Homenaje a Luchi Toledo, el hombre que cantaba
El lunes 16 de abril, tras 72 horas en estado crítico, Luis “Luchi” Toledo falleció. Un disparo lo alcanzó cuando quedó atrapado en el fuego cruzado entre bandas narco. Vecino zapatero de barrio Maldonado, jugador del Club Flamengo, miembro fundador de la Cooperativa de Calzado Huellas. Su comunidad lo recordó en un partido homenaje. La necesidad de memoria y hacerlo presente, se entrelaza con la exigencia de justicia.
Por Redacción La tinta
«La memoria es sobre todo, dicen nuestros más primeros, una poderosa vacuna contra la muerte y alimento indispensable para la vida. Por eso, quien cuida y guarda la memoria, guarda y cuida la vida; y quien no tiene memoria está muerto».
Subcomandante Insurgente Marcos.
Luchi dejó este mundo hace una semana, entre cientos de oraciones para que se quede, mensajes de apoyo, el deseo de que suceda un milagro y el sabor amargo de la impotencia.
La despedida se realizó el martes pasado en la casa de su mamá. Desde la madrugada comenzaron a llegar decenas de personas que, con dolor y sin poder entenderlo, querían despedirlo. Su hijo Alejandro Toledo expresó que esas demostraciones de afecto eran producto de que “era una muy buena persona, muy querido por mucha gente de todas partes, donde ibas te preguntaban ¿vos sos hijo del Luchi? y te contaban algo”.
Con el fin de honrar su memoria y reclamar justicia, su familia y compañeros del Club Flamengo decidieron realizar el sábado pasado un partido de fútbol. “La idea del homenaje es hacerlo a su manera, en su lugar, en su ámbito, donde él hubiese querido, con sus amigos, sus conocidos, con el fútbol”, explica Alejandro.
Cerca de las 15, todos esperaban el comienzo del partido en las canchas Perkins, al sudeste de la ciudad de Córdoba. Antes de que el árbitro señalara el comienzo del partido, se compartió un minuto de silencio. Minuto para honrar la memoria, sentir la ausencia de su injusta y absurda muerte.
“Luchi jugaba con la diez”, me dice una de sus hermanas. Esta vez, la camiseta la lleva puesta Alejandro Gorzán, viejo amigo del homenajeado. Cuando termina el partido hablamos, su dolor es visible, lo atraviesa. Como queriendo explicar su tristeza, cuenta que “él era parte de nosotros, del club, hace 30 años que nos conocemos, fue mi gran consejero, un amigo, un padre. Es poco lo que estamos haciendo, por todas las cosas que él nos brindó”.
El caso conmueve y la comunidad actúa. En tiempos donde son más visibles los vínculos rotos, aquí la reacción es rápida, la solidaridad no se hace esperar. Gorzán lo explica de la forma más sencilla: “Desde el primer día que sucedió esto no paramos de pedir fuerza para que no se fuera, y se fue. Ahora nos queda hacer justicia nomás».
«Está a la vista lo que era Luis, vos le decías ‘cantate una canción’ y él cantaba. Hay una señora que nos lava los equipos y Luis iba tres días especialmente, el día de la mujer, de la madre y en su cumpleaños, y le cantaba especialmente a ella. Entonces yo creo que todo lo que podamos hacer, es poco”, afirma su amigo.
Los hijos, hijas y nietas llevan remeras con la foto de Luchi, y una inscripción que reza: “Queremos justicia para Luis Toledo”. Aunque dudan pueda hacerse justicia, Alejandro Toledo expresó: “Buscamos justicia porque no tenía problemas con nadie. Si él lo podía solucionar, te cantaba un tema mientras se hacían amigos. A veces no lo conocían y decían ‘ah, tu papá es el hombre que canta’. Queremos que se haga justicia, que no sea un papel que termina archivado como muchísimos casos”.
Por el asesinato de Luis hay dos detenidos vinculados a bandas narco de la zona. “Todo esto viene de los gobiernos, todo el mundo lo sabe, por todos lados andan a los tiros. La responsabilidad es de los gobiernos que no hacen nada para que deje de pasar esto”.
Por su parte, desde la organización social Libres en Lucha donde participaba Luis, expresaron también que hacen responsable al Estado, “porque es la fuente principal de las violencias, porque en lugar de preocuparse porque tengamos una vida digna, abandona grandes sectores de la población sin trabajo, sin servicios básicos ni educación y salud de calidad, en territorios controlados por fuerzas como el narcotráfico”, y agregan: “no es casual que hace menos de un año la policía fusilara a Sergio Cuello, y que hoy estemos llorando que un tiroteo entre bandas narco se lleve al Luchi. No pasa sólo acá, es la regla en nuestras ciudades”.
La memoria es una eficaz herramienta contra el olvido, es poner en el centro del corazón la vida de Luchi. Al preguntar por alguna anécdota de Luchi, todos sonríen. Sus hermanas y hermanos en ronda fueron recordando sus canciones de “loco bohemio”, los momentos de alentarlo en la cancha, “los mates de todas las mañanas, un almuerzo, una fiesta, una conversación”. “Esto es el abrazo mas hermoso que tenés después del dolor: los recuerdos”.
En palabras de sus hijos e hijas: “La esperanza no se ve: se siente. La justicia no se siente, la queremos ver. Su familia, amigos, compañeros hoy pedimos justicia por Luis Toledo”.
