja inexplicable e injustificadamente fuera a los cometidos por la guerrilla subversiva».
Por su parte, el diario de la familia Mitre objeta que los derechos humanos estén «por encima de cualquier ley». «Pero si realmente aspiramos a vivir en un Estado de Derecho no hay doctrina política, ni religiosa, ni filosófica, ni relato ni memoria que puedan justificar su elevación por sobre la ley», describieron.
Por último, cuestionaron a los que quieren avanzar con el juicio político a los jueces Elena Highton de Nolasco, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkratz, que firmaron la polémica resolución: «Ya comienzan a oírse voces que anticipan apelar a mecanismos constitucionales que pongan freno a nuevos fallos, incluso al absurdo pedido de juicio político a los magistrados que conformaron el voto mayoritario. En el juego democrático, todo lo que acontezca dentro del marco institucional debe celebrarse. Hasta aquí, respetamos un ejemplo del sano funcionamiento de la independencia de los poderes tan largamente reclamada».
