En defensa de la Universidad Pública
A 25 km de la Universidad, el 15 de Diciembre se pretende instalar un modelo de Educación. Pero la Universidad no es solo de quienes la gobiernan, la Universidad es, también, de quienes la transitamos y resulta que no sabemos lo que está pasando.
A ver, de a poco. ¿De qué estamos hablando?
De la reforma política que Hugo Juri planea para nuestra Universidad y de la organización estudiantil que le hace frente. Este es un conflicto que lleva ya varias semanas en auge, y varios meses latiendo. El jueves 17 de noviembre, los y las estudiantes decidieron tomar el Pabellón Argentina. No fue una decisión casual, ni arbitraria, ni caprichosa. Agotadas todas las instancias de diálogo, sin obtener una respuesta del rectorado, no hubo otra alternativa. ¿Cuál era el objetivo? Que la Asamblea Universitaria programa para el 19 de noviembre no sesione.
¿Tanto alboroto por una Asamblea? Sí, tanto.
En la Asamblea Universitaria se votaría la llamada Reforma Política que Juri pretende instalar en nuestra Universidad. Sin embargo, no se generaron instancias de debate ni de información sobre qué implica la famosa reforma.
Vamos por partes
En la Asamblea se votaría el sistema de elección directa. De esto, seguro que algo ya escuchaste por ahí. Hoy el sistema de elección en la Universidad Nacional de Córdoba es indirecto, tal como está establecido en su Estatuto. La elección de rector/a y vicerrector/a se realiza en el ámbito del máximo organismo de gobierno de la universidad: la Asamblea Universitaria conformada por todos los Consejos Directivos. Votan en la Asamblea los representantes de las 13 facultades (hay dos facultades que aún no están normalizadas). Por su parte, decanos/as y vicedecanos/as son elegidos en sesión especial por los Consejos Directivos de cada facultad.
La comunidad universitaria, estudiantes, organizaciones, docentes, reconocemos en el mecanismo de elección directa una victoria necesaria, un paso más en democratizar nuestra Universidad. De hecho es una histórica bandera de lucha, y esto es importante destacar, el sector estudiantil no va en contra de la elección directa. El problema son los tiempos, las formas, los negociados.
La comunidad universitaria, estudiantes, organizaciones, docentes, reconocemos en el mecanismo de elección directa una victoria necesaria, un paso más en democratizar nuestra Universidad. De hecho es una histórica bandera de lucha, y esto es importante destacar, el sector estudiantil no va en contra de la elección directa. El problema son los tiempos, las formas, los negociados.
Ahora la cosa puede ponerse complicada. Existen distintos proyectos a la hora de hablar de la elección directa, vamos a revisarlos brevemente. Cuando hablamos de ponderación es el valor relativo que se le otorga al voto, es decir cuánto incide ese voto en la elección.
> Proyecto del oficialismo – Ponderación simple por claustros: 50% para docentes, y el resto repartido entre estudiantes, egresados/as y no docentes. No pondera por unidades académicas.
Este proyecto es el que generaría una amplia diferencia entre unidades académicas al no ponderar los votos. De esta forma concentra en las cuatro facultades más “grandes” en lo numérico (coincidentemente, profesionalistas y oficialistas: Médicas, Derecho, Ingeniería y Económicas) más del 50% de la incidencia en la elección.
Por otro lado, es cuestionable la ponderación por estamentos docentes de un tercio para cada uno (titulares, adjuntos, asistentes), ya que se sobrerrepresenta a los titulares por sobre los asistentes, que incluyen una mayor cantidad de docentes.
> Proyecto Avanzar – Sur – Ponderación “mixta”, con ponderación por claustro único para estudiantes y egresados/as, y ponderación doble para docentes y no docentes. En este proyecto se elimina la ponderación por estamentos docentes igualando en este sentido la representación, pero no se pondera por unidades académicas. De esta forma este espacio político presenta una alternativa bastante similar a la que propone el oficialismo.
> Proyecto sectores de oposición – Ponderación doble, que otorga un determinado porcentaje en el peso de la elección a cada claustro según el porcentaje de representación que tienen en los consejos directivos; y un segundo porcentaje que iguala a todas las facultades. El caudal electoral total se divide igualitariamente entre las 15 facultades (6,6% para cada una), tal como ocurre hoy en el sistema indirecto (la Asamblea Universitaria).
Es importante pensar las unidades académicas como unidades de conocimiento, investigación, formación en diferentes ámbitos. Dejar que la elección de las autoridades recaigan en solo algunas de estas unidades pareciera promover que las más pequeñas sean abandonadas al olvido. Y no se trata de que un voto de un estudiante de Filosofía valga más que el voto de un estudiante de Economía, se trata de que ambos tengan las mismas oportunidades de formación y que sus unidades académicas valgan por igual.
Esta es una amplia discusión, no saldada dentro del movimiento estudiantil en donde aparecen otros proyectos como el de “Un estudiante – un voto”, entre otros. Creemos que es importante aún así, empezar a discutir sobre qué tipo de elección queremos y de qué manera vamos a organizarnos para que toda la comunidad universitaria sea parte de esta discusión. De hecho una de las exigencias que surgió en las Asambleas Interclaustros e interfacultades es que se realice un plebiscito para que podamos determinar el modo de elección que queremos. También es importante destacar que el consenso y la unión estudiantil están en la oposición al proyecto del oficialismo. ¿Por qué? ¿Por qué coinciden todos los sectores en esto?
