Autovía de montaña: El valle de Punilla en peligro
El camino que la Provincia pretende construir al este de la ruta 38 hasta Casa Grande, implicaría desmonte de bosques nativos de máxima protección y atravesaría un yacimiento de uranio y una reserva natural. Después de los anuncios del gobernador, y de las consecuencias de la obra que ya están sufriendo en la comuna de San Roque, las asambleas de vecinxs de Punilla denuncian engaño y desinformación y piden respuestas ante el grave impacto socio-ambiental que tendría el proyecto.
Por Lucía Maina para La tinta
El Valle de Punilla está en alerta. En San Roque, en Biallet Mase, Siquiman, Santa María, Cosquín, Casa grande, Valle Hermoso, lxs vecinxs se encuentran cada semana en asambleas para debatir, informarse y ver los pasos a seguir ante el proyecto de autovía de montaña que el gobernador Juan Schiaretti anunció el 16 de enero pasado.
Se trata de un trazado por el faldeo de las sierras, que continuaría el tramo ya habilitado de la Variante Costa Azul -que conecta la autopista Córdoba-Carlos Paz con el dique San Roque- y el puente que se construye allí con la localidad de Casa Grande. La obra se realizaría al este de la ruta nacional 38 e implicaría la destrucción de bosque nativo en zonas rojas de máxima protección, la degradación de una reserva natural y la remoción de tierra en un yacimiento de uranio, con la consecuente emanación de gases radioactivos.
El anuncio realizado por Schiaretti fue en realidad la confirmación de algo que las organizaciones del lugar venían advirtiendo hace tiempo, cuando se pusieron en marcha las obras del puente sobre el lago San Roque a principios del año pasado. En aquel momento, y a pesar de la negación continua y la desinformación oficial desde la Provincia, lxs vecinxs ya reclamaban que los procedimientos y la audiencia pública llevada adelante por la Secretaría de Ambiente presentaban como un puente, un proyecto de mucha mayor envergadura, algo que incluso denunciaron ante la Justicia mediante un amparo colectivo.
En las últimas semanas, las nuevas precisiones sobre el proyecto que incluye 45 kilómetros y pretende avanzar en cuatro etapas hasta La Falda, despertó nuevas preocupaciones en las comunidades de Punilla. Y con ellas crecieron las asambleas y los encuentros, la exigencia de respuesta de vecinxs a sus intendentes y jefes comunales, y la realización de nuevas actividades para visibilizar lo que está pasando. El sábado pasado, por ejemplo, hicieron una caravana hacia el barrio Perla del Lago, donde distintas familias sufren las consecuencias de la obra del puente, y el próximo realizarán un Festival en Defensa de Nuestras Sierras en la comuna de San Roque.
Lxs vecinxs de San Roque ya llevan meses sufriendo la falta de respuestas de la Provincia y las consecuencias de la primera etapa de la obra, adjudicada por la empresa Camino de las Sierras a la Unión Transitoria conformada por José J. Chediack S.A.I.C.A. y Astori Estructuras S.A.
“Todo empezó porque había maquinas en la ruta y los vecinos empezaron a preguntarse qué era. Ahí hicimos la primera reunión y empezamos a pedir información”, cuenta Eugenia desde la Asamblea San Roque Despierta. A pesar de que la ley obliga a la Secretaría de Ambiente a difundir las obras a la población afectada una vez que se presenta el estudio de impacto ambiental, desde el principio fueron lxs mismxs vecinxs quienes tuvieron que investigar y exigir precisiones sobre un proyecto que impactó en su comunidad de manera directa.
Hoy, diez meses después del inicio de la construcción, ya viven las consecuencias: “El impacto ambiental es tremendo. Hace dos semanas avanzaron hacia el barrio de Perla del Lago, donde han hecho un desmonte en zona roja, de especies nativas de miles de años, y con las primeras lluvias a uno de los vecinos se le empezó a meter el agua que venía de la montaña, porque ya no está el bosque para hacer de esponja”, cuenta Eugenia.
Y agrega: “En la zona de las lagunas han tapado vertientes de agua, una de las familias ya no tienen con qué abastecerse. Gente del campo que vive aquí desde hace años también han tenido problemas con los animales, porque les han sacado los alambrados sin avisarles y les han ido reduciendo el espacio que habitaban. Además de las explosiones que ha habido en este tiempo sin ningún tipo de seguridad: hacían sonar una sirena y que la gente se arregle”.
Destruir lo que queda
La escasa información con la que se cuenta hasta ahora ya es suficiente para saber que la autovía de montaña tendría un alto impacto socioambiental. Según los anuncios oficiales, el trazado avanzaría por el este de la ruta 38 hasta la localidad de Casa Grande, territorio donde se encuentran bosques catalogados legalmente como zona roja de máxima protección, que forman parte del escaso 3% de monte que le queda a la provincia.
Alicia D`alesio es bióloga e integra la Asamblea de Casa Grande, un espacio que se formó hace solo tres semanas y que ya cuenta con alrededor de 60 integrantes, en un pueblo de unos 800 habitantes. “El impacto ambiental va a ser terrible, sobre todo en las cuencas hídricas. El gobierno baja un plan que pasa al este de la ruta 38 en la base de las sierras, el otro plan era que pasara por el oeste y la pampa de Olaen. Lo que vemos es que tanto de un lado como del otro, afectaría directamente la cuenca del río San Francisco, que junto con el Yuspe forman el Cosquin”, advierte Alicia.
El trazado, además, se realizaría en la ladera occidental de las Sierras Chicas, donde existe una falla geológica que afectaría la estabilidad de la obra y las montañas de la zona. “La geología no ayuda porque hay una falla por el tipo de roca y hay microsismos; es como la del Camino del Cuadrado, que se desmorona todo el tiempo”, explica Alicia.
A su vez, uno de los tramos debería pasar por el yacimiento de uranio Rodolfo, cercano a Cosquín, lo que implicaría que al remover la tierra para hacer la autovía, también se removería parte de ese mineral que naturalmente emite un gas radioactivo.
A todo esto se suma que el trazado también atravesaría la Reserva Natural Camin Cosquín, ubicada en el Pan de Azúcar. En un comunicado, las asambleas de la zona señalan que allí ya han aparecido marcas pintadas en el suelo que podrían formar parte de los trabajos de estudio de factibilidad para autopista. Algo similar pasa en Casa Grande, según cuenta Alicia, donde ante la falta de información sobre los planes del gobierno, lxs vecinxs están realizando mapeos satelitales en base a mojones que han aparecido y temen que la autovía pase por Tatú Carreta, parque ecológico del lugar.
Desinformación y engaño
Desde una y otra asamblea explican que el mayor problema es la falta de información. De hecho, el incumplimiento de la difusión según los términos que obliga la ley es uno de los puntos centrales del amparo colectivo que lxs vecinxs de San Roque presentaron en agosto del año pasado contra la Provincia y la Comuna en el Juzgado de Carlos Paz, ante la jueza Viviana Rodríguez. La demanda plantea distintas irregularidades cometidas durante la aprobación de las obras en la Variante Costa Azul y el nuevo puente sobre el San Roque, así como en la audiencia pública realizada por este tema en abril de 2017, que sin embargo tuvo más de 500 inscriptos, una cifra récord en Córdoba.
René Amsler, uno de los abogados que presentó el escrito, explica que el amparo fue aceptado por la jueza, pero se denegó la medida cautelar que lxs vecinxs solicitaban para detener las obras hasta tanto se pruebe que la misma no iba a generar daños en el ambiente. La decisión fue apelada ante la Cámara Civil Sexta de Córdoba para detener, al menos, los desmontes, pero esta medida todavía está pendiente de resolución.
Ahora, sin embargo, el anuncio oficial de la autovía de montaña que llegaría hasta Casa Grande, plantea un nuevo capítulo, que involucra de manera directa a todo el valle de Punilla. “Ya estamos pidiendo información a Secretaria de Ambiente sobre el estudio de impacto ambiental de la autovía, a Minería sobre el yacimiento de uranio que atravesaría, y a Vialidad sobre el proyecto de trazado. Y nadie contesta nada. Hay un permanente retaceo de información, esa es la principal problemática. Y hay muchos negocios que se pueden hacer con esta información”, cuenta el abogado.
Justamente, otro de los planteos realizados en el amparo colectivo es que en la audiencia pública del año pasado solo se convocó a lxs vecinxs para discutir la construcción del puente: “Planteamos que es un engaño, principalmente porque nos estaban convocando a discutir un puente sobre el lago San Roque pero en el estudio de impacto ambiental veíamos que era la autovía porque decía que la obra se hace con proyección hacia el norte”, cuenta René, quien también es vecino de Punilla. Y agrega que «era una convocatoria sesgada y no fue algo casual, fue a propósito para que el conflicto se parcialice, y haya discusiones aisladas, como si solo San Roque fuera afectada”.
