Ciudadanía trans, travesti, no binarie e intersex en la UNC

Ciudadanía trans, travesti, no binarie e intersex en la UNC
4 marzo, 2020 por Redacción La tinta

Este martes a las 16:30, se presentó, en el Honorable Consejo Superior de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), el proyecto de “Ciudadanía Trans, Travesti, No Binarie e Intersex”.

Por La Marea Noticias

El proyecto plantea, entre otras cosas:

✅ La incorporación con trabajo formal de personas trans/travestis/no binaries/intersex que cubra un porcentaje mínimo de la planta total de trabajadorxs universitarixs.

✅ La incorporación del servicio de endocrinología y TRH, la cobertura total de tratamientos y cirugías, como así también capacitaciones que garanticen el acceso a una salud integral con perspectiva de género en todas las dependencias de salud de la UNC.

✅ La gratuidad en todos los trámites administrativos relacionados al cambio de identidad de género, para pregrado y grado.

En diálogo con La Marea Noticias, Thiago Galván, primer Conciliario trans del país por la Bisagra, explica: “El proyecto que presentamos tiene larga data. Desde el año 2015, estamos involucrades en diversas acciones en torno a derechos del colectivo trans, travesti, no binarie y intersex al interior de la UNC. En el 2018, fundamos la primera cantina cooperativa por la inclusión laboral trans de la Universidad y del país, que hoy es manejada íntegramente por compañeres trans, travestis y no binaries».

—¿Cómo se propone, de manera concreta, el acceso a derechos de las personas trans, travestis, no binaries e intersex al interior de la UNC?

—El proyecto propone que se cumplan las leyes vigentes ya sancionadas a nivel nacional como la Ley 26743 de Identidad de Género que dice que todas las dependencias de salud pública del Estado deben tener o brindar servicios de endocrinología, de tratamientos de reemplazo hormonal y de intervenciones quirúrgicas de reasignación de género. Y la UNC tiene dependencia del Estado y de Salud, como el Hospital Nacional de Clínicas o la Maternidad, que actualmente no están instrumentando ni los consultorios ni los tratamientos que deben estar cien por ciento cubiertos, al igual que las intervenciones quirúrgicas. Este es un punto nodal del proyecto, además de garantizar capacitaciones permanentes en el área de salud para que las personas trans, travestis, no binaries e intersex tengamos acceso a una salud integral con perspectiva de género. Es decir, por ejemplo, que los varones trans podamos asistir a una consulta ginecológica sin sentirnos violentados y que el personal de salud en general esté capacitado para recibirnos.

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(Imagen: Colectivo Manifiesto)

Otro punto fundamental es la propuesta de inclusión laboral. La propuesta implica que, por resolución rectoral, salgan contratos para personas trans, travestis, no binaries e intersex para trabajar de manera formal en la UNC.

La iniciativa promueve que estos puestos de trabajo salgan en las nuevas áreas de la UNC, que son la Secretaría de innovación de Gestión y la Unidad Central de Políticas de Género. “Porque son áreas desde las que se piensan políticas públicas y es necesario que esté nuestra perspectiva. Lo que pedimos es que el porcentaje de incorporación de personas trans, travestis, no binaries e intersex a la planta de trabajo de la UNC equivalga al 1,5% de la misma para empezar en un plano no mayor a dos años. Y que estos puestos de trabajo estén acompañados de capacitaciones específicas para esos puestos de trabajo para que la idoneidad no sea excluyente. Sabemos que nuestro colectivo no puede acceder a la educación y no tiene experiencia laboral por la discriminación estructural que vivimos en la sociedad”, afirma Thiago.

Realidades específicas

El proyecto implica el acceso a todas las iniciativas y becas universitarias en orden de prioridad, teniendo en cuenta las realidades específicas. Esto es: hacer acompañamiento académico a personas trans que ingresen a la UNC y que así lo deseen, para abogar por la terminalidad educativa de los niveles primario y secundario.

En lo administrativo, Thiago menciona la burocracia y frenos que el colectivo sigue enfrentando a diario: “Se debe garantizar la gratuidad de las gestiones vinculadas al cambio de identidad de género, que es algo que también establece la ley, pero no se cumple porque quieren cobrarnos las rectificación de nuestro títulos o el cambio de nombre en los títulos de pre grado o grado. Y hay muches compañeres trans que hoy no pueden tener su título por no contar con el dinero”.

