Una AFA sin Día de las Futbolistas
El pasado 21 de agosto se celebró el Día de las Futbolistas con diferentes actividades impulsadas por diversas organizaciones en todo el país. Sin embargo, lo que iba a ser uno de los eventos más importantes a desarrollarse por iniciativa del ente Historia AFA, fue cancelado por la propia dirigencia: «Consideramos el accionar de AFA como un acto de censura, intolerancia, machismo y discriminación para acallar las voces de las mujeres en un día por demás emblemático», expresaron mujeres integrantes del espacio a través de un comunicado.
Por Redacción La tinta
Decena de títulos periodisticos reflejan en Google lo que Claudio «Chiqui» Tapia se encargó de repetir en los últimos años: «Deseo ser el presidente de la igualdad de género para el fútbol». Lo decía incluso en agosto de 2017, semanas antes de la protesta que comenzaron las jugadoras de la selección, quienes reclamaban desde indumentaria y espacios para entrenar hasta la falta de competencia desde 2015 y el pago de viáticos atrasados. El relato vs. los hechos. Un clásico en tiempos de post verdad.
Desde 2017 hasta hoy, el fútbol femenino ha logrado instalar el debate público sobre la necesidad de construir una nueva manera de entender la práctica futbolística que puede sintetizarse en la consigna «el fútbol será de todes o no va a ser». La lucha feminista avanzó en busca de un lugar negado por el patriarcado y la cancha es otro espacio público a ocupar y resignificar. Ocupar las gradas, escribir nuevas canciones para alentar, recuperar la memoria de Las Pioneras, escribir libros de historias y establecer nuevas fechas conmemorativas, fueron parte de este proceso. Así el pasado 21 de agosto se celebró un nuevo Día de las Futbolistas. Sin embargo, con la potencia que tiene lo simbólico, la AFA de Tapia frustró una jornada de charlas y debates en la que mujeres referentes invitaban a repensar la pelota.
«Tanto oradoras, como invitades de los clubes, muchos del interior, nos habíamos organizado para asistir a este gran e inédito evento en el que por primera vez, las mujeres provenientes de diversos ámbitos futbolísticos íbamos a ser las protagonistas, íbamos a tener voz, dentro de la AFA: ´la casa madre del fútbol argentino´, hasta ahora, sólo la casa de los futbolistas», dice una carta elaborada por mujeres integrantes del ente Historia AFA.
Llamativamente, el evento y su cancelación tuvo nula repercusión en los medios hegemónicos. Entre las invitadas se encontraban Nora Cortiñas (representante de DDHH), Lucía Barbuto (Presidenta de Banfield), Mónica Santino (trabajadora del fútbol femenino en Villa 31), Lucila Sandoval (ex futbolista y recuperadora de memorias del futbol femenino), Elba Selva (ex futbolista y pionera), María Isabel Pérez (Presidenta de Macfut), Macarena Sánchez (futbolista profesional), entre otras.
Las integrantes de Historia AFA señalan que la dirigencia afista esgrimió todo tipo de excusas para intentar explicar la decisión de no desarrollar el evento: «desde aducir que ´el salón estaba ocupado y no se habían percatado de la superposición de eventos´, hasta denunciar que ´no está aprobado por AFA la presencia de figuras políticas´ y que ´faltaba la supervisión por parte de AFA del video compilado´. ¿Boicot? ¿Censura?
«Como mujeres que íbamos a participar de dicho evento consideramos el accionar de AFA como un acto de censura, intolerancia, machismo y discriminación para acallar las voces de las mujeres en un día por demás emblemático, haciendo gala -una vez más- de su completo desinterés, desidia, destrato y constante obstrucción a la cada vez más fuerte construcción de una contundente presencia de la mujer en el fútbol de nuestro país», expresa el escrito.
A lo largo de toda la carta, se expresa una idea tan desafiante como desencantadora: esto no debería sorprender a nadie ya que la política de AFA sigue siendo la misma de siempre. En el pasado mes de julio, la Coordinadora Sin Fronteras de Fútbol Feminista presentó precisamente en la sede de calle Viamonte un relevamiento contundente: de 1146 cargos distribuidos entre los clubes de Primera A y Primera B, apenas 70 son ocupados por mujeres, es decir, un 6,1%. Hasta hace semanas, el torneo de fútbol femenino no tenía fecha de inicio y la deficiencias edilicias para el desarrollos del deporte siguen siendo alarmantes. La supuesta profesionalización de la que se jacta Tapia -que obliga a los clubes a firmar ocho contratos de apenas 15 mil pesos- aún está muy lejos de llegar al interior del país.
«No debemos entenderla (al proceso de profesionalización) como una medida que apunta a la inclusión emanada de una dirigencia progresista que apoya la lucha feminista, sino todo lo contrario. La suspensión del mencionado evento funciona perfectamente para comprenderlo» afirman, a la vez que invitan a pensar dicha medida como una herramienta que genera divisiones hacia adentro de los planteles, «a generar diferencias entre compañeras, a dividir y a fomentar el individualismo dentro del fútbol femenino, algo que no deseamos como mujeres ni será bienvenido».
AFA, la casa «madre del fútbol argentino», sigue con sus prácticas patriarcales. Acallar el debate sobre la historia del fútbol femenino es negar su presente y desalentar su futuro. Como señala el comunicado, a la historia del fútbol también la parieron las mujeres invisibilizadas de la pelota: «Esto fue sólo la suspensión de un evento, lo que viene atrás es mucho más grande, ¡SOMOS NOSOTRAS!»
*Por Redacción La tinta
