Los ojos del odio
La tensión en las manos que agarran con fuerzas los brazos de la silla, que viene directamente de la mirada, en la que, sin duda, se puede ver odio, desprecio y rechazo. Todos esos se generan en los ojos y se reparten por todo el cuerpo de Joseph Goebbels, que se emana e impacta en la película fotográfica. Quien tomó la imagen fue el fotógrafo alemán y de origen Judío Alfred Eisenstaedt, fue en septiembre de 1933 en el Hotel Carlton en Ginebra. Allí, se estaba llevando a cabo la 15° conferencia de La Liga de las Naciones.
Por Redacción La tinta
Goebbels, que era el ministro de propaganda del nazismo, había ido a la conferencia en representación de Alemania, se mostraba amable ante la prensa y los fotógrafos que estaban cubriendo el evento. De alguna forma, se enteró de que Eisenstaedt era de origen Judío, se dice que el que le avisó fue Walter Naumanny que se lo ve detrás de él, e, inmediatamente, en su actitud y mirada apareció el verdadero Goebbels.
Eisenstaedt trabajaba para la agencia Associated Press en Berlín y como corresponsal de la revista Life, sobre ese instante, dijo: “En 1933, viajé a Lausana y Génova para la 15° conferencia de la Liga de las Naciones. Allí, sentado en el jardín del hotel, estaba el Dr. Joseph Goebbels. Él sonreía, pero no a mí. Él estaba mirando a alguien a mi izquierda… de repente, me vio y lo fotografié. Su expresión cambió. Ahí tenemos los ojos del odio. ¿Era yo un enemigo? Detrás de él, estaba su secretario privado Walter Naumanny, el intérprete de Hitler, el Dr. Paul Schmidt. Me han preguntado cómo me sentí fotografiando a estos hombres. Naturalmente, no muy bien, pero cuando tenía una cámara en la mano, no sentía miedo”.
La fotografía desnuda a este ser, logra sacarle su máscara y poner en evidencia solo en un gesto todo ese odio que terminaría gestando la lógica y la política del holocausto. Goebbels junto a su mujer, cuando la caída del régimen ya era inminente, mataron a sus 6 hijos y luego se suicidaron ellos el 1 de mayo en el bunker nazi en Berlín.
Ni él ni Hitler enfrentaron a la justicias por las atrocidades cometidas; el 1 de octubre de 1946, finalizaron los históricos juicios de Nüremberg. Allí, se juzgaron a 24 jerarcas nazis, 11 fueron condenados a muerte y 3 a cadena perpetua, el resto corrió suerte dispar entre condenas menores y la absolución.
* Por Redacción La tinta