¿Cuál es la urgencia en hacer la Asamblea?
La convocatoria a Asamblea Universitaria deja fuera de la decisión a dos de las quince facultades de la UNC: Ciencias Sociales y Ciencias de la Comunicación. Ambas unidades académicas fueron creadas en diciembre del año pasado pero tienen años de historia y pertenencia a nuestra universidad. Más de 400 docentes y casi 9.000 estudiantes -además de egresados y no docentes- no tendrán a nadie que los represente. Entonces ¿Cuál es la urgencia en hacer la Asamblea? Como integrantes de la Facultad de Ciencias de la Comunicación queremos ser representados, queremos tener voz y tener voto en una de las decisiones que más afectará el futuro de la Universidad Nacional de Córdoba.
Otro aspecto cuestionable de la propuesta del oficialismo es el intento de dificultar futuras reformas electorales , lo que actualmente requiere solo la mayoría simple, llevándola a dos tercios de los/as asambleístas presentes. Es decir, generar una reforma con mayoría simple y aprobar en esa misma reforma que para volver a realizar un cambio en nuestra universidad hace falta dos tercios de la Asamblea. Pareciera que quieren perpetuar estas modificaciones en el tiempo, imponiendo que cada vez sea más difícil introducir caminos distintos.Ya falta menos, pero hay más
Una de las cosas más repudiables de la Reforma Política de Hugo Juri, pero que quizás entre tanto debate no se le presta la debida atención, es el Consejo Social Consultivo, un órgano de consulta, que en el proyecto oficial estaría formado por sectores empresariales (entre ellos, la Córdoba Technology Cluster o las pymes) y representantes de las centrales sindicales, con la particularidad de darle voz dentro del Consejo Superior de la UNC. Otra vez vamos desmintiendo algunas cosas, no es cierto que no queramos que la sociedad se inmiscuya en la Universidad, todo lo contrario, creemos en la necesidad de que la Universidad rompa los muros que la separan y logre una real inserción con una sociedad activa en los procesos académicos. Lo que no queremos es que ciertas empresas y sectores que puedan aportar económicamente a nuestra Universidad opinen sobre nuestro modo de formación. No queremos la mercantilización de la educación, la educación no es una empresa y esperamos no se le olvide a nadie.
Una de las cosas más repudiables de la Reforma Política de Hugo Juri, pero que quizás entre tanto debate no se le presta la debida atención, es el Consejo Social Consultivo, un órgano de consulta, que en el proyecto oficial estaría formado por sectores empresariales y representantes de las centrales sindicales, con la particularidad de darle voz dentro del Consejo Superior de la UNC.
A todo esto, hay que sumarle lo que ya venimos diciendo, la falta de información, la falta de debate, el apuro de aprobar una Reforma estructural en un mes donde el estudiantado está ausente, la falta de respuesta a las preocupaciones del sector estudiantil o aún peor, el intento de deslegitimar un reclamo que sostienen los y las estudiantes.
Luego de levantar la toma, ante el breve triunfo de no haber permitido la Asamblea del 19 de noviembre, seguimos en lucha. Surgió la Coordinadora en Defensa de la Educación Pública, conformada por todas las organizaciones que estuvieron en la toma, y todos aquellos sectores que se ven interpelados a la hora de defender nuestra universidad. El martes 22 de noviembre nos volvimos a encontrar. Hugo Juri reunido en mesa de diálogo con representantes del sector estudiantil, no dio el brazo a torcer. Afuera cerca de 900 personas veníamos de marchar desde Plaza España, y esperábamos, expectantes.
Por último y la frutilla del postre, Juri llamó a asamblea el día 15 de diciembre en el Campo Escuela de la Facultad de Ciencias agropecuarias -ubicada a más de 25 kilómetros de Ciudad Universitaria-. A más de 25 kilómetros. Esa es la asamblea que pretende aprobar una reforma que nos afecta directamente como comunidad, a nuestras espaldas. Esa es la legitimidad construida por Hugo Juri y suena a poco.
Empecemos a discutir lo que hay que discutir, a tirar luz sobre una oscuridad que no es inocente, una oscuridad completamente relacionada con los medios hegemónicos. Se dijeron y se dicen muchas cosas de nuestro reclamo. Y el intento de echar luz es un poco eso, un poco mostrarnos como somos, con todas nuestras preocupaciones, discordancias, pero sobre todo acuerdos.
Ante todo esto, el repudio es enérgico. Empecemos a discutir lo que hay que discutir, a tirar luz sobre una oscuridad que no es inocente, una oscuridad completamente relacionada con los medios hegemónicos. Se dijeron y se dicen muchas cosas de nuestro reclamo. Y el intento de echar luz es un poco eso, un poco mostrarnos como somos, con todas nuestras preocupaciones, discordancias, pero sobre todo acuerdos.
Por esto, hoy Jueves 1 de diciembre nos volvemos a encontrar. En la ex Plaza Vélez Sarsfield a las 16 horas, para manifestarnos en defensa de la Ciencia y la Educación Pública, junto a la Asamblea de Trabajadores de la Ciencia. Por eso, todas y todos debemos formar parte de este reclamo, no dejarlo solamente en manos de los sectores organizados, apropiarnos de una lucha que nos toca en época, que nos obliga a ocupar un lugar imprescindible en la historia de nuestra Universidad.
*Por Constanza Dominguez para La Tinta / Foto: La Mella y La Bisagra.