A todo esto se suma que, según denuncian desde las asambleas, intendentes de distintas localidades del valle ya firmaron la factibilidad de uso de suelo para la obra de San Roque, en un documento que no tendría validez. “La misma jefa comunal de San Roque nos dijo que le hicieron firmar algo que ella no sabía que era. Ese documento es totalmente nulo. No tiene fundamentos legales o técnicos, es un acto discrecional. En Casa Grande también pasó lo mismo”, dice el abogado.
Lxs vecinxs también cuestionan que desde el gobierno se está difundiendo que el proyecto tiene el visto bueno de la Universidad Nacional de Córdoba, cuando en realidad se trata de técnicos y profesionales puntuales de esa institución: “El discurso es engañoso porque cuando lo dicen la gente piensa que tienen el aval de la universidad. Ahora falta que la universidad se expida sobre esto. Lo mismo pasó con la ley de bosques”, denuncia Eugenia, de San Roque.
En este contexto de incertidumbre, es difícil saber cuáles serán los plazos y los pasos a seguir desde la Provincia. “Vamos a licitar seguramente los primeros meses del año que viene el tramo hasta Cosquín y hasta Casa Grande porque la autovía alternativa a la ruta 38 tiene que llegar en esta primera etapa, que es hasta el año 2019, al menos hasta Casa Grande”, decía el gobernador a fines del año pasado. Este sería el paso previo para designar a la empresa constructora, que es quien debe presentar un estudio de impacto ambiental, para después convocar a la audiencia pública estipulada por la ley como espacio donde informar y dar participación a lxs vecinxs. Sin embargo, la alarma en el valle ha aumentado en los últimos días, después de que circulara la información desde distintos intendentes y representantes del gobierno de que dicha audiencia se realizaría a mediados de marzo.
Alternativas y resistencias
Los grupos de vecinxs de Punilla, coordinados en una asamblea de asambleas y en la regional Punilla de la Comisión por la Defensa del Bosque Nativo (Codebona), debaten y proponen distintas alternativas a la autovía, que no impliquen el daño socioambiental que conllevaría el proyecto provincial. Una de ellas es mejorar y ensanchar la ya existente ruta 38, otra posibilidad que sugieren es aprovechar el camino trazado por las vías del tren.
“En el 2011 el Instituto de Planificación del Área Metropolitana (IPLAM) proyectó la construcción de una Autovía por Punilla que utilizaría rutas existentes, ampliándolas y siguiendo la traza del Ferrocarril. Este proyecto afectaría una mínima cantidad de Bosque Nativo. Implicaría menos desalojos y expropiaciones que el nuevo trazado -delimitado por los mojones marcados por la Empresa-. Es indiscutible que necesitamos resolver el problema de tránsito de la Ruta Nacional 38 pero nos preguntamos ¿LA AUTOVÍA DE MONTAÑA ES LA MEJOR OPCIÓN?”, expresan las asambleas en un comunicado.
Otro factor que preocupa en la zona son los cambios que esta obra va a generar a largo plazo en la urbanización, en la economía y la forma de vida de sus habitantes, y la especulación inmobiliaria que conlleva. “El Valle de Punilla se va a convertir en el gran Córdoba, con negocios inmobiliarios de por medio. Pero estos lugares son limitados y los impactos ambientales pueden ser muy riesgosos. No se trata de no hacer nada, sino de hacer las cosas ordenadamente como indica la ley”, dice René. Y agrega: “La gente ve que esto es progreso, pero si uno entiende que el progreso es la mejora de la calidad de vida de las personas, esto lo va a empeorar dramáticamente”.
Además de reclamar respuestas a la Provincia, lxs vecinxs también piden respuestas de sus comunas y municipios. En Casa Grande, más de 40 personas se reunieron con la jefa comunal el 15 de febrero pasado para manifestar su preocupación ante la desinformación de los posibles trazados y sobre el impacto de este proyecto vial. Mediante la firma de un acta, la representante comunal se comprometió a pedir información oficial y a no otorgar su aval político antes de cumplir con el proceso previo de información y participación vecinal.
“Esta apertura al diálogo por parte del gobierno comunal de Casa Grande sienta un precedente en la región de Punilla, permitiendo el avance del proceso de construcción colectiva, reflejado en la articulación del trabajo de los gobiernos locales con el de las asambleas vecinales”, expresaron después en un comunicado. Desde esa misma localidad, Alicia expresa: “Es inédito lo que está intentando el gobierno, es una barbaridad. Y es para negocio de ellos, nos damos cuenta, no es para beneficiarnos a nosotros. Creo que la resistencia de la gente es lo que puede hacer que esto no ocurra”.
*Por Lucía Maina para La tinta / Fotos: Coordinadora en Defensa del Bosque Nativo.