La UNC recibió una propuesta histórica que hace justicia en relación a los derechos del colectivo trans, travesti, no binarie e intersex que la habita. Cuenta con el apoyo de la liga LGTBYQ+ de las provincias, en la que Thiago es Secretario Nacional del área trans, travesti no binaria e intersex, y por organizaciones de Córdoba como la Casa de varones trans y familias, la cantina por la inclusión laboral trans y travesti “la tía”, Devenir diverse, Egresades por la Universidad Pública, centros de estudiantes de siete facultades y la banca de la diputada nacional Gabriela Estevez.

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(Imagen: Colectivo Manifiesto)

*Por La Marea Noticias / Imagen de portada: Colectivo Manifiesto.

Palabras claves: LGBT, trans, travesti, Universidad Nacional de Córdoba

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Un femicidio no es un espectáculo

Un femicidio no es un espectáculo
27 marzo, 2025 por Jazmín Iphar

Néstor Aguilar Soto era el único imputado en la causa por el femicidio de Catalina Gutiérrez y fue condenado a prisión perpetua. En el juicio, había declarado: “Soy un homicida, pero quiero defenderme y no soy un femicida”, y mostró detalles del momento y cómo cometió el asesinato. Esa escena, que ocurrió en la sala donde se desarrollaba el proceso legal, fue replicada por muchos medios locales como Telefé, Canal 12, La Voz, entre otros. ¿Por qué se piensa que es útil la información difundida? En 24 horas, ocurrieron dos femicidios en Córdoba, uno en Río Ceballos y otro en La Granja.

Por Verónika Ferrucci y Jazmín Iphar para La tinta

#ColegasNoSon

El pasado 19 de marzo, culminó el juicio por el femicidio de Catalina Gutiérrez, ocurrido el 17 de julio de 2024, donde el único imputado era Néstor Aguilar Soto, quien fue condenado a prisión perpetua por las autoridades de la Cámara en lo Correccional y Criminal de 11º Nominación de Córdoba, luego de un juicio con jurado popular. La cobertura mediática que vimos fue, al menos, irresponsable.

En la 6° audiencia del juicio, la abogada defensora de Soto, Ángela Burgos, sostuvo la estrategia judicial para que se cambie la carátula y el acusado no sea juzgado por un caso de violencia de género, ya que consideraba que eran “descabellados” esos términos, e insistió en que debía ser sentenciado por «homicidio simple». Ante los jurados populares, el acusado declaró: “Soy un homicida, pero quiero defenderme y no soy un femicida”. Y, durante la audiencia, mostró la mecánica que utilizó para matar a quien era su compañera de facultad, usando a su abogada de víctima en la simulación.

Desde la Organización Feministas en Derecho, que congrega a estudiantes y abogadas de la Facultad de Derecho de la UNC, repudiaron la actuación de la abogada Burgos por incumplimiento de deberes éticos. «Ilustrar gráficamente un femicidio no solo revictimiza a la víctima y a la familia, sino que implica una falta al Código de Ética de los abogados y abogadas en Córdoba. Tal como lo establece el art. 21 de la Ley provincial 5805 del Ejercicio de la Profesión de Abogado: ‘Los abogados son pasibles de algunas de las sanciones establecidas en esta Ley (…) por cualquiera de las siguientes faltas: Inc. 15) Excederse en las necesidades de la defensa formulando juicios o términos ofensivos a la dignidad del colega adversario o que importen violencia impropia o vejación inútil a la parte contraria, magistrados y funcionarios’”. 

Carlos Hairabedián, abogado querellante, había solicitado que se vuelva a incluir el agravante de alevosía en la causa, retornando a la carátula inicial. La fiscalía modificó la carátula del caso y sumó la agravante de criminis causa. Finalmente, la condena contempló como agravantes femicidio y criminis causa. 

¿Por qué se puso en juego la figura del término femicidio?

A tono con la época, la abogada trabajó durante todo el proceso legal para que no sea juzgado por femicidio e hizo su parte en los medios que amplificaron su voz, donde tuvo un protagonismo central. En muchos casos, sin repreguntas, aun cuando se expresaba con gritos y discusiones con quienes les hacían preguntas. Fueron pocos los casos de quienes cuestionaron el posicionamiento de la abogada, entre esos, las panelistas del programa «Mujeres Argentinas» de Canal 13, cuando Burgos dijo que “la víctima podría haber sido un hombre» y que «si sos mujer y matás, te van a juzgar como se les dé la gana”. Ante la contraargumentación, terminó abandonando la entrevista. 

