Indígenas Wiwa expulsan iglesias Pentecostales y Testigos de Jehová
Ante las prédicas que contribuían al exterminio físico, cultural y espiritual de su etnia, de ser llamados infieles y adoradores de Satanás, el pueblo Wiwa decidió expulsar a los pastoresque han construido recientemente una iglesia para testigos de Jehová y otra para pentecostales en la cuenca del río Ranchería en el pueblo de La Laguna, Colombia.
El territorio Wiwa es basto y comprende dos departamentos colombianos: El César y la Guajira. Desde 1985 se reporta la presencia también de wiwas en Magdalena gracias a la lucha del Mamo Ramón Gil Barros quien logró recuperar esa parte del territorio perdido a comienzos del siglo XX. Lo líderes espirituales de la etnia son los Mamos, expresión que alude al viejo más sabio de cada poblado. Ellos fueron los que decidieron tomar la iniciativa de sacar de sus tierras a los evangelizadores.
Líderes como Yeismith Armenta empezó a notar que los jóvenes Wiwas ya no respetaban su cosmovisión ni a los mismos Mamos. No siguen tradiciones como la de poporear, que es revolver, en un pequeño calabazo llamado jayo, la hoja de coca para así mambearla. Los Mamos aconsejan ésta práctica porque purifica la sangre y da la energía suficiente para un extenuante día de trabajo además de que sirve como vaso comunicante con los dioses Wiwas. Para los evangelizadores esta práctica es aberrante y, en los últimos años, incluso le han dado el apelativo de satánica.
Hubo una época en la que las autoridades Wiwas no les importó que construyeran iglesias en la cuenca del río Ranchería en la comunidad La laguna y agitaran sus biblias al viento. Se les permitió ser incluidos en los censos de las comunidades y han salido beneficiados con los programas que protegen a la etnia. Ahora todo eso terminó y los Mamos ya ponen en el mismo lugar a los evangelizadores al mismo nivel de males que han atentado contra su cultura como la colonización, la bonanza marimbera, la violencia guerrillera y paramilitar.
A los pastores no les quedará de otra que acatar las leyes ancestrales de los Mamos Wiwas y después de este precedente otras iglesias, ubicadas en territorios indígenas, deberán replantear su estadía en esos lugares.