La zurda imparable
¿Quién es la jugadora histórica del Dick Kerr Ladies? ¿Quién fue esa goleadora, que pegaba “con la fuerza de una mula”? Lily Parr fue la primera mujer en el salón de la fama del Museo del Fútbol inglés. Abiertamente lesbiana a comienzos de siglo XX, se convirtió en ícono británico. Tuvo un campeonato con su nombre, faltó a cinco partidos en treinta años de carrera futbolística, le quebró un brazo a un arquero y llegó a marcar 967 goles.
Por Analía Fernández Fuks para La tinta
De los partidos en casa a Preston
Lily Parr nació el 26 de abril de 1905 en un barrio de Saint Helens, en el condado de Merseyside. Mientras su papá trabajaba en la fábrica de vidrio, Lily jugaba al fútbol y al rugby junto a sus seis hermanos en el patio trasero de su casa. La familia alquilaba habitaciones para extranjeros para generar un ingreso extra y muchas veces se convertían en el público de los partidos de los y las hermanas Parr.
En 1919, con 14 años y con su metro ochenta, Lily sobresalía del resto de sus compañeras de equipo. Jugaba como delantera en el St. Helens Ladies. Cuando el entrenador y administrativo de las Dick Kerr Ladies, Alfred Frankland la vio, no pudo dejar de seguir sus movimientos.
Era el segundo partido de Lily y era rival en un amistoso que Frankland había organizado para las Dick Kerr. Desde atrás de la línea blanca, el entrenador fijó su mirada en la gambeta, en la velocidad para desmarcarse y para entrar sola al área. El zurdazo de Lily Parr, que se convirtió en el primer y único gol del equipo rival, lo convenció. Cuando terminó aquel partido, Frankland se acercó a la jugadora y le ofreció un puesto de trabajo en la fábrica si aceptaba además un lugar como titular en las Dick Kerr Ladies. Frankland le dijo que le pagaría diez chelines y cigarrillos Woodbine por cada encuentro que disputara. Lily Parr aceptó sin dudar. El equipo que dirigía Frankland era el más popular de Inglaterra. Lo mismo ocurrió con su compañera de equipo y dupla ofensiva, Alice Woods. El entrenador también la convenció de integrar las filas de su fábrica y su equipo. Ambas jugadoras se mudaron a Preston a vivir a la casa de Alice Norris, jugadora del Dick Kerr.
Una carrera larga
En su primera temporada en el Dick Kerr, Lily hizo 43 goles. Fue parte del equipo que jugó el primer partido internacional contra Francia en el que ganaron por 2 a 0. Y también integró el plantel que viajó a disputar partidos en Estados Unidos. Era bastante común que Parr convirtiera más de dos goles por partido. En 1921 frente a 25 mil personas, marcó cinco tantos en la victoria de las Dick Kerr contra un seleccionado de las mejores jugadoras británicas y repitió la misma cantidad de goles meses más tarde en un partido contra el combinado francés que estaba de gira en Inglaterra.
Aunque Lily Parr no fuera de las jugadoras que hablaba con la prensa, sus compañeras recuerdan que apoyaba cada uno de sus dichos. Después de la prohibición por parte de la Federación Inglesa, Alice Norris dijo: “Lo tomamos con calma, pero fue un shock terrible. Todas estábamos muy molestas, pero ignorábamos cuando decían que el fútbol no era un juego adecuado para que las mujeres jugaran”. En ese mismo sentido la capitana del equipo, Alice Kell dijo: » Jugamos por amor al juego y estamos decididas a seguir”.
En 1923, después de que las Dick Kerr volvieran de la gira por Estados Unidos y sin posibilidad de jugar regularmente por la prohibición que seguía rigiendo sobre el fútbol femenino, el equipo se fue desarmando. En 1926, la fábrica fue comprada por una empresa eléctrica y los nuevos dueños decidieron que no apoyarían el fútbol femenino y que Frankland no tendría tiempo libre para entrenarlas después del horario de trabajo en el Ashton Park, su sede habitual de práctica. Así fue como el entonces administrativo de la fábrica decidió dejar su puesto de trabajo y abrir un negocio junto a su mujer donde vendían verduras y pescado, mientras seguía entrenando al equipo, que pasó a llamarse Preston Ladies.
Como todo equipo de fútbol, el Preston fue viviendo algunos cambios: la capitana Alice Kell se casó y dejó de jugar. También Florrie Redford abandonó la camiseta blanquinegra para seguir su carrera de enfermera en Canadá. La lanzadora de jabalina y arquera del equipo, la francesa Carmen Pomies decidió volver a París y Jannie Harris se retiró. Para 1930 el equipo era otro. Sin embargo, Lily Parr seguía ahí.
En el próximo capítulo de la serie, la segunda parte de la vida de esta jugadora que se retiró el 12 de agosto de 1950 jugando contra Escocia y convirtiendo cuatro goles para no perder la costumbre.
*Por Analía Fernández Fuks para La tinta