En estos momentos, donde es necesario volver a aclarar no solo los marcos normativos vigentes para los casos de femicidios, también se debe insistir sobre los términos del concepto. Como aclararon las Feministas en Derecho, tomando una cita de Mariana Villarreal: “El femicidio es un término político. Es una denuncia a una sociedad patriarcal que sostiene el ejercicio de violencias como modo para controlar que las mujeres se comporten conforme a los mandatos de género, donde la razón detrás de su muerte es la de asegurar lo que se espera de ellas”.

El scroll por los portales web y redes sociales de noticias locales y nacionales estuvo lleno de las fotos donde Soto muestra la maniobra con que mató a Catalina, junto a titulares que hablan de “relato escalofriante” o “el minuto a minuto del crimen”. Canal 12, La Voz, Telefé: ¿por qué piensan que es útil difundir esa información? ¿En serio nos van a poner a debatir cosas que creíamos saldadas desde 2015?

Este año, se cumple una década del Ni Una Menos y, en enero de 2025, tuvimos 1 femicidio cada 26 horas, según relevó el Observatorio «Ahora que sí nos ven». Mientras tanto, los grandes medios cordobeses parecen ignorar los marcos legales nacionales e internacionales, protocolos de acción, guías de trabajo periodístico, capacitaciones en perspectiva de género y los años de debate e investigaciones que indican con claridad cómo realizar coberturas éticamente responsables y con perspectiva de género. 

Desde el Colectivo Ni Una Menos, detallaron: «Ilustrar gráficamente un femicidio, con un enfoque sensacionalista, más que una cobertura, se parece a una manual de información para posibles agresores. Además, cuando se detallan maniobras, métodos y circunstancias de un femicidio, se revictimiza a la víctima y a su familia. Este tipo de coberturas deshumaniza a la víctima, reduciéndola a un mero objeto de morbo, perpetuando la cultura de la violencia en la que los agresores pueden encontrar justificaciones en la narrativa que se les ofrece”. 

Relatar desde la perspectiva del femicida habilita la justificación del actuar: “Catalina me pegó una cachetada y me agarró del cuello, y ahí se me apagó la tele, arrancó el Néstor loco”. 


Ya lo ha dicho Rita Segato en los comienzos de sus investigaciones y desarrollos teóricos: «Los femicidios se repiten porque se muestran como un espectáculo. La curiosidad morbosa llama a la gente a curiosear. Cuando se informa, se informa para atraer espectadores, por lo tanto, se produce un espectáculo del crimen y, ahí, ese crimen se va a promover. Aunque al agresor se lo muestre como un monstruo, es un monstruo potente y, para muchos hombres, la posición de mostrar potencia es una meta. Entonces, el monstruo potente es éticamente criticado, es inmoral, pero, a pesar de eso, es mostrado como un protagonista de una historia y un protagonista potente de una historia. Y eso es convocante para algunos hombres, por eso, se repite».


La mediatización y espectacularización, el enfoque policial, el relato constante y detallado de cómo se mata a una mujer se transforma en un espectáculo. Lamentablemente, no es novedad la forma en que muchos medios locales abordan los contenidos de las violencias de género en un contexto donde los femicidios y las denuncias por violencias en los hogares aumentan, y la política del Gobierno nacional ha sido el desmantelamiento de las políticas de prevención y asistencia como parte de la batalla cultural contra feministas y diversidades, frente a un nuevo discurso negacionista y odiante propulsado por el presidente Javier Milei.


*Si fuiste víctima de violencia de género, en Córdoba, podés comunicarte con el Polo de la Mujer al 0800-888-9898 las 24 horas del día, todos los días del año. También podés enviar un mensaje de WhatsApp al 3518141400. O acercarte y hacer la denuncia en la Unidad Judicial de Violencia Familiar, ubicada en la calle Entre Ríos n.° 680.

*Por Verónika Ferrucci y Jazmín Iphar para La tinta / Imagen de portada: La tinta.

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Palabras claves: Catalina Gutiérrez, Femicidio, Néstor Aguilar Soto

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