Pobreza y política, allí donde no hay fiestas ni vacaciones
El modelo de exclusión impuesto desde el Gobierno Nacional y replicado por otros niveles el Estado castiga a la población más vulnerable con pérdida de empleo, contención social y poder adquisitivo. La pobreza y el hambre son el resultado más cruento y sus principales víctimas lxs niñxs. Actores y militantes sociales que trabajan en barrios populares de Córdoba cuentan cómo se organizan para afrontar el día a día de la crisis socio-económica.
Por Jésica Colazo para Revista Desafíos Urbanos
Según un informe de la Universidad Católica Argentina (UCA), la pobreza alcanza al 33.6% de la población argentina y el 6.1% se encuentra bajo la línea de indigencia. Es decir, más de 13.2 millones de personas viven en la pobreza. Los números corresponden al tercer trimestre del 2018 y son los más altos en los últimos 10 años. La alarma se enciende, principalmente porque las cifras han crecido un 19% con respecto a lo que en 2017 indicaba el mismo informe del Observatorio de la Deuda Social de la UCA.
Las políticas de ajuste del Gobierno Nacional se hacen sentir y los sectores en situaciones de vulnerabilidad pagan costos muy altos. Sin embargo, algunas políticas de protección les permitieron amortiguar la caída. En este sentido, la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la moratoria jubilatoria (ahora suspendida) son de gran importancia en este momento de crisis.
Los sectores medios también han sido golpeados por el rumbo económico que tomó la gestión del presidente Mauricio Macri, no solo por la marcada perdida en la capacidad de consumo, sino también por la disminución y escasez de fuentes laborales. La inflación sin freno, los tarifazos y aumentos del combustible dejan atrás los salarios y le quitan capacidad adquisitiva a lxs trabajadores. A esto que se suman los despidos masivos en el sector público y privado, la inestabilidad laboral y con ello el achicamiento del consumo en el mercado interno.
La pobreza tiene cara de niñx
Si cruzamos los datos de la UCA con el estudio del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la situación se agrava: esta última investigación indica que el 48% de los niñxs y adolescentes en nuestro país son pobres. De ese total, un 20% corresponde a privaciones severas, como vivir en zonas inundables o no haber ido nunca a la escuela entre los 7 y los 17 años.
UNICEF llevó adelante este estudio en conjunto con la Universidad Nacional General Sarmiento, el Instituto de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico de la Universidad de Salta y la organización Equidad para la Infancia. Los datos en que se basaron corresponden al primer semestre de 2018 de la Encuesta Permanente de Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), con lo cual desde el organismo advirtieron que estos números no captan la situación actual. También destacaron la importancia de transferencias monetarias, como la AUH.
Córdoba no se queda atrás de los números nacionales y el fenómeno de la infantilización de la pobreza es muy fuerte. Según un trabajo del Centro de Investigaciones Participativas en Políticas Económicas y Sociales (CIPPES), “la tasa de pobreza en la población de 0 a 17 años alcanza el 47,42%, porcentaje que representa a casi 485 mil niños y adolescentes”, mientras que la indigencia alcanza el 10,13%, lo que representa a más de 103 mil niños y adolescentes.
Con estos números, Córdoba se posiciona como la tercera provincia con el porcentaje más alto de niñxs y adolescentes en situación de pobreza.
Fiestas para pocxs
En las últimas fiestas de fin de año las góndolas de los comercios se llenaron de sidras, pan dulce y confites, pero no todxs pudieron acceder a los productos navideños, porque la suba en sus precios rondó entre el 40 y el 45%. La Cámara de Supermercados y Autoservicios de Córdoba señaló que “el aumento de estos artículos está en línea con la inflación”. En este mismo sentido, el Centro de Almaceneros de Córdoba ofreció dos canastas navideñas: una compuesta por 12 productos al valor de $480 y otra de 8 productos a $326, con lo cual el aumento de este combo es del 47.2% con respecto al 2017.
“Si comparamos los precios de diciembre 2018 respecto de diciembre 2017, festejar nochebuena o fin de año les cuesta a los hogares 48% más caro que en 2017. La comparación respecto de 2015 alcanza 251% de aumento”, según el Centro de Economía Política de Argentina (CEPA).
Frente a estos aumentos de precios nos encontramos con que el salario mínimo, vital y móvil aumentó apenas un 28%, al igual que la jubilación mínima. La pérdida del poder adquisitivo se hizo sentir fuerte en un diciembre, donde las fiestas no fueron para todxs.
Los barrios hablan
Cristina Parra es vecina de la zona sur de la ciudad y forma parte del comedor comunitario Los Bajitos Primero, de Barrios de Pie y Libres del Sur en Villa El Libertador. Desde su experiencia cotidiana, describe cómo los ajustes de este Gobierno golpean en los barrios y expresa su preocupación por el aumento de la demanda en el comedor y por la salud de lxs niñxs.
“Seguimos sosteniendo los comedores solidarios y ahora con lo que estamos padeciendo viene más gente, tenemos más demanda de niños. Estamos pidiendo que se decrete la ley de emergencia alimentaria, necesitamos mercadería”, reclama Cristina en diálogo con Desafíos Urbanos. Al comedor asisten aproximadamente 90 niñxs de Villa El Libertador y también se acercan de barrios aledaños como Cabildo, Comercial y Santa Isabel. Mientras la cantidad de comensales aumenta, desde la Nación dispusieron una quita de mercadería.
Es decir, el Gobierno nacional genera las condiciones que contribuyen al aumento de niñxs en comedores y por otro lado disminuye el presupuesto para estos espacios. Lo que parece una paradoja en un signo de estos tiempos de ajustes sin freno.
En el comedor, dos veces al año ponen en marcha el programa Talle y Peso, y en 2018 los resultados arrojaron que el 47% de lxs niñxs padecen malnutrición. Cristina habla de estas cifras con angustia, pero eso no impide que siga su lucha cotidiana. “Hacemos eventos, vendemos empanadas… Si no, les daríamos sólo arroz y mate cocido con fritos, y esa no es la idea. La idea es darles una alimentación básica y saludable”, nos dice.
María Heredia está en otro zona de la ciudad donde se sufren privaciones y suma su voz para relatar las consecuencias del deterioro económico. Ella integra la Cooperativa Güemes, ubicada en Camino 60 cuadras, donde hay 94 viviendas y la gran mayoría de lxs vecinxs está sin trabajo. “Somos poquitos los jubilados”, cuenta. “La gente del barrio en lo que más trabaja es en pintura, albañilería y las chicas en servicio doméstico, pero con esta situación han perdido horas. Es muy mala la situación, a los pobres nos ha hecho muy mal la inflación y a los jubilados peor”.
“Muchas veces los jubilados ayudamos, pero ¿qué comes con ocho mil pesos? -pregunta María-. Encima, con lo que viene de luz, menos te alcanza”. Ella describe un cuadro que se repite en muchos hogares, donde las jubilaciones suelen ser el único ingreso fijo y con eso colaboran en la economía de toda la familia. Sin embargo, el aumento de los alimentos y tarifas supera los ingresos y no es fácil cubrir todas las necesidades.
A los barrios ubicados al norte de la ciudad también llega la crisis. “Hay lugares donde reaparecen comedores, merenderos, la necesidad de organizarse y se está pensando en compras comunitarias. Se agudiza la cuestión alimentaria, lo relacionado a lo impositivo y las tarifas, aparecen intimaciones judiciales por impuestos y esas cosas. La agudización de la pobreza se nota andando en la calle”, nos describe Pedro Plaza, miembro de la asociación civil Servicio de Promoción Humana (Seriproh) y con trabajo y militancia en Los Boulevares, Cortaderos, Cooperativa La Ilusión y otros barrios aledaños.
Pedro enumera problemas que se han vuelto cotidianos en los barrios, como despidos, flexibilización, malas condiciones de trabajo y por supuesto la pérdida de la “changa”, única oportunidad laboral para la gran mayoría de lxs vecinxs. Para graficar esto, dice: “El que tenía diez jardines, ahora tiene cinco; hasta entramos en una competencia de quién cobra más barato”. Si bien los sectores en situaciones más vulnerables son los primeros en caer, esta crisis “afectó muy fuerte a las clases medias, donde hay mucha incertidumbre y se siente en el bolsillo”, agrega a su descripción.
Las organizaciones sociales le ponen el cuerpo a este contexto, pero su rol no puede ser sólo paliar los efectos de la crisis. Pedro tiene una vasta experiencia en la militancia social y sabe que es necesario brindar contención y crear lazos solidarios. No obstante, su propuesta es más profunda: “Hay que hablar en términos más políticos, analizar de dónde viene todo esto. Tenemos el desafío de politizar más. No lo decimos en términos partidarios; es generar una mirada crítica”, reflexiona. Además, cree que para cambiar la realidad que estamos viviendo es necesario “un cambio en la política económica, una política más distributiva a través de los salarios, jubilaciones, acciones del Estado, salud pública, educación…”.
La preocupación de Pedro, Cristina, María y gran parte de la población es compartida y el dolor más profundo es por lo que viven lxs más chicxs de nuestra sociedad. Pedro resume esto al señalar que “en Córdoba el 51% de los menores están debajo del nivel de la pobreza. Estamos ante el riesgo de perder generaciones en esto de ser incluidos e incorporados a la sociedad”.
* Por Jesica Colazo para Revista Desafíos Urbanos,Observatorio de Conflictos Sociales de Cecopal. Imágenes: Colectivo Manifiesto
Fuentes:
https://www.unicef.org/argentina/sites/unicef.org.argentina/files/2018-03/Monitoreo-La_pobreza_monetaria_en_la_ninez_y_adolescencia_2017.pdf
https://es.scribd.com/document/394811116/2018-12-02-Fiestas-2018-Un-Analisis-Sobre-La-Evolucion-de-Precios-de-Los-Productos-Navidenos-CEPA#from_embed
https://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/almaceneros-lanzaron-su-canasta-navidena-con-dos-versiones-estandar-y-economica
https://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/productos-navidenos-llegan-con-subas-del-40-al-45
https://www.infobae.com/politica/2018/12/13/la-pobreza-crecio-al-336-en-la-argentina-y-es-la-mas-alta-de-la-decada-segun-un-informe-de-la-uca/
