La Izquierda emerge renovada en las elecciones presidenciales de Chile
Las elecciones de este domingo en Chile dieron muchas sorpresas. El Frente Amplio, liderado por Beatriz Sánchez, duplicó la intención de voto que reflejaban las encuestas y será decisivo para el balotaje que disputarán Piñera y Guillier. Lo que hasta ahora queda claro es que esta elección significó un viraje a la izquierda y no a la derecha como todos pronosticaban.
Por Pedro Santander para Celag
Efectivamente, a pesar de que ninguna encuesta lo predijo, el Frente Amplio (FA) liderado por Beatriz Sánchez, obtuvo el 20,7% de los votos. Las encuestas nunca le dieron más del 10, incluso la más prestigiosa de todas, la del Centro de Estudios Públicos (CEP) -que los medios y políticos usan de oráculo- habló de un 9%. Se dobló esa cifra. Eso no es todo. El Frente Amplio pasó de 3 diputados a 20. Es decir, a una bancada parlamentaria fuerte que puede incidir en un gobierno, cualquiera que fuere, y ya lo sabemos, la política es fuerza, no sólo ideas y discurso.
En su alocución al final del día Beatriz Sánchez lo dijo: “Quiero mañana una explicación de las encuestadoras y los medios, si hubieran dicho la verdad tal vez estaríamos en segunda vuelta”. Faltó poco. Alejandro Guillier, el candidato del oficialismo sacó 1.3 por ciento más y pasa a segunda vuelta, junto con Piñera.
El panorama es incierto. Piñera, que ya daba por descontado su triunfo -incluso en primera vuelta según algunos vaticinios- no llegó ni al 40%. Logró un 36.6% que lo deja en una posición incierta de cara a la segunda vuelta, a realizarse el 17 de diciembre.
Todos los ojos están puestos en el Frente Amplio y en Beatriz Sánchez. El debate estos días se traslada al FA y a la decisión que se tome -apoyar o no a Guillier en diciembre-. Beatriz en su discurso habló de Asamblea Constituyente, el fin a la privatización del agua y el sistema privado de pensiones. Serán estos, seguramente, los puntos que se discutirán con Guillier.
Lo que hasta ahora queda claro es que esta elección significó un viraje a la izquierda y no a la derecha como todos pronosticaban. Es interesante que eso ocurra justamente en Chile, el país más neoliberal del continente, y en medio de una ola reaccionaria restauradora en América Latina. Se abre nuevamente una panorama electoral de tres fuerzas, rompiendo el cerco neoliberal del bi-coalicionismo.
La otra gran sorpresa fue el derrumbe de la Democracia Cristiana. Ésta optó por ir sola a la primera vuelta y su candidata, la senadora Carolina Goic, llegó quinta con el 5.8%. El pinochetista declarado José Antonio Kast le ganó con su 7.9%. Marco Enríquez Ominami casi empata con Goic con un 5.7%. Este dato es de alto impacto. El centro político era el lugar natural que hegemonizaba la Democracia Cristiana en Chile, desde 1960. Hoy ese lugar está siendo ocupado por otros actores, más laicos y progresistas en lo valorico – cultural.
Será un mes intenso, todo puede ocurrir, nada está escrito, al igual que lo fueron estas elecciones. Si Piñera gana en segunda vuelta está en juego quien encabezará la oposición a su gobierno: si la izquierda con el FA o los neoliberales progres con Guillier. Si, por el contrario, Guillier logra imponerse en segunda vuelta, solo será porque el FA le dio el apoyo. Habrá que ver a cambio de qué se hizo eso.
“Mañana mismo quiero una explicación en todos los diarios”
Enérgica y con tono victorioso, la candidata presidencial del Frente Amplio agradeció el apoyo que la situó en el tercer lugar en los comicios y lanzó duras críticas a las mediciones electorales.
“Estoy tan feliz, estamos tan felices. Chile quiere cambios y lo dijo hoy día votando. Casi un millón 200 personas votaron por el cambio”, dijo al comienzo de su alocución, donde anunció que “vamos a seguir trabajando para ustedes que confiaron con nosotros” y que “el Frente Amplio llegó y para quedarse“.
En la ocasión, Sánchez recalcó que la campaña “fue sumamente desigual en plata” porque “había un candidato que gastó 10 veces más que nosotros”, y “nosotros tenemos dos alcaldes, poquitos concejales y tres parlamentarios, y así la hicimos”. “Sí se puede, estamos cambiando el mapa político de Chile. El cambio viene para quedarse“, agregó en el discurso marcado por un ánimo victorioso.
La periodista no dejó pasar la oportunidad para referirse a las distintas mediciones que, sobre todo durante el último mes, la situaron en un tercer lugar con un apoyo que no superaba las dos cifras y con una distancia irremontable con respecto a Alejandro Guillier, como por ejemplo la encuesta CEP (Centro de Estudios Públicos), que le atribuyó un 8,5% de votación.
“Quiero mandar un mensaje bien clarito a todas las encuestas que dijeron que nosotros no existíamos. Todo ese oráculo que es la CEP, borrándonos del mapa. Si esas encuestas hubieran dicho la verdad, quizás estaríamos en segunda vuelta. Entonces yo mañana quiero una explicación de esos que se sintieron los dueños de Chile, diciendo que nosotros estábamos fuera (…) Mañana quiero una explicación en todos los diarios”, los interpeló.
* Por Pedro Santander para Celag