Canal de las Cascadas, resiste y lucha por la tierra
Por Redacción La tinta
Hace más de dos décadas que varias familias mantienen y hacen uso comunitario de una manzana en la zona de Barrio Los Boulevares, en la Ciudad de Córdoba. Estas 22 familias comenzaron a ocuparlo de manera pacífica un año atrás y a pesar de tener un acuerdo con el Ministerio de Desarrollo, fueron desalojados el viernes pasado.
Este proceso como tantos otros, está enmarcado en la ausencia de políticas públicas destinadas a los sectores populares. La desidia lleva a que las propias familias tengan que darle solución a las problemáticas habitacionales desatendidas en la Provincia de Córdoba en los últimos 20 años. De hecho, las vecinas y vecinos que vienen resistiendo en este caso, son hijos de integrantes de la Cooperativa Canal de las Cascadas, que se encuentra al costado del terreno en disputa, se encarga de las problemáticas del hábitat en la zona y existe desde 1983. Es decir, el conflicto del acceso a la tierra se repite generación tras generación.
Desde hace dos años, esta Cooperativa con el acompañamiento de Serviproh y el espacio jurídico Deodoro Roca, mantiene negociacionescon el Ministerio de Desarrollo Social, con Sergio Hugo Tocalli a la cabeza. Estos últimos se comprometieron a la compra directa al único titular del terreno y al sobreseimiento de los compañeros acusados del delito de usurpación que no cometieron. Quedó a la vista que no respetaron el acuerdo cuando el pasado viernes 23 de febrero llegó la orden de desalojo.
En un comunicado, Serviproh expresó que “esto se llevó adelante con una ilegal medida cautelar, la cual fue utilizada por la Fiscal para evadir el proceso principal, el cual está con pedido de sobreseimiento desde el año pasado y no tiene resolución. Con el pedido cajoneado en su oficina, de oficio -y no por pedido de la querella-, y sólo contando con los dichos de un policía que en febrero de 2016 le informó que para él ‘el asentamiento era una usurpación’, la fiscal entendió que era suficiente para dictar la medida contando con el aval del Juzgado de Control y la Cámara de Acusación”.
Por su parte y a través de un comunicado también, las familias de Canal de las Cascadas denunciaron que “cuando parecía que la negociación por la compra estaba prácticamente finalizada, ya que el Ministerio de Desarrollo Social manifestaba la voluntad de hacerlo y tenía en sus manos la tasación del predio, al haber finalizado todas las instancias de apelación ante la justicia, la fiscal Jorgelina Gutiez desoyó los pedidos del Ministerio y avanzó en el desalojo de la toma, expulsando a quienes nos encontramos viviendo allí, familias, incluso con niñxs”.
Hace exactamente un año, estas mismas familias habían comenzado a realizar los trabajos necesarios sobre el terreno, ubicado en De los Sicilianos y De los Rusos (al 3800 de De los Alemanes), para construir sus viviendas y unos meses después fueron intimadas a desalojarlo. En aquel momento lograron resistir, pero en lo que va del año sufrieron el “hostigamiento de la policía cada vez que intentábamos al menos, limpiar el terreno para habitarla en condiciones saludables”, siendo que las negociaciones con el Ministerio correspondiente habían logrado avances concretos.
Ahora, la Fiscalía aduce no poder revertir la acción ya ejecutada, siendo que se realizaron las gestiones pertinentes para proponer mecanismos tendientes a regularizar la situación de ese terreno, como la presentación de un proyecto para la compra de la manzana y convenios de articulación para la urbanización.
En diálogo con La tinta, Marcos Griffa, director de Serviproh, nos comentó que en el transcurso del día domingo se comunicaron desde el Ministerio de Desarrollo para asegurarles que este martes próximo “el ministro Tocalli los estará recibiendo para realizar la firma de un acta compromiso que daría inicio al expediente para la adquisición de la tierra”.
A su vez, se acordó que nadie puede ingresar a la toma (incluyendo el titular) hasta que se resuelva la negociación. Las familias avanzan con cautela. En el marco de esa desconfianza hacia los que ya incumplieron una vez y hasta tanto tengan una respuesta positiva a lo que demandan, estas familias acampan desde el alambrado hacia afuera custodiando la tierra que les pertenece desde toda una vida.
*Por Redacción La tinta.
