FLISoL, un encuentro para difundir paradigmas libres
La 15° edición del Festival Latinoamericano de Instalación de Software Libre (FLISoL) se realizó el 27 y 28 de abril, en la Biblioteca de la Facultad de Ciencias Económicas y en la nueva sede de ADIUC, en la ciudad de Córdoba. Allí, confluyeron diversas charlas y talleres, con la intención de difundir los paradigmas de software y cultura libre, y temáticas afines.
Por Redacción La tinta
Una vez al año en varias ciudades de América Latina, entre ellas, Córdoba, se realiza el Festival Latinoamericano de Instalación de Software Libre (FLISoL), encuentro que deja resonando ideas, proyectos y propuestas a lo largo del año. La edición cordobesa 2019 tuvo dos particularidades: por un lado, además del día de charlas, talleres y feria, se sumó una jornada especial para reunir a las agrupaciones que se nuclean bajo el paradigma de organizaciones libres. Y, por el otro, todas lxs integrantes de FLISoL acordaron declarar al evento como libre de acoso.
Desde la organización, entienden al software y la cultura libre “como la tecnología y cultura que le dan libertad a las personas de apropiarse de las mismas, es decir, usarlas según sus necesidades, copiarlas, modificarlas, distribuirlas, aprender de ellas y compartirlas”, manifiestan en la página web del FLISoL.
El evento se realiza desde el año 2005 con el objetivo de promover el uso del software libre, dando a conocer al público en general su filosofía, alcances, avances y desarrollo. A lo largo de los años, las diversas comunidades locales de Software Libre que organizan el FLISoL han ampliado el encuentro a instancias donde se desarrolla la instalación de manera gratuita y totalmente legal de software libre en las computadoras que llevan los asistentes.
Además, “se ofrecen charlas, ponencias y talleres sobre temáticas locales, nacionales y latinoamericanas en torno al Software Libre, en toda su gama de expresiones: artística, académica, empresarial y social”, manifestaron desde la organización.
Actividades
Las actividades que se desarrollaron fueron variadas y para todo público. Por un lado, hubo charlas vinculadas a educación, cultura libre, intercambio de semillas, Open Space, Open Science o Ciencia Abierta, programación y robótica en la escuela, producción musical y artística, tecnología y género.
Así, también, hubo talleres y proyecciones de producciones realizadas bajo los principios del FLISoL.
Paralelamente, funcionó el InstallFest, un taller de instalación de Software libre donde se instaló Linux junto a un paquete de programas de libre circulación, en las computadoras de muchos asistentes.
Hubo, además, asistencia técnica para brindar soluciones y resolver dudas técnicas así como un “Dispenser de contenidos: copie todo lo que se pueda llevar”. Esta propuesta, presente a lo largo del día sábado, permitió que quienes asistieron al evento pudiesen llevarse libros, programas, música, películas de contenido libre (con autorización de copia, reproducción y sin las restricciones que representa el copyright).
A lo largo de todo el día sábado, se mantuvo una feria con stands de FLISoL, editoriales libres de Córdoba, el Club de robótica, Bios cooperativa informática, EduBot robótica educativa, entre otros colectivos que presentaron sus producciones.
También durante el evento, un conjunto de artistas gráficos produjeron una serie de cortos usando software libre y utilizando como inspiración el evento, el cual fue proyectado durante el cierre del FLISoL, que estuvo acompañado por Pivote, colectiva Femilonguera feminista que reivindica “el tango (danza y música) de los ambientes milongueros por ser el espacio que habitamos y la comunidad a la que deseamos interpelar -e incomodar- desde la propuesta de los feminismos”.
Una mirada colectiva y feminista
Revolución CC es una casa colaborativa que se define en “permanente proceso de producción, construcción y formación. Una plataforma que sirve como herramienta de acceso libre, que permite la interacción de sujetos, proyectos y movimientos sociales con sus deseos y agenciamientos diversos”. Algunos de sus integrantes compartieron su propuesta en la charla “Casas comunitarias como plataformas libres” en el marco del FLISoL en el día sábado.
Junto a Casa Volada, otra casa comunitaria de la ciudad de Córdoba, plantearon el surgimiento de este tipo de espacios colectivos: “Casa Revolución surge nutrida por varios proyectos latinoamericanos, bajo la necesidad de tener tiempo para la producción cultural, artística, creativa y poder trabajar colectivamente. Y no sólo tiempo, sino también espacio físico donde experimentar, un lugar donde trabajar”. Espacios de contención, de organización política, de compartir recursos y herramientas.
Desde la charla, plantearon el uso de tecnologías sociales como una forma de nombrar aquello que permite “fomentar el desarrollo y aplicación de conocimientos y tecnologías con fines netamente sociales”. Poder entender que las mismas no son recetas, que se transforman con el tiempo y que son administradas por instituciones populares no gubernamentales, en forma directa y sin representaciones políticas. Al respecto, dice Sofía, una de las integrantes de Revolución CC: “La vida comunitaria te lleva a organizarte de una forma. Empiezan a surgir herramientas que te das cuenta son muy útiles y van sirviendo, alivianando y las perpetuas. Van surgiendo de la práctica”.
Así, nos plantea algunos ejemplos que nacen de la experiencia de Revolución CC: las reuniones semanales en la vida comunitaria, el “círculo de la palabra”, definido por Sofía como “un concepto ancestral” que, de alguna forma, les ayudó a fortalecer la escucha; “alguien habla, nadie interrumpe, todas escuchamos”. Otro ejemplo de tecnología social que nos brinda Sofía para poder comprender el concepto es el de “Hospeda Cultura”, una plataforma, una herramienta de circulación artística que facilita el albergue y hospedaje de artistas y gestores culturales que vienen a la ciudad de Córdoba a producir”.
Entre los tantos talleres, Sofía decidió participar de uno que se denominó “Herejía Digita, ¿pueden las tecnologías y el software libre ser transfeministas?”, organizado por el Laboratorio de Ciberbrujería y la Cooperativa transfeminista de programación. El fin era compartir herramientas en torno al uso de las tecnologías, software libre y programación, y reflexionar sobre aquellas prácticas y estrategias que pueden contribuir a resignificar las tecnologías acorde a una ética y valores transfeministras.
Al respecto, nos dice la integrante de Revolución CC: “La programación puede ser una herramienta de acceso a un montón de cosas. Lo que entra en juego es todos los preconceptos que giran en torno a eso como algo difícil y que queda relegado a los hombres. Empezamos a ver condicionamientos, la falta de herramientas, la autoestima”.
Desde la organización del taller, se plantearon justamente que la primera batalla es contra el prejuicio de que no cualquiera puede programar, de que se requieren conocimientos técnicos y matemáticos inalcanzables. Ante esto, afirman: “Urge presentar a la programación como lo que es: una actividad creativa, lenguajes vivos, un laboratorio reseteable donde equivocarse no tienen consecuencias más allá del aprendizaje”.
El FLISoL como espacio de crecimiento de la tecnología y la cultura libre tiene mucho para seguir aportando a los mundos que queremos.
*Por Redacción La tinta. Imagen de portada: Medionegro