«Lo que la Economía Social gestiona debe ser apuntalado por el Estado»
Pese a las dificultades que les generó la crisis económica en el último año, las escuelas de gestión social y cooperativa continúan desarrollando una tarea fundamental. Serena Colombo, integrante de FECEABA, dialogó con Ansol sobre los desafíos de educar desde la Economía Social y Solidaria, en el marco de las perspectivas que se abren ante un hipotético nuevo gobierno. «Queremos construir con el futuro Ministerio de Educación».
Por Ansol
La educación de gestión social y cooperativa se ha constituido como una oferta importante en Ciudad de Buenos Aires y varios distritos del conurbano bonaerense pese a la última crisis económica que vuelve difícil la gestión social y cooperativa de instituciones escolares.
Sin embargo, se abren nuevos desafíos en el marco de la Federación de Escuelas Cooperativas y Entidades Afines de Educación de Buenos Aires (FECEABA), la institución que nuclea las escuelas que apuntan también a una educación diferente y también a un vínculo con las familias y las instituciones de la sociedad.
«Trabajar en educación dentro de la Economía Social y Solidaria es emancipador porque tiene que ver con apropiarse con el conocimiento y de las herramientas que la economía social y solidaria nos proporciona para encontrarnos, pensando colectivamente, dándole voz a todos y todas. Darle la voz a los chicos y a las chicas, es generar un espacio donde todos hablen porque no es uno el que le permite a otro que hable o no. También es cierto que implica varias decisiones de los adultos, no solo de los trabajadores del colectivo educativo del que formamos parte, sino de otros actores que son los que la economía social y solidaria propone. Es una mirada emancipadora y respetuosa del ser humano. Aparece el territorio, la política, las familias que son parte de la comunidad educativa y en esa mixtura sucede -en este caso el hecho educativo- que no es unidireccional. Tomamos las herramientas que nos proporciona la educación popular. No hay una única voz autorizada», contó en diálogo con ANSOL, Serena Colombo, integrante de la FECEABA y asociada de la Escuela Cooperativa Mundo Nuevo, que es parte de dicha federación.
Construcción artesanal
«La construcción es artesanal. Casa territorio es diferente. Estos vínculos se dan a nivel micro con las instituciones del barrio. Nuestra escuela, por ejemplo es, parte de una red que se armó en el barrio con las cooperativas y otras instituciones. Nosotros nos pensamos ahí dentro, es con los vecinos del barrio que no son parte de la escuela, y con entidades de segundo y tercer grado, porque somos parte de confederaciones y federaciones. Entendemos que esta construcción colectiva es amplia y es nacional y latinoamericana, queremos incidir en políticas públicas y, además, esta incidencia no es corporativa: en el sentido que nosotros queremos que se haga lo que nosotros pensamos, sino que el sentido es colectivo, es pensarse con otros, discutir con otros. Los vínculos son parte de un todo. Por ejemplo: es tan importante ir a la mesa docente del Credicoop, del barrio, ir al club, o a Cooperar», expresó Colombo.
Desde las instituciones escolares que componen la Federación también han llevado adelante debates entre profesores y alumnos, junto a la comunidad educativa, en torno a la aplicación de la Ley ESI (Educación Sexual Integral) y la Interrupción Voluntaria del Embarazo (con media sanción de la Cámara de Diputados).
Las dificultades para enseñar desde una mirada horizontal y plural, también choca en un marco más general desde lo social, político y económico. «Es difícil empezar a sostener el discurso hacia afuera porque claramente se da de patadas con lo que se propone en muchos medios de comunicación. No en todos, pero es cierto que en estos últimos 4 años desde las políticas públicas se vienen sosteniendo valores como la meritocracia, el individualismo; y nosotros estamos completamente en contra porque sostenemos que ninguna comunidad se puede sostener desde esos valores. Empezamos a compartir esta idea con otras personas, y a convencer. Lo cierto es que hace 3 años y medio las condiciones son muy malas, y venimos sosteniéndonos como podemos. No alcanza».
«Queremos construir con el futuro Ministerio de Educación»
La escuela Mundo Nuevo es un claro ejemplo de la construcción de educación cooperativa y de gestión social. Está ubicada desde hace más de 40 años en Serrano 557, en el barrio de Villa Crespo, y en la actualidad tiene un plantel de 74 trabajadores con distintas tareas.
Por otro lado, aparecen los desafíos que las instituciones de educación cooperativa tienen para adelante y en el marco de una nueva coyuntura. «Lo que la Economía Social gestiona, también debe ser apuntalado por el estado, porque sino seguimos regidos por las reglas del mercado, y eso es un problema, en ese sentido la escuela que además es un derecho, mucho más. Desde 2006, por primera vez, se nos reconoce como un sector diferente de la gestión estatal y la gestión privada. Pero no hay registro sobre cuántas instituciones educativas de gestión social y cooperativa existen en la república Argentina. Para eso necesitamos una serie de instrumentos, como por ejemplo la reglamentación de la educación de gestión social y cooperativa que es algo que nosotros queremos construir con el futuro Ministerio de Educación».
Por otro lado, profundizó en el sentido que la escuela tiene que tener para estar acorde a los nuevos tiempos: «Queremos trabajar con el Ministerio de Educación, con los sindicatos, con otras escuelas, en relación al sentido de la escuela. Nosotros pensamos que tenemos mucho para aportar al sistema educativo. Si pensamos que el sistema educativo tiene que propiciar subjetividades emancipadas, descolonizadas y repetimos un modelo jerárquico y de obediencia, algo está mal. Y nosotros tratamos de practicar otra cosa», finalizó.
*Por Ansol / Imagen de portada: Colectivo Manifiesto